María Lacalle, auditora en el Sínodo: «Muchos no creen en el amor verdadero porque nunca lo vieron»

María Lacalle es experta en derecho y también en el análisis de la realidad familiar en el mundo

María Lacalle es profesora de Filosofía del Derecho en la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid) y Directora del Centro de Estudios de la Familia de esta universidad. Además, fue auditora en el pasado Sínodo de la Familia, por lo que vivió sobre el terreno en el Vaticano esos días de debate en el seno de la Iglesia sobre la institución familiar, rodeada de obispos, cardenales y expertos. Responde a las preguntas de ReL.    

   

- ¿Aprender a amarnos es la principal asignatura que deberíamos haber estudiado en el colegio? En España el número de divorcios no ha parado de crecer desde 1981, sin embargo en otros países europeos y en Estados Unidos las rupturas matrimoniales se han estancado o incluso han disminuido. ¿Por qué?  


- Sencillamente, porque la gente no se casa. El índice de nupcialidad no para de bajar en el mundo occidental. Este es, a mi juicio, el problema principal: se ha dejado de creer en el amor verdadero y cada vez más gente opta por relaciones concebidas desde el principio bajo la óptica de la provisionalidad, asumiendo que se romperán en cuanto algo falle. Tienes razón al decir que aprender a amar es una asignatura pendiente, pero esto no se aprende en el colegio, sino en la propia familia. Con lo cual estamos ante un círculo vicioso: muchos no saben amar, ni creen que sea posible el amor para siempre porque no lo han visto a su alrededor, con lo cual replican en su vida lo que han vivido desde pequeños, y a su vez transmiten ese pesimismo a sus propios hijos. 


»No siempre ocurre así, evidentemente, pero sí es cierto que a amar se aprende, de manera primordial, en la familia, y que las rupturas familiares pueden provocar falta de confianza en el amor y muchas heridas afectivas que dan lugar a personalidades frágiles, con dificultades para asumir un compromiso de amor verdadero.          

 

- La ciencia sociológica da muchos datos sobre las rupturas familiares, sus causas, formas de prevenir... ¿Usa suficientemente la jerarquía estos datos? ¿Cómo podría beneficiarse más de ellos?           


-Creo que la Iglesia está empezando a manejar los datos que aporta la sociología. Es importante que tanto la jerarquía como todas las personas implicadas de una u otra manera en la pastoral familiar sean conscientes de que las familias católicas están sometidas a las mismas dificultades que los no católicos en su vida familiar: falta de comunicación, horarios laborales anti-familiares, fragilidad del amor, etc. Sólo conociendo la realidad podremos prevenir los obstáculos y acompañar a las familias que atraviesan momentos difíciles.  

 

- ¿Cree que las informaciones que se transmitieron desde el Sínodo a los medios de comunicación reflejaron fielmente lo que se vivió dentro? 


-Los medios de comunicación estaban muy focalizados sobre la cuestión de los divorciados y vueltos a casar, hasta el punto de que parecía que era lo único que les importaba. En mi opinión, reflejaron una parte pero no todo lo que se vivió dentro. Por otra parte, también creo que desde la Secretaría del Sínodo se hizo una gestión de la comunicación poco afortunada que provocó falsas expectativas y algunos equívocos.

- ¿En la opinión pública mundial se ha asentado la idea de que este Sínodo es el que está preparando las puertas para que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar? ¿Esto es así? Y de lo contrario, ¿por qué se ha transmitido esa idea o se ha comunicado tan mal?  


-Es cierto que la propuesta para que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar ocupó mucho espacio en el Sínodo, pero eso no quiere decir que los Padres Sinodales estuvieran de acuerdo. La propuesta se tomó en consideración, se reflexionó sobre ella, y no fue aceptada por la mayoría de los padres sinodales. Lo que sí se puso de manifiesto es que hay que acompañar a las personas que están en esta situación poniendo todos los medios para que puedan vivir su fe en la Iglesia, porque también ellos, como todos los bautizados, están llamados a la santidad. Sin embargo, como ya he señalado antes,algunos medios de comunicación parecían no tener interés en hablar de una pastoral renovada o de una misericordia verdadera, sino únicamente de una supuesta ruptura con el Evangelio de la familia.

 

- Hay asociaciones, como Retrouvaille, que ayudan a las parejas en conflicto a reconciliarse o mejorar su relación. Hay otras que ayudan a separados, a viudos... ¿La jerarquía conoce bien estas metodologías y  las potencia o son ofertas diminutas que sólo se dan en algunas diócesis? 


-La verdad es que no tengo una estadística de hasta qué punto se hace una buena pastoral para las familias en dificultades, pero sí puedo decir que durante los quince días que he estado en el Sínodo he tenido ocasión de hablar con muchos obispos y laicos realmente implicados en el acompañamiento a matrimonios y familias. Creo que seguramente se hace más de lo que parece, aunque no cabe duda de que hay que hacer todavía más, hay que multiplicar los esfuerzos para ayudar a tantas personas que sufren por circunstancias familiares de todo tipo. 


»Hay familias que no pueden atender a los abuelos ancianos, o a hijos enfermos o discapacitados, hay familias que han entrado en una espiral de incomunicación o de distanciamiento de la que no saben salir,que han perdido a un ser querido y no son capaces de asimilar el dolor, hay familias con todos los miembros en paro, con problemas de drogadicción o alcoholismo... Y en esta ayuda a las familias debemos implicarnos todos. No podemos pensar que esto es cosa de los curas y de los obispos únicamente, sino que las propias familias se deben implicar en acompañar a las que están en dificultades.

 

- ¿Hasta qué punto fueron influyentes los grupos de discusión pequeños, llamados "círculos menores" en el Sínodo? 


-Los círculos menores tuvieron una influencia decisiva. Para comprobarlo no hay más que comparar larelatio post disceptationem (la que se publicó tras la primera semana) con el documento final. Entre uno y otro documento está el trabajo de los círculos menores, que fue intenso y profundo.



Fotografía de muchos de los auditores y expertos en el Sínodo

-Se dice que los auditores influyen sobre todo en las pausas para el café. ¿Cómo de importantes son estas pausas para el café? ¿Es eso bueno o los auditores podrían tener más espacio en un Sínodo?


-Están las pausas para el café, los desayunos, comidas y cenas durante dos semanas (yo estuve viviendo junto con cerca de veinte obispos de distintos lugares del mundo y quince laicos, y fue una experiencia sumamente enriquecedora), y también nuestras propias intervenciones. 


»Algunos auditores fueron dando su testimonio durante los primeros días, y el resto tuvimos ocasión de intervenir el viernes de la primera semana. Creo que durante esa sesión la sala del Sínodo se llenó de esperanza y de alegría, de una alegría que brotaba de la experiencia viva de la grandeza del amor humano. Después, durante el café de ese día, muchos obispos y cardenales se acercaban para darnos las gracias.

 

- Para muchos católicos la única formación que reciben es la homilía del domingo. ¿Qué podrían hacer los sacerdotes para apoyar la familia en esos 7 o 10 minutos de predicación?  


- 7 o 10 minutos dan para mucho si ha habido una buena preparación previa. Precisamente este fue uno de los temas que abordé en mi intervención en el Sínodo. Y, por cierto, aproveché para señalar que, aunque la homilía no es la Misa, cuando no se predica bien hay gente que deja de ir a Misa, y el Papa se rió. Sin duda es un tema que a él le preocupa y al que ha dedicado varias páginas en la Evangelii Gaudium. 


»Es importantísimo que se predique sobre el amor conyugal y familiar, y que se predique bien, de una manera persuasiva, con argumentos, con buenos ejemplos. Para lograrlo los sacerdotes deben tener una buena formación no sólo teológica sino también antropológica y en habilidades de comunicación, deben conocer las principales dificultades que afectan a las familias de sus feligreses, deben ser capaces de conectar el evangelio con su vida diaria. Los sacerdotes deben ser conscientes de lo importante que es la homilía dominical para sus fieles, y dedicarle todo el tiempo que se merece.

 

- ¿Qué formas de hacer que los separados y divorciados se sientan acogidos en la Iglesia se plantearon en el Sínodo, que no fuese la comunión a quienes persisten en pecado grave? Nos referimos a ideas acogedoras como grupos de acompañamiento, o gestos paralitúrgicos, etc... 


-Se puso mucho énfasis en los grupos de acompañamiento y se propuso la comunión espiritual como un medio para vivir, desde el amor y la fe, el deseo de recibir al Señor.  El dolor que sienten muchos divorciados y vueltos a casar por su situación irregular ante la Alianza de Cristo puede convertirse, con la ayuda adecuada, en un dolor regenerador y purificador, en una fuente de vida interior intensa y de acercamiento al propio Cristo. Lo importante es ofrecer la misericordia del Buen Pastor, que se compadece del dolor y le da un sentido, y lo hace fecundo, que sana a la persona y da vida.

 

- ¿Cuál cree que ha sido el papel del Papa durante esta primera fase del Sínodo? 


-El Papa ha asistido a todas las sesiones plenarias. No se ha perdido un minuto, salvo el miércoles por la mañana que tuvo que ausentarse para participar en la audiencia de los miércoles. Ha escuchado a todos, y todos han hablado con libertad como él mismo pidió en la apertura del Sínodo. Creo que se ha llevado una radiografía muy completa de las posiciones de cada uno dentro de la Iglesia, lo cual es muy bueno, sin duda. Y en su discurso final recordó que él es el garante de la fe y que el Evangelio está por encima de él.

 

- ¿Qué piensa que va a cambiar en la segunda parte del Sínodo, tanto en composición de sus asistentes como en temáticas tratadas? 


-En esta primera parte participaron, además de algunos padres sinodales designados directamente por el Papa, los presidentes de las distintas conferencias episcopales, mientras que en la segunda parte irán los obispos elegidos por cada Conferencia a tal fin. De manera que, previsiblemente, los que asistan serán aquellos más implicados de una u otra manera con la familia. El punto de partida será el documento final de esta primera parte junto con las conclusiones del nuevo cuestionario que se ha enviado a las diócesis. Es de esperar que no se vuelva a comenzar la discusión desde el principio, sino que se continúe, por así decirlo, donde se ha dejado.

 

- El Sínodo ha hecho circular un cuestionario sobre temas de familia para la segunda fase. ¿Qué le parecen las preguntas que se plantean? 


-Me parece que está mejor elaborado que el cuestionario de la primera fase que resultaba un tanto caótico y que mezclaba preguntas muy diferentes y de distinto nivel (antropológico, teológico, jurídico, etc.). Este segundo cuestionario es eminentemente pastoral y está más centrado y mejor escrito, a mi juicio.

 

- Por último, ¿tiene sentido que cualquier familia que nos esté leyendo, o un grupo parroquial, o un grupo de oración, se siente y responda al cuestionario del Sínodo sobre la familia lo que piensa, y lo envíe a Roma? 


-Creo que sí. Tiene todo el sentido. Yo animaría a todos los que se sientan interpelados a contestar y aportar su visión de las cosas. 


Consultado en: http://www.religionenlibertad.com/maria-lacalle-auditora-en-el-sinodo-muchos-no-creen-en-el-39512.htm

¿Vale cualquier práctica sexual dentro del matrimonio?

La moral sexual católica no reprime el sexo: lo domina

Padre Henry Vargas Holguín

© Gabriel S. Delgado C. / Flickr / CC

Dios le dio al ser humano la esencial vocación a ser un ser de relación. Así, cuando Dios dijo, que no es bueno que el hombre esté solo (Gen 2,18) afirmó que el ser humano, aislado en su individualidad, no puede realizarse completamente.        

 

Él se realiza sólo en la medida que existe ‘para alguien’. Y para esto Dios le dio al ser humano el don de la sexualidad. ¿Con qué fin?     

 

La sexualidad es un regalo de Dios gracias al cual una pareja de casados experimenta no sólo la finalidad unitiva o el bien de los esposos (con la alegría, el placer y la grandeza de la íntima comunión que implica); sino que también implica la finalidad procreadora (catecismo de la Iglesia en el numero 2363).

 

La finalidad procreadora del matrimonio pide que la sexualidad esté siempre abierta a la vida, pero de manera responsable (esto implica los métodos de planificación natural).

 

Pero esto tiene sentido dentro de un contexto de fidelidad, de orden, de continencia, de disciplina.

 

Por tanto la finalidad procreadora de la sexualidad excluye, sin bajar a detalles pormenorizados, cualquier otro uso ilícito o inmoral de la misma; es decir, el uso lícito de la  sexualidad excluye otras prácticas sexuales que en nada tienen que ver con la transmisión de la vida.            

 

La sexualidad hace parte intrínseca de la vocación al matrimonio, que hay que desempeñar con un amor que tiene que trascender.         

 

La vocación matrimonial, ejerciendo una sexualidad sana, correcta y normal, es una vía recta hacia la santidad de los esposos.    

 

Y aquí recordemos el respeto por el cuerpo, pues éste debe ser templo del Espíritu Santo, como dice san Pablo.           

 

Cada pareja se pregunte: ¿Con sus actos sexuales se va en esa dirección? O por el contrario, ¿sus actos sexuales rayan en la vulgaridad, en la indecencia o la deshonestidad como consecuencia de una falsa concepción del amor o de la libertad?  

 

La respuesta la tendrá cada pareja escuchando la voz de la conciencia; claro, si la conciencia está bien formada.           

 

Si la pareja de esposos se relaciona sexualmente de forma indebida y deshonesta se debería confesar sin dar muchos detalles.       

 

Es cierto que las acciones humanas tienen que tener como base la libertad, pero el ser humano de hoy ha hecho de la libertad, que sólo es un instrumento, un fin de sí misma; y, de este modo, está experimentando lo que ya se sabe: que la libertad no libera, libera la verdad.

 

Hay quienes en nombre de una idea equivocada del amor y de la libertad o por la deformación del juicio de la conciencia quieren eliminar cuanta norma ética o moral haya que regule la sexualidad para satisfacerse sexualmente o para dar rienda suelta a sus instintos.

 

Para este tipo de personas serviría mucho una imagen, pues una imagen vale más que mil palabras. Imaginémonos  un barril de vino sin sus respectivos anillos de hierro; ¿qué pasaría?

 

Pues notaríamos que el barril perdería el vino por todas las rendijas. Podríamos titular la imagen precedente con la frase: ‘lo que se pierde por la libertad’.  

 

Por tanto la sexualidad será ejercitada lícitamente dentro del contexto del matrimonio pero con respeto, con dignidad, con madurez humana, con decencia, con normas.

 

La sexualidad es una cosa muy seria; no es para banalizarla, ni para jugar con ella, ni para tergiversarla, ni ocasión para instrumentalizar a la otra persona, ni será nunca un pasatiempo.

 

La sexualidad procura un placer, pero este placer no debe ser conseguido a cualquier precio.

 

Y el placer que Dios ofrece como aliciente al cumplimiento honesto y correcto del fundamental deber conyugal, es lícito y bueno, y está santificado por Jesucristo, que dignificó el matrimonio al elevarlo como sacramento

Sínodo 2015: 46 preguntas para las familias

Publicadas las líneas guía del Sínodo de la familia 2015 que incluyen un cuestionario querido por el Papa Francisco



Este martes 9 de noviembre ha sido publicado el primer documento oficial del Sínodo Extraordinario de la Familia programado del 4 al 25 de octubre 2015 en el Vaticano. Se trata de los Lineamenta (Líneas guía) para la XIV Asamblea General Ordinaria. El lema del sínodo es la vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo

La novedad es la integración de un nuevo cuestionario para “facilitar la recepción del documento y profundizar los temas tratados”.


La Relatio Synodi (acta final de los trabajos del Sínodo) está acompañada por una serie de preguntas que ayudarán a continuar el camino sinodal iniciado y a preparar el sucesivo documento de trabajo(Instrumentum Laboris) de la próxima Asamblea Ordinaria sobre la familia.  


El objetivo declarado “es promover una amplia consulta sobre la familia” que refleje la orientación y el espíritu sinodal, indicado por el Papa en su discurso de apertura de la III Asamblea Extraordinaria (18 de octubre 2014), que remarca la necesidad de franqueza, testimonio y comunión.  

La Secretaria General del Sínodo de los Obispos difundió la publicación de 26 páginas que contiene tres ejes principales sobre la familia: I Parte - Escuchar: el contexto y el desafío sobre la familia; II Parte - La mirada sobre Cristo: El Evangelio de la familia. III Parte- La comparación: perspectivas pastorales. 


Es el primer documento de la Asamblea Ordinaria, como indicó el Papa Francisco en su discurso conclusivo, que está constituido esencialmente por la Relatio Synodi; texto final de la anterior cita sinodal de octubre 2014.


La novedad, como decíamos, son las preguntas anexas, que constituyen un segundo cuestionario, después del realizado para la asamblea extraordinaria.  


Las preguntas son varias y abarcan diferentes temas: la importancia de la vida afectiva; el desafío para la pastoral; la mirada hacia Jesús y la pedagogía divina en la historia de la salvación; la familia como diseño salvador de Dios; la sacralidad del matrimonio y la gloria de vivir juntos; y curar las heridas de las familias, entre otros temas. 


El nuevo documento de Líneas guía ha sido publicado en italiano y será enviado a las conferencias episcopales, a los Sínodos de las Iglesias Orientales Católicas, a la Unión de Superiores Religiosos y a todos los dicasterios de la curia romana (congregaciones, tribunales y oficios).

Dichos organismos eclesiales sucesivamente se encargarán de enviar las traducciones en varios idiomas del documento a las parroquias, instituciones académicas, organizaciones, grupos, movimientos laicos y otras organizaciones de la Iglesia. 


La Secretaría General del Sínodo de los Obispos espera que los resultados de los cuestionarios lleguen a sus oficinas antes del 15 de abril 2015.


Las respuestas servirán para realizar el documento Instrumentum Laboris que será publicado antes del verano y que  luego servirá a los obispos que se reunirán para reflexionar sobre la familia en octubre 2015. 


Doctrina sí, pero ir más allá 


En la introducción de los Lineamenta se lee que se necesita evitar que las respuestas a las preguntas del cuestionario “puedan ser dadas siguiendo esquemas y perspectivas propias de una pastoral solamente para aplicar la doctrina”. 


Los temas sin mayoría cualificada de votos en la primera asamblea serán profundizados en el cuestionario por voluntad también del Papa Francisco. El cuestionario sirve precisamente para profundizar en varios puntos de la Relatio. Y esta discusión se abre a los fieles. 


Algunas de las preguntas: 


Acompañar los primeros pasos de la vida matrimonial (n.40)


¿Tanto en la preparación como en el acompañamiento de los primeros años de vida matrimonial, es adecuado valorar la importante contribución del testimonio y del apoyo que pueden dar familias, asociaciones, y movimientos familiares? 

La atención pastoral por las personas con tendencia homosexual (n.55-56)


¿Cómo la comunidad cristiana dirige su atención pastoral a las familias que tienen en su interno personas con tendencias homosexuales?  Evitando cada injusta discriminación.


¿De qué manera se puede cuidar de la persona en tales condiciones a la luz del Evangelio? ¿Cómo se les puede proponer la existencia de la voluntad de Dios sobre su existencia? 


Sacramento a los divorciados


La pastoral sacramental en relación a los divorciados que se han vuelto a casar necesita ser profundizada, evaluando también la praxis ortodoxa y teniendo presente la distinción entre situación objetiva de pecado y circunstancias atenuantes (n.52). ¿Cuáles son las perspectivas en las cuales hay que moverse? ¿Cuáles son los pasos posibles? ¿Qué sugerencias existen para obviar formas de impedimentos que no se deben dar o no son necesarios? 


Casos de nulidad, gratuitos


¿Cómo hacer accesibles o ágiles, posiblemente gratuitos, los procedimientos para el reconocimiento de los casos de nulidad? (n.48).  

Oración para pedir por la familia 


Por último, el Vaticano invitó a las Conferencias Episcopales y a todas las realidades de la Iglesia a “acompañar el camino sinodal” promoviendo momentos de oración y de celebración para las familias y para la preparación de la próxima Asamblea.  


La fiesta de la Sagrada Familia del próximo 28 de diciembre será una ocasión. Además, los fieles pueden apoyar con la oración el Sínodo Ordinario de la Familia. El Papa Francisco había propuesto la oración que recuerda a Jesús, María y José: 


Oración a la Sagrada Familia*


Jesús, María y José

en vosotros contemplamos

el esplendor del verdadero amor,

a vosotros, confiados, nos dirigimos.

Santa Familia de Nazaret,

haz también de nuestras familias

lugar de comunión y cenáculo de oración,

auténticas escuelas del Evangelio

y pequeñas Iglesias domésticas.


Santa Familia de Nazaret,
que nunca más haya en las familias episodios

de violencia, de cerrazón y división;

que quien haya sido herido o escandalizado

sea pronto consolado y curado.


Santa Familia de Nazaret,

que el próximo Sínodo de los Obispos
haga tomar conciencia a todos

del carácter sagrado e inviolable de la familia,

de su belleza en el proyecto de Dios.


Jesús, María y José,

escuchad, acoged nuestra súplica.


PAPA FRANCISCO

* Ángelus, 29 de DICIEMBRE DE 2013

Propuestas de expertos para fortalecer el matrimonio y la familia en todo el mundo

VATICANO, 19 Nov. 14 / 09:31 pm (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco fue el encargado de inaugurar el pasado lunes 17 “Humanum”, el coloquio internacional interreligioso sobre la complementariedad del hombre y la mujer organizado por la Congregación para la Doctrina de la Fe que ha finalizado hoy miércoles con la intervención del Secretario de ese dicasterio.


En su intervención, el Pontífice explicó que “los niños tienen el derecho a crecer en una familia, con una padre y una madre, capaces de crear un ambiente idóneo para su desarrollo y su maduración afectiva”.


En el Congreso, en el que participaron unos 350 académicos, religiosos, y representantes de la sociedad civil de 14 religiones y 23 países, se ha alertado acerca de que “es más fácil salir de un matrimonio que salir de una hipoteca” y se enumeraron una serie de medidas para paliar las rupturas matrimoniales.


Durante las jornadas de trabajo, se han tocado diversos temas que afectan al matrimonio y la familia. Han denunciado también la destrucción actual a la que se lleva al matrimonio y las terribles consecuencias para el conjunto de la sociedad.


También ha pedido a los políticos y gobernantes más ayudas de protección a la familia. Sobre este asunto, los participantes del Coloquio en el Vaticano creen que “el Estado debe promover y proteger el matrimonio e impulsar políticas públicas que incluyan beneficios fiscales para quienes se mantengan en él”.


Según los numerosos expertos presentes en Roma, “la contracultura, supuestos nuevos derechos e incluso falsas ideas de autonomía y de igualdad de género han provocado la desarticulación del vínculo familiar y la promoción del divorcio”, lo que genera un “bajo nivel nutricional y de aprendizaje escolar en los niños, adicciones, deserción escolar, embarazo adolescente, violencia, pobreza, problemas de conducta y depresión”.


“Existe una destrucción del contrato matrimonial y a pesar de sus efectos devastadores para con la sociedad no se hace nada para frenar o revertir esa situación. No se trata de un asunto únicamente de particulares porque lo que daña al matrimonio afecta a  toda la comunidad, por ello ‘la ley debe proteger’ este tipo de acuerdos o relaciones contractuales del matrimonio entre un hombre y una mujer”, han pedido los participantes.

Por su parte, Michael Nazir’Ali, obispo anglicano de Rochester y presidente del Oxford Center que ha estado presente estos días en Roma, ha explicado que “según diversos estudios, las políticas públicas que protegen el matrimonio heterosexual son positivas para los hijos menores de edad, la mujer  y para la pareja en temas como la educación, la salud física, afectiva y espiritual”.


Además, abogó por la creación de “una doctrina pública” y de un “instituto sobre el matrimonio” porque hoy “es más fácil salir de un matrimonio que salir de una hipoteca”.


También subrayó que “jóvenes y adolescentes aún creen en el matrimonio”, dijo al considerar que “la unión entre personas del mismo sexo no pueden ser llamadas matrimonio, es  una categoría completamente diferente”.


“Es un error de categoría el pensar que estas relaciones podrían ser consideradas ‘matrimonios’. El matrimonio reviste una categoría especial, lo que debemos reforzar es el derecho natural del matrimonio”, remarcó en el nuevo Aula del Sínodo.


Sobre las medidas que los gobiernos podrían tomar para proteger la familia, Nazir’Ali destacó: “en primer lugar, los matrimonios y matrimonios con familia deberían recibir exenciones fiscales porque tienen la responsabilidad de la vida marital y familiar; también se debe apoyar a los niños, porque es un problema en Europa el que la gente no tenga hijos aun casados, necesitamos un sistema para ayudar a los menores”.


También sugirió que se le dé un apoyo a quien “participa al cien por ciento en la crianza de los hijos, usualmente la madre, que decide quedarse con los hijos en casa y necesitan transferir privilegios fiscales a su cónyuge para la educación y crianza de los menores”.

 

Mons. Chaput anuncia que ya se admiten inscripciones para el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia.

El Arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos), Mons. Charles Chaput, anunció que ya están abiertas las inscripciones para participar del Encuentro Mundial de las Familias que se realizará en esta ciudad del 22 al 27 de septiembre de 2015. En una intervención en el marco de la asamblea plenaria de los obispos de Estados Unidos que se realiza en la ciudad de Baltimore, el Prelado dijo que «el Encuentro Mundial de las Familias es un momento de gracia para los católicos y gente de buena voluntad de todo el orbe. Por ello estamos entusiastas».

(ACIPrensa/InfoCatólica) El Encuentro Mundial de las Familias se realiza cada tres años y fue instituido por San Juan Pablo II en 1994, el Año de la Familia.


Se espera que el Papa Francisco asista a Filadelfia para este importante evento, pero la confirmación o no de su visita tendrá que esperar hasta el próximo año.


El arzobispo de Filadelfia señaló que en este importante acontecimiento para la Iglesia se abordarán «distintos asuntos relacionados a las familias en los que nuestra fe se necesita y es probada. Estas son las cuestiones que afectan a las familias no solo en Estados Unidos sino a nivel global».

Familia, pedagogía, juventud, sociedad e Iglesia, respuestas del Papa

(RV).- Papa: curar heridas, recuperar y acompañar a la familia(con audio)  «Hay que recuperar muchas cosas en la familia herida de hoy día», dijo el Papa Francisco al responder a la primera pregunta en su audiencia al Movimiento Católico Internacional de Schoenstatt, cuyo tema era sobre la Familia como propuesta viva. Siguiendo la enseñanza de Jesús, «el gran maestro de perder el tiempo... Ha perdido el tiempo acompañando, para hacer madurar las conciencias, para curar heridas, para enseñar». El Obispo de Roma destacó la importancia de la preparación al matrimonio: «no se puede preparar novios al matrimonio con dos encuentros, con dos conferencias. Eso es un pecado de omisión de nosotros, los pastores y los laicos que realmente están interesados en salvar a la familia». Ante la cultura del provisorio y ante los dramas familiares que tanto hacen sufrir a los hijos, el Santo Padre hizo hincapié en la importancia de acompañarlos, con paciencia y cercanía: 


Pregunta: 

ROSA: Santo Padre, La Providencia nos ha regalado la hermosa experiencia de acompañar y fortalecer con la espiritualidad de la Alianza a muchos matrimonios y familias. Constatamos, al mismo tiempo, que muchos cristianos no han tenido la posibilidad de vivir la belleza del Sacramento del Matrimonio.EDUARDO: El Sínodo que acaba de terminar nos ayuda a tomar conciencia de que en muchas culturas ya no existe un concepto de familia unívoco. También nos ha presentado la urgencia de acompañar a tantos creyentes que viven realidades diferentes y también fracturadas. Santo Padre, quisiéramos que cuente con nosotros en este camino que se ha iniciado con el sínodo.
ROSA: Ante los desafíos de la familia actual, desde su experiencia pastoral, ¿qué orientaciones nos quisiera dar para acompañar mejor a aquellos hermanos y hermanas que aún no se sienten acogidos en nuestra Iglesia, y para acompañar a novios y familias, de manera que lleguen a ser “propuesta viva e irresistible” para los que buscan un camino de plenitud?

Repuesta del Papa:  


«Dentro del problema que ustedes tocan para hacer las preguntas, hay una cosa muy triste, muy dolorosa. Pienso que la familia cristiana, la familia, el matrimonio, nunca fue tan atacado como ahora. Atacado directamente o atacado de hecho. Puede ser que me equivoque. Los historiadores de la Iglesia sabrán decirnos, pero que la familia está golpeada, que a la familia se la golpea, y a la familia se la bastardea como bueno, si es una manera más de asociación, pero se puede llamar familia a todo, no. 
Además, cuánta familia herida, cuánto matrimonio deshecho, cuánto relativismo en la concepción del sacramento del matrimonio. En su momento ya sea desde el punto de vista sociológico, que ve, desde el punto de vista de los valores humanos, como desde el punto de vista del sacramento católico, del sacramento cristiano, de una crisis de la familia. Crisis porque le pegan de todos lados y queda muy herida.
Entonces claro, no queda otra que hacer algo. Entonces tu pregunta, ¿qué podemos hacer?: Sí podemos hacer buenos discursos, declaraciones de principios, a veces hay que hacerlo, ¿no cierto?. Las ideas claras. Miren esto que ustedes están proponiendo no es matrimonio. Es una asociación. Pero no es matrimonio. O sea a veces hay que decir cosas muy claras. Y eso hay que decirlo. Pero la pastoral de ayuda solamente en este caso tiene que ser cuerpo a cuerpo. O sea acompañar. Y esto significa perder el tiempo. El gran maestro de perder el tiempo es Jesús, ¿no? Ha perdido el tiempo acompañando, para hacer madurar las conciencias, para curar heridas, para enseñar. 
Acompañar ese hacer caminos juntos.         


Evidentemente que se ha devaluado el sacramento del matrimonio y del sacramento inconscientemente se fue pasando al rito. La reducción del sacramento al rito. Entonces se da que el sacramento bueno es un hecho social, sí con, religioso, no cierto, bautizados, pero lo fuerte es lo social. Cuántas veces yo he encontrado aquí, en la vida pastoral, ¿no? Gente que no, no, y ¿por qué no te casas? Están conviviendo ¿por qué no te casas? No, es que… hacer la fiesta, esto, no tenemos dinero. Entonces lo social cubre lo principal que es la unión con Dios no.       


En Buenos Aires me acuerdo que unos curas me dieron la idea de hacer el matrimonio a cualquier hora. Porque normalmente se hace un jueves, un viernes, el matrimonio civil, y el sábado el matrimonio sacramental. Y claro no podían hacer frente a los dos actos porque siempre hay algún festejo en el primero. Entonces estos curas muy pastores para ayudar a esto: “a la hora que quieran”. Terminaba la ceremonia civil, pasaban por la parroquia, matrimonio eclesiástico, o sea es un ejemplo de facilitar, facilitar la preparación. No se puede preparar novios al matrimonio con dos encuentros, con dos conferencias. Eso es un pecado de omisión de nosotros, los pastores y los laicos que realmente están interesados en salvar a la familia.        


La preparación al matrimonio tiene que venir de muy lejos. Acompañar novios. Acompañar, pero siempre cuerpo a cuerpo y preparar. Saber qué es lo que van a hacer. Muchos no saben lo que hacen y se casan sin saber qué significa. Las condiciones. Qué prometen. Sí, sí, todo está bien pero no han tomado conciencia de que es para siempre. Y esto, ponéle encima esta cultura de lo provisorio que estamos viviendo, no sólo en la familia, sino también ente los curas, no.      


Me decía un obispo que se le presentó un muchacho excelente, y que quería ser cura pero no más por diez años y después volver… Es la cultura del provisorio. Es a tiempo. El “para siempre” es como que se olvida. Hay que recuperar muchas cosas en la familia herida de hoy día. Muchas cosas. Pero no escandalizarse de nada de lo que sucede en la familia. Los dramas familiares, destrucciones de familias, los chicos, no. 
En el Sínodo un obispo se hizo esta pregunta: ¿somos conscientes nosotros los pastores de lo que sufre un chico cuando los papás se separan? Son las primeras víctimas. Entonces cómo acompañar a los chicos. Cómo ayudar a los padres que se separan a que no usen de rehenes a los chicos.        


Cuántas psicologías pseudopatológicas de gente que destruye con la lengua a los demás vienen de haber sido educados del papá hablando mal de la mamá y de la mamá hablando mal del papá. Son cosas que hay que acercarse a cada familia, acompañar, o sea que tengan conciencia de lo que hacen y hay situaciones variadas hoy día. ¿No?
No se casan, se quedan en su casa. Tienen su novio o su novia pero no se casan. Una mamá me decía ¿Padre qué puedo hacer para que mi hijo que tiene 32 años se case? Bueno primero que tenga novia, señora. Sí, sí, tiene novia pero no se casa. Y bueno señora si tiene novia y no se casa, no le planche más las camisas, a ver si así se anima ¿no?
Es decir, cuántos hay que no se casan. Conviven totalmente o como yo he visto en mi misma familia, convivencias partime. De lunes a jueves con mi novia y de viernes a domingo con mi familia. O sea, son nuevas formas totalmente destructivas, limitadoras de la grandeza del amor del matrimonio. ¿No?  


Bueno y como eso vemos tanto, convivencias, separaciones, divorcios, por eso la clave que puede ayudar es “cuerpo a cuerpo” acompañando, no haciendo proselitismo, porque eso no resulta. Acompañarlos. Paciencia, paciencia. Y una palabra hoy, una actitud mañana, no sé. Les sugiero eso.       


María Madre y Educadora.           

 
“María es Madre porque engendra a Jesús y nos ayuda con la fuerza del Espíritu Santo a que Jesús nazca y crezca en nosotros. Es la que continuamente nos está dando vida. Es Madre de la Iglesia. Es Maternidad”.Recordando las palabras del Santo Padre en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium cuando afirma que “María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura”, y recordando también que si bien los años de la niñez y juventud del P. José Kentenich, estuvieron marcados por la ausencia de su padre y las dificultades económicas de su madre, el fundador del movimiento Mariano experimentó a la Santísima Virgen no sólo como Madre, sino también como Educadora, los representantes del movimiento, aludiendo al gran amor de Papa Francisco a la Virgen María, le pidieron que les hablara de su visión sobre la misión de María en la Nueva Evangelización y en la renovación de la Iglesia. “Madre” – dijo Francisco. María es “Madre no sólo que nos da la vida sino que nos educa en la fe. Es distinto buscar crecer en la fe sin la ayuda de María. Es otra cosa. Es como crecer en la fe sí, pero en la Iglesia orfanato. Una Iglesia sin María es un orfanato” porque “María es la que ayuda a bajar a Jesús. Lo trae del cielo a convivir con nosotros”. 


Respuesta del Papa:            


“Bueno, la verdad que María es la que sabe transformar una cueva de animales en casa de Jesús con unos pocos trapos y una montaña de ternura. Y es capaz también de hacer saltar un chico en el seno de su madre como escuchamos en el Evangelio. Ella es capaz de darnos la alegría de Jesús. María es fundamentalmente Madre. Bueno sí, Madre es poca cosa, no, María es Reina, es Señora. No. Pará: María es Madre. ¿Por qué? Porque te trajo a Jesús. 
Voy a contar una anécdota muy dolorosa para mí. Habrá sido por los años 80. En Bélgica, había ido por una reunión y, católicos buenos. Trabajadores. Y me invitó a cenar un matrimonio. Varios hijos. Católicos. Pero que, eran profesores de teología, y estudiaban mucho, ¿no? Y de tanto estudiar, no sé, tenían un poquito de fiebre en la cabeza. Y entonces, en un momento de la conversación hablaban de Jesús. Muy bien. Verdaderamente una teología, una cristología muy bien hecha. Y al terminar me dicen y bueno nosotros ya conociendo a Jesús así no necesitamos a María. Por eso no tenemos devoción mariana. Yo me quedé helado. Es decir, me quedé triste, mal. Es decir, cómo el demonio bajo una forma de “mejor”, quita lo mejor, ¿no? Pablo dice que nos tienda bajo ángel de luz, ¿no? Y es una Madre, una María sin maternidad. María es Madre. Primero. No se puede concebir ningún otro título de María que no sea “la Madre”. 

Ella es Madre porque engendra a Jesús y nos ayuda con la fuerza del Espíritu Santo a que Jesús nazca y crezca en nosotros. Es la que continuamente nos está dando vida. Es Madre de la Iglesia. Es maternidad. 


No tenemos derecho, y si lo hacemos estamos equivocados, a tener psicología de huérfanos. O sea, el cristiano no tiene derecho “a ser huérfano”. Tiene Madre. Tenemos Madre.
Un anciano predicador con mucha “chispa”, hablando con estos de psicología de huérfanos terminó su sermón diciendo: “¡Bueno y el que no quiera a María como Madre la va a tener como suegra!”.           


Madre. Es Madre no sólo que nos da la vida sino que nos educa en la fe. Es distinto buscar crecer en la fe sin la ayuda de María. Es otra cosa. Es como crecer en la fe sí, pero en la Iglesia orfanato. Una Iglesia sin María es un orfanato. ¡Eh! Entonces Ella educa nos hace crecer, nos acompaña, toca las conciencias. Cómo sabe tocar las conciencias, para el arrepentimiento.

A mí me gusta, todavía ahora lo hago, cuando tengo un rato de tiempo, leer las historias que San Alfonso María de Ligorio, son cosas de otro tiempo, el modo de redactar, pero son verdad. Cuenta después de cada capítulo, una historia edificante de cómo María… 
En el sur de Italia, no sé si en Calabria o en Sicilia, está la devoción a la Virgen de los mandarinos. En una zona donde hay mucha mandarina ¿no? Y son devotos de la Virgen de los mandarinos los granujas, ¿no? , los ladrones, estos son devotos. Y cuentan que la Virgen de los mandarinos los quiere, y le rezan porque cuando lleguen al cielo, Ella está mirando la cola de la gente que llega ¿no? y cuando los ve a algunos de ellos “les hace así” con la mano y les dice que no pasen, que se escondan. Y a la noche cuando está todo oscuro y no está San Pedro les abre la puerta.            


O sea es una manera muy folclórica y muy popular de una verdad muy grande, ¿no? De una teología muy grande. Una Madre cuida a su hijo hasta el fin y trata de salvarle la vida hasta el fin.       


De ahí la tesis de San Alfonso María de Ligorio que un devoto de María no se condena, ¿no? Pero esa es la última, ¿no?   


O sea, durante toda la vida sabe tocar las conciencias. Sabe tocar las conciencias. Te acompaña en eso. Nos ayuda. María es la que ayuda a bajar a Jesús. En el abajamiento de Jesús. Lo trae del cielo a convivir con nosotros. Y es la que mira, cuida, avisa. Está. 
Y, hay una cosa que a mí me llega mucho. La primera antífona mariana de Occidente es copiada de una de Oriente que dice “Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios”. Es la primera, la más antigua de Occidente. Pero eso viene de una tradición vieja, que los místicos rusos, los monjes rusos explicitan así: en el momento, en los momentos de turbulencia espiritual, no queda otra que acogerse bajo el manto de la Santa Madre de Dios. Es la que protege, la que defiende.       
Acordémonos del Apocalipsis, la que sale con el chico en brazos corriendo para que el dragón no devore al chico. Por más que conozcamos a Jesús, nadie puede decir que es tan maduro como para prescindir de María. Nadie puede prescindir de su madre. 
Nosotros los argentinos…, nosotros los argentinos cuando encontramos una persona que tiene huellas de maldad o de mal comportamiento, y un poco por carencia, porque no la quiere, o porque la abandonó, el cariño de su madre, tenemos una palabra fuerte que no es mala palabra, es un adjetivo fuerte, y le decimos esta persona es un “huacho”. 
El cristiano no puede “ahuacharse” porque tiene a María como Madre”.


Testimonio, Misión, Oración          


(RV).- Los jóvenes en Schoenstatt identificados por el espíritu misionero que los moviliza a vivir y dar testimonio de la fe, movidos por la inquietud que les surge porque, con frecuencia – dijeron - se encuentran con jóvenes que “aún si se los ve felices, incluso viviendo solidariamente ayudando a los demás”, “no viven contentos”, “no tienen la experiencia del encuentro con Cristo y no sienten la necesidad de la fe”, le pidieron al Santo Padre que los aconsejara para invitar a los amigos a compartir una vida más plena con Cristo. Tres palabras les dejó el Papa: Testimonio, Misión, Oración. Citando al Papa Emérito Benedicto XVI, el Santo Padre señaló que la Iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción: es la atracción la que da el testimonio. Y ese testimonio, agregó, tiene que tener la capacidad de movernos, de hacernos salir, de ir en misión, porque “una Iglesia o un movimiento, una comunidad cerrada, se enferma”. Pero para todo esto, puso en guardia Francisco, es necesaria ante todo la oración: “Nadie puede decir ‘Jesucristo es el Señor’ si el Espíritu Santo no lo inspira. Y para ello es necesaria la oración”. Por último el Pontífice alertó a los jóvenes sobre la tentación del cansancio, porque detrás de ésta, dijo, “se esconde el egoísmo, y, en última instancia, el espíritu mundano”. “Abran la boca a tiempo”, exhortó. “Pidan consejo a tiempo”.          
(GM – RV)Respuesta del Papa: 
        

“Parto de una frase de Papa Benedicto XVI. La Iglesia no crece por proselitismo sino por atracción… La atracción la da el testimonio. Consejo primero: testimonio. O sea, vivir de tal manera que otros tengan ganas de vivir. Como nosotros. Testimonio. No hay otro. No hay otro.     


Vivir de tal manera que otros se interesen en preguntar ¿por qué? El testimonio. El camino del testimonio. Que de eso no hay nada que lo supla. Testimonio en todo. Nosotros no somos salvadores de nadie. Somos transmisores de alguien que nos salvó a todos. Y eso solamente lo podemos transmitir si asumimos en nuestra vida en nuestra carne, en nuestra historia, la vida de ese alguien que se llama Jesús. O sea testimonio. Testimonio.
Y esto no sólo en las obras de caridad. Por supuesto hay que hacerlas porque el protocolo con el cual nos van a juzgar a todos está en Mateo 25 ¿no cierto? Bueno entonces sí, testimonio en las obras de caridad, etc. ¿No? En el trabajo de promoción, de educación, de hacer cosas por los demás.         


No sólo eso no. Sino testimonio de vida. ¿Cómo vivo yo? ¿Tengo doble vida? Es decir ¿me proclamo cristiano y vivo como pagano? La mundanidad espiritual, el espíritu del mundo que Jesús condena tanto. Basta leer el Evangelio de Juan, como es repetitivo en eso.
¿Yo lo comparto más o menos con mi fe cristiana? ¿Mitad y mitad? El testimonio te tiene que agarrar todo. ¿No? Es una opción de vida. O sea, perdón, yo testimonio porque esa es la consecuencia de una opción de vida. Así es que eso es el primer paso. Sin testimonio no podés ayudar a ningún joven ni a ningún viejo. ¡A nadie! Y, evidentemente que todos flaqueamos, que todos somos débiles, que todos tenemos problemas y no siempre damos un buen testimonio. Pero la capacidad de humillarnos dentro, la capacidad de pedir perdón cuando nuestro testimonio no es el que debe ser.     


Y un testimonio que también tenga dentro la capacidad de movernos, de hacernos salir, de ir en misión, que no es ir a hacer proselitismo. Es ir a ayudar, a compartir, y que vean cómo lo hacemos y qué hacemos.    


Yo me repito mucho en esto. Una Iglesia que no sale es una Iglesia “de exquisitos”. Un movimiento eclesial que no sale en misión, es un movimiento “de exquisitos”. Y a lo más, en vez de ir a buscar ovejas para traer, o ayudar o dar testimonio, se dedican al grupito, a peinar ovejas. ¿No? Son peluqueros espirituales. ¿No? Eso no va.  


O sea salir, salir de nosotros mismos. Una Iglesia o un movimiento, una comunidad cerrada se enferma. Tiene todas las enfermedades de la cerrazón. Un movimiento, una Iglesia, una comunidad que sale se equivoca, se equivoca. Pero es tan lindo pedir perdón cuando uno se equivoca. Así que no tengan miedo. Salir en misión. Salir en camino. Somos caminantes. Pero cuidado, santa Teresa lo avisaba, por ahí en el camino, nos gusta un lindo lugar y nos quedamos ahí, ¿no? Nos olvidamos que tenemos que seguir para allá. No quedarnos. Descansar sí, pero después seguir caminando y caminantes, no errantes. Porque se sale para dar algo. Se dale en misión. Pero no se sale para dar vueltas sobre uno mismo, ¿no?, dentro de un laberinto que ni nosotros mismos podemos comprender. Caminantes y no errantes.    


Y ahí sí, con la misión, la oración. Nadie puede decir “Jesucristo es el Señor” si el Espíritu Santo no te lo inspira. Y para eso tenés que rezar. Tenés que reconocer que tenés al Espíritu Santo adentro que y que es el mismo Espíritu Santo el que te da fuerza para ir adelante, ¿no?      


Oración. No dejar la oración. Y la oración a la Virgen que es una de las cosas que en la confesión yo suelo preguntar. Bueno ¿cómo va tu relación con la Virgen? Rosario. Pero la oración. Volvemos a lo que dije antes de la Madre. Para que la Madre me acompañe, me busque, me diga dónde falta el vino, etc., esas cosas que hace ella. Oración, misión, salir.
Y una cosa que ustedes los jóvenes van a tener: la tentación del cansancio. O porque no ves los resultados, o porque bueno el espectáculo se acabó y ya está muy aburrido, y voy a buscar otra cosa. En eso, en el primer síntoma de cansancio que encuentren, cansancio del camino, pero de cualquier forma, abran la boca a tiempo. Pidan consejo a tiempo. Me está pasando esto. Salí “en cuarta” y ahora “estoy marcha atrás”. Pero la tentación del cansancio es muy sutil. Porque detrás de la tentación del cansancio de salir a la misión, se esconde el egoísmo. Y se esconde, en última instancia, el espíritu mundano, ¿no?, volver a la comodidad, al estar bien, a pasarla bien o como quieran. 


Así es que yo te diría: testimonio, para que la luz brille, que no esté escondida debajo de la cama, ¿no?, que brille la luz, y vean las obras buenas que hace el Padre a través de nosotros, obviamente, ¿no? Testimonio. Para que pregunten por qué vivís así, coherencia de vida caminar, caminantes no errantes y cuidarse de la tentación del cansancio. No se me ocurre otra cosa, no cierto. ¿Qué consejo nos da para invitar a nuestros amigos a compartir una vida más plena en Cristo?
Creo que con eso basta, ¿no?”


La mano en el pulso del tiempo, y el oído en el corazón de Dios 


(RV).-El movimiento de Schoenstatt nace en el contexto de la primera guerra mundial. Desde ese momento el padre fundador invita a tener “la mano en el pulso del tiempo, y el oído en el corazón de Dios”, escuchando en los momentos luminosos y también en los más oscuros, esa voz de Dios que llama a colaborar en la realización de su proyecto de amor. Los representantes del movimiento de Schoenstatt, indicando que en el centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial, nos vuelve a sorprender la amenaza del odio y la división, piden al Santo Padre compartir con ellos un secreto: sería el de cómo mantener la alegría y la esperanza a pesar de las dificultades y las guerras de nuestro tiempo, y cómo perseverar en el servicio al enfermo, al pobre, y al desamparado. La oración y el abandono en los brazos del Padre son los primeros ‘secretos’ que Papa Francisco confía. La confianza en que el Señor no nos abandona, y también, el coraje: coraje para ir hacia adelante y aguante para soportar el peso del trabajo. Y a este punto Francisco hace un anotación: este ‘coraje’ y este ‘aguante’ que se da en la vida apostólica debe darse también en la oración. Rezar con coraje porque como dijo Jesús, “todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá” (Jn. 15, 16). Y luego, señaló el Obispo de Roma, el ‘aguante’, cuando “el Señor hace pasar la prueba del rechazo”.        


En todo esto ayuda, “no mirar las cosas desde el centro” porque el único centro “es Jesucristo”. Ayuda la mirada amplia y clara que se da sólo cuando no se miran las cosas desde el centro, sino desde las periferias.

Repuesta del Papa:     

“Bueno no tengo la más pálida idea pero no importa… Un poco por personalidad, yo diría que soy medio inconsciente, ¿no? Entonces la inconsciencia lleva a veces a ser temerario, pero no sé explicar eso que usted me pregunta. 


Eh, no sé sinceramente, ¿no? Eh, rezo y me abandono. Pero me cuesta hacer planes. No sé. Esas dos cosas me atrevo a decir, ¿no? Que el Señor me dio la gracia de tener una gran confianza. De abandonarme a su bondad. Incluso en los momentos de mucho pecado, ¿no? Y como Él no me abandonó, entonces es como que eso me hace más confianzudo, ¿no? Y entonces ir adelante con Él. Tengo mucha confianza. Yo sé que Él no me va a abandonar. Y rezo, ¿no? Eso sí, pido. Porque también soy consciente que de tantas cosas malas y de tantas “macanas” que hice, eh, cuando no me abandoné y quise yo controlar el timón, ¿no? Quise entrar en ese camino tan “embromado” que es el auto salvarse, ¿no?, es decir, no yo me salvo cumpliendo, con el cumplimiento, “cumplo y miento”, cumplimiento, ¿no? El cumplimiento, ¿no?, que era la salvación de los Doctores de la Ley, de los saduceos, de esa gente que le hacía la vida imposible a Jesús, ¿no? Pero no sé. Sinceramente, en serio, no sabría explicarlo. Me abandono rezo. Pero nunca me falla eh. Él no falla. Él no falla. Y he visto que Él es capaz, a través, no digo a través mío, sino a través de la gente de hacer milagros. Yo he visto milagros que el Señor hace a través de la gente que va por este camino de abandonarse en sus manos, ¿no? 


Una cosa que también diría, cuando dije que soy un poco inconsciente, ¿no? La audacia. ¿No? La audacia es una gracia. El coraje. San Pablo decía dos grandes actitudes que tiene que tener el cristiano para predicar a Jesucristo: el coraje y el aguante, ¿no? O sea el coraje de ir adelante y el aguante de soportar el peso del trabajo. Ahora es curioso. Esto que se da en la vida apostólica debe, debe ¡eh!, darse en la oración también. O sea una oración sin coraje es una oración “chirle”, que no sirve. 

Acordémonos de Abrahán cuando, como buen judío, le regatea a Dios. Que si son 45, que si son 40, que si son 30, que si son 20. O sea es “caradura”. Él tiene coraje en la oración.
Acordémonos de Moisés cuando Dios le dice “mirá a este pueblo yo no lo aguanto más, lo voy a destruir, pero quedáte tranquilo que a vos te voy a hacer líder de otro pueblo mejor”. 

“No, no, si borrás a este pueblo, me borrás a mí también”. ¡Coraje eh! En la oración con coraje. Rezar con coraje. “Todo lo que ustedes pidan en mi nombre, si lo piden con fe, y creen que lo tienen, ya lo tienen”. ¿Quién reza así? ¡Somos flojos! El coraje, ¿no? Y después el aguante. Aguantar las contradicciones, no cierto. Aguantar los fracasos en la vida. Los dolores, las enfermedades, no sé, las situaciones duras de la vida, ¿no?
A mí me impresionó que el Padre Superior General de ustedes, o Director General haya hecho referencia a la incomprensión que tuvo que padecer el Padre Kentenich y al rechazo, ¿no? Ese es signo de que un cristiano va adelante. Cuando el Señor le hace pasar la prueba del rechazo. Porque es el signo de los Profetas, los falsos profetas nunca fueron rechazados, porque les decían a los reyes o a la gente lo que querían escuchar. Así que todo “ah qué lindo”, ¿no? Y nada más. No. El rechazo, ¿no?


Ahí está el aguante. Aguantar en la vida hasta ser dejado de lado, rechazado, sin vengarse con la lengua, la calumnia, la difamación. Y después una cosa que es inevitable, no ver, un poco para… o sea vos me preguntabas cuál era mi secreto, no sé, pero a mí me ayuda no mirar las cosas desde el centro, ¿no?


Hay un solo centro. Es Jesucristo. Sino mirar las cosas desde las periferias, ¿no? Porque se ven más, más claras, ¿no?


Cuando uno se va encerrando en el pequeño mundito, el mundito del movimiento, de la parroquia, del arzobispado, o acá, el mundito de la Curia, entonces no se capta la verdad. Sí se la capta quizás en teoría, pero no se capta la realidad de la verdad en Jesús, ¿no? Entonces la verdad se capta mejor desde la periferia que desde el centro, ¿no? Eso a mí me ayuda. 


No sé si es mi secreto o no, pero ciertamente… Me acuerdo cómo cambió la concepción, la cosmovisión del mundo, desde Magallanes en adelante, o sea una cosa era ver el mundo desde Madrid, o Lisboa, y otra cosa era verlo desde allá, desde el Estrecho de Magallanes. Ahí empezaron a entender otra cosa, ¿no?


Esas revoluciones que hacen entender la realidad de otro lado. Lo mismo pasa con nosotros, si nos quedamos encerrados en nuestro mundito, que nos defiende y todo, bueno, no terminamos de entender, ¿no? Y no terminamos de saber cuál es la verdadera situación de una verdad. 


Me decía en estos días, que hubo un gran encuentro acá de penalistas, mundial, ¿no? Uno de ellos, hablando de experiencias, en privado estábamos hablando en ese momento, me decía “y a veces me sucede Padre, cuando voy a la cárcel, “de llorar” junto con un preso.
Entonces ahí tenés un ejemplo. O sea, él ve la realidad, ¿no?, del derecho, de lo que tiene que juzgar, como juez penalista, sino desde la llaga que está allá y esta verdad la ve allá, la ve mejor y para mí es una de las cosa más lindas de estos días, que un juez te diga que tuvo la gracia, tiene la gracia a veces de llorar con un preso, ¿no? O sea ir a la periferia, ¿no cierto? 


Entonces yo te diría: Una sana inconciencia, o sea que Dios hace las cosas, rezar y abandonarse. Coraje y aguante y salir a la periferia. No sé si ese es mi secreto. Pero es lo que se me ocurre decirte de lo que a mí me pasa”.


(GM RV)IGLESIA: DILEXIT ECCLESIAM - Epitafio sobre la tumba del P. José Kentenich

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«Renovación de la Iglesia. Uno piensa en la gran revolución, ¿no? Alguno por ahí dice “el Papa revolucionario”, todas esas historias, ¿no? Pero es la frase quizá de las más antiguas de la Eclesiología», así empieza la quinta respuesta del Santo Padre, en la que alentó a la cultura del encuentro, que es cultura de la alianza. 

 

GRACIELA: Santo Padre, hemos peregrinado como Familia de Schoenstatt desde nuestros Santuarios. Representamos a quienes están espiritualmente presentes desde nuestros países, y tienen el corazón y la mente puestos en el encuentro con Usted. Asimismo, nos alegramos de estar acompañados por representantes de otros carismas. También ellos nos han inspirado. La diversidad y la riqueza de la Iglesia, frutos del Espíritu de Dios, se hacen visibles en este lugar.

BELTRAN: En la Iglesia nos encontramos con Jesús, que nos invita a la comunión para construir juntos el Reino de Dios. El mundo necesita signos de unidad, de generosidad y de voluntades puestas al servicio del prójimo.

GRACIELA: Hoy nuestra Familia de Schoenstatt quiere escucharlo a Usted. ¿Cómo podemos ayudarlo más en la renovación de la Iglesia, y dónde nos sugiere poner los acentos de nuestra acción evangelizadora en esta nueva etapa de nuestra Familia?

Repuesta del Papa:  


Renovación de la Iglesia. Uno piensa en la gran revolución, ¿no? Alguno por ahí dice “el Papa revolucionario”, todas esas historias, ¿no? Pero es la frase quizá de las más antiguas de la Eclesiología. Los latinos, los Padres latinos, decían Ecclesia Semper renovanda. La Iglesia tiene que renovarse continuamente. Esto es desde los primeros siglos de la Iglesia. Y luchaban por eso, para…, los santos hicieron lo mismo, o sea los que llevan adelante la Iglesia son los santos. Que son aquellos que fueron capaces de renovar su santidad, y renovar a través de su santidad, renovar a la Iglesia, ¿no? Ellos son los que llevan adelante la Iglesia. 


O sea que como primero, como el primer favor que les pido, como ayuda, es la santidad. Santidad. No tener miedo a la vida de santidad. Eso es renovar la Iglesia. Renovar la Iglesia no es principalmente hacer un cambio aquí, un cambio allá. Hay que hacerlo porque la vida siempre cambia, y hay que adaptarse. Pero esa no es la renovación, ¿no?
Acá mismo, es público, por eso me atrevo a decirlo, hay que renovar la Curia, se está renovando la Curia, el Banco del Vaticano, hay que renovarlo. Todas son renovaciones de afuera. Esas que dicen los diarios. Es curioso. Ninguno habla de la renovación del corazón. No entienden nada de lo que es renovar la Iglesia. Esa la santidad. Renovar el corazón de cada uno. 


Otra cosa que me ayuda, que fue tu pregunta, la libertad de espíritu. En la medida en que uno reza más y deja que el Espíritu Santo actúe va adquiriendo esa santa libertad de espíritu, que lo lleva a hacer cosas que dan un fruto enorme, ¿no? Libertad de espíritu. Que no es lo mismo que relajo, no, no. No es vaga, pero da lo mismo. No, no. Libertad de espíritu supone fidelidad, , ¿no? y supone oración, ¿no? 


Cuando uno no ora no tiene esa libertad. O sea el que reza tiene libertad de espíritu. Es capaz de hacer “barbaridades” en el buen sentido de la palabra. ¿Y cómo se te ocurrió hacer eso? ¡Qué bien que te salió! Y yo que sé, recé y se me ocurrió. Libertad de espíritu, ¿no?


No encapsularse en, solamente - digo encapsularse, hay que entenderlo bien - en directivas, o cosas que nos aprisionan, ¿no? Volvemos otra vez a la caricatura de los Doctores de la Ley, ¿no?, que por ser tan exactos, tan exactos, en el cumplimiento de los diez mandamientos habían inventado otros 600. No eso no ayuda. No eso te lleva a encerrarte a encapsularte, ¿no cierto? 


Cuando el apóstol planifica, y acá todo algo que quizá a algunos de ustedes no les guste, pero yo lo digo, ¿no cierto? Cuando el apóstol cree que haciendo una buena planificación las cosas van adelante, se equivoca. Es un funcionalista. Eso lo tiene que hacer un empresario, y todo. 


Nosotros tenemos que usar esas cosas, sí. Pero no son la prioridad, sino al servicio de otro, de la libertad de espíritu, de la oración, de la vocación, del celo apostólico, del salir, ¿no? O sea, el funcionalismo, “ojo”, ¿no? 


A veces yo veo en algunas Conferencias Episcopales o en algunos obispados que tienen encargados para cualquier cosa, ¿no? Para todo, ¿no? No se escapa nada, ¿no? Y todo funcional, todo bien arreglado. Pero faltan a veces cosas o hacen la mitad de lo que podrían hacer con menos funcionalismo y más celo apostólico, más libertad interior, más oración, o sea esa libertad interior, ¿no?, ese coraje de salir adelante, ¿no? Eso.
Esto del funcionalismo, para que no haya dudas, lo expliqué bien en Evangelii Gaudium. Pueden fijarse ahí lo que quise decir. 


¿Cuándo un camino, una ayuda, no cierto, es verdadero? Cuando se descentra. El centro es uno solo: Jesucristo. Cuando yo pongo en el centro mis métodos pastorales, mi camino pastoral, mi modo de actuar y todo, descentro a Jesucristo. Toda espiritualidad, todo carisma, en la Iglesia desde el más variado a los más ricos, tiene que ser descentrado. En el centro está el Señor.


Por eso fíjense, cuando Pablo en la Primera Carta a los Corintios habla de los carismas, esas cosas tan lindas, del cuerpo de la Iglesia, cada cual con su carisma, ¿cómo termina? Pero les voy a explicar algo mejor. Y termina hablando del amor. Es decir, de aquello que viene bien de Dios, ¿no? Lo más propio de Dios y que nos enseña a imitarlo a él. Por eso no se olviden esto. Y háganse mucho la pregunta. ¿Yo soy un descentrado, en este sentido, o estoy en el centro, como persona o como movimiento, como carisma? O sea lo que en castellano, perdón que hablo mi lengua porteña, en mi castellano porteño llamamos “figuretti”, ¿no?, es decir, el centro, el centro, es sólo Jesús. Siempre el apóstol es un descentrado. Porque el servidor está al servicio del centro, ¿no? El carisma descentrado no dice nosotros. Nosotros, o yo. Dice Jesús. Y Yo. Jesús y yo. Jesús me pide. Tengo que hacer esto por Jesús. O sea siempre en el centro. Está orbitando en la persona de Jesús, ¿no? No se olviden. Un movimiento, un carisma, necesariamente tiene que ser descentrado. Después una cosa que hoy día se nos pide y se hizo referencia cuando hablamos de las guerras. Somos. Hoy día estamos sufriendo desencuentros cada vez más grandes, ¿no? Y con la clave del desencuentro podemos releer todas las preguntas que hicieron ustedes. 


Desencuentros familiares, desencuentros testimoniales, desencuentros en el anuncio de la Palabra, y del mensaje, desencuentros de guerras, desencuentros de familias, o sea el desencuentro, la división, es el arma que el demonio tiene. Y entre paréntesis les digo que el demonio existe. Por si alguno tiene dudas, ¿no? Existe y se las trae. Existe y se las trae.

Y el camino es el desencuentro que lleva a la pelea, la enemistad. Babel, ¿no? Así como la Iglesia es ese templo de piedras vivas, que edifica el Espíritu Santo, el demonio edifica ese otro templo de la soberbia, del orgullo, que desencuentra, porque cada cual no se entiende, porque habla cosas distintas, que es Babel, ¿no? 


De ahí que tenemos que trabajar por una cultura del encuentro. Una cultura que nos ayude a encontrarnos como familia, como movimiento, como Iglesia, como parroquia. Siempre buscar cómo encontrarse. 


Yo les recomiendo, sería una cosa linda si la pudieran hacer, en estos días, eh, sino se les va de la cabeza, se olvidan: Que agarren en el libro del Génesis la historia de José, ¿no? de José y sus hermanos. Como toda esa historia dolorosa, de traición, de envidia, de desencuentro termina en una historia de encuentro que da lugar a que el pueblo por 400 años crezca y se fortalezca. Ese pueblo elegido por Dios, ¿no? Cultura del encuentro. 
Léanse la historia de José, que son varios capítulos del Génesis. Les va a hacer bien para ver qué es lo que se quiere decir con esto, ¿no? Cultura del encuentro es cultura de la alianza. O sea Dios nos eligió, nos prometió, y en el medio hizo una alianza con su pueblo. 
A Abrahán le dice “caminá que yo te voy a decir lo que te voy a dar”. Y poco a poco le va diciendo que la descendencia que va a tener va a ser como las estrellas del cielo. La promesa. Lo elige con una promesa. Llegado un momento le dice: “bueno ahora alianza”.

Y las diversas alianzas que va haciendo con su pueblo son las que consolidan ese camino de promesa y con el encuentro. 


Cultura del encuentro es cultura de la alianza. Y eso crea solidaridad. Solidaridad eclesial. Ustedes saben que es una de las palabras que está en riesgo. Así como todos los años o cada tres años la Real Academia española se reúne para ver las nuevas palabras que se van creando porque somos una lengua viva, sucede con todas las lenguas vivas, así también algunas van desapareciendo, porque son lenguas muertas, es decir, mueren. Y ya no se usan. Y siendo una lengua viva tiene palabras muertas, ¿no? La que está a punto de morir, o porque la quieren matar, la quieren borrar del diccionario, es la palabra “solidaridad”, ¿no? Y alianza significa solidaridad. Significa creación de destrucción de vínculos. No destrucción de vínculos. Y hoy día estamos viviendo en esta cultura, en esta cultura del provisorio, que es una cultura de destrucción de vínculos.
Lo que hablamos de los problemas de la familia, por ejemplo. Se destruyen los vínculos, en vez de crear vínculos. ¿Por qué? Porque estamos viviendo la cultura del provisorio, del desencuentro, de la incapacidad de hacer alianza, ¿no?


Entonces cultura del encuentro, que eso hace una unidad que no es mentirosa y es la unidad de la santidad, no?, que lleva a la cultura del encuentro. 
Y quizás quiero terminar con esto… En el pueblo elegido, en la Biblia, renovar la alianza, hacer la renovación de la alianza, se renovaba la alianza en tales fiestas, en tales años, o después de haber ganado una batalla, después de haber sido liberados y, venido Jesús, nos pide renovar la alianza, ¿no cierto? Y Él mismo participa de esa renovación en la Eucaristía.


O sea, cuando celebramos la Eucaristía celebramos la renovación de la alianza. No sólo miméticamente, ¿no? Sino de una manera muy honda, muy real, muy profunda. Es la misma presencia de Dios que renueva la alianza con nosotros. Pero también no lo solemos decir porque se nos va de la cabeza o porque no está tan de moda, la renovación de la alianza en el sacramento de la Reconciliación. 


Eso no lo olviden nunca. No lo olviden nunca. Cuando no me confieso porque no se me ocurre qué decirle al cura, algo anda mal. Porque no tenemos luz interior para descubrir la acción del mal espíritu que nos daña, ¿no? O sea esa renovación de la alianza en la Eucaristía y en el sacramento de la Penitencia, de la Reconciliación nos va llevando a la santidad siempre con esta cultura del encuentro, con esta solidaridad, con esta creación de vínculos.

 

Y esto es lo que les deseo a ustedes, ¿no cierto? Que en este mundo de desencuentros, de difamaciones, calumnias, destrucciones con la lengua, todo eso, lleven ustedes adelante esta cultura del encuentro renovando la alianza. Y claro nadie puede ser educado solo. Necesita que la Madre lo eduque. Así que los encomiendo a todos ustedes a la Madre para que los siga haciendo caminar adelante en esta renovación de la alianza. Gracias.
(Transcripción de María Fernanda Bernasconi)(CdM - RV)

 

 

El padre Di Felice explica cómo Pablo VI plantó cara al mundo y a la Curia al escribir Humanae Vitae

El P. Francesco di Felice, un sacerdote italiano que trabajó en la Secretaría de Estado del Vaticano durante el pontificado del Papa Pablo VI, relató la increíble historia detrás de la Humanae Vitae, la encíclica que en 1968 se convertiría en la más contestada de la historia de la Iglesia.           

Para escribir la carta encíclica Humanae Vitae sobre la regulación de la natalidad, el Papa Pablo VI recogió el trabajo iniciado por San Juan XXIII quien creó la“Comisión para el estudio de problemas de población, familia y natalidad” para tener una mejor comprensión de la acción de los anticonceptivos, algo que en la época no era muy conocido.

La Comisión escribió un informe para el Papa Pablo VI –que se filtró a los medios– y que aumentó la presión sobre él. En esencia el informe se dividía en dos partes:la opinión de la mayoría que apoyaba la anticoncepción y su respuesta a la minoría; y la opinión de la minoría que sostenía que los anticonceptivos debían rechazarse de acuerdo a la enseñanza de la Iglesia.     

En declaraciones a ACI Prensa, el Padre Di Felice explicó que “Pablo VI tomó estos dos documentos, el de la mayoría y el de la minoría, los llevó a su capilla privada y pasó toda la noche en oración, preguntándose ¿qué debo elegir para el bien de las almas?”

“Entonces, a la luz del alba, a las primeras luces, le vino como una iluminación, una decisión firme, como si le reconfortara el Espíritu Santo, y dijo. ‘¡Esto es lo que debo elegir!’. Y fue una gran elección, porque si nosotros admitíamos el uso de las píldoras que altera el misterio de la vida, el curso natural se alteraría y habría sido un desastre”.

De hecho, como consecuencia de la reacción contestaría que recibió el documento a nivel mundial, incluso de importantes teólogos, el Santo Padre no volvería a escribir una encíclica en los 10 años restantes de su pontificado que concluyó en 1978. En los cinco años anteriores había escrito 7 encíclicas.        

Por todo esto, el entonces Secretario de Estado, el Cardenal Agostino Casaroli, diría luego, que “la mañana del 25 de julio de 1968 Pablo VI celebró la Misa del Espíritu Santo, pidió luz de lo Alto y firmó: firmó su firma más difícil, una de sus firmas más gloriosas. Firmó su propia pasión”.

La primera parte del Sínodo de la familia se resume en estos 57 puntos oficiales: texto completo

 

 

El Cardenal Peter Erdö, Relator general del Sínodo, presentó la “Relatio post disceptationem”, es decir la “Relación después de la discusión” de esta III Asamblea General Extraordinaria sobre la familia, que recopila las reflexiones principales que los Padres Sinodales han emitido durante estos días y que constituye la base para los documentos finales del Sínodo.    

Asimismo se anunció el tema del 14º Sínodo general ordinario, que se celebrará del 4 al 25 de octubre de 2015, sobre el tema: “La vocación y la misión de la familia de la Iglesia en el mundo contemporáneo”.   

Esta Relación consta de tres líneas-guía, a saber:    

-escuchar el contexto socio-cultural en el que viven las familias hoy; 
-confrontarse sobre las perspectivas pastorales que hay que emprender 
-y sobre todo, tener la mirada puesta en Cristo, y en su Evangelio de la familia. 

También se afirma que se necesita una “dimensión nueva de la pastoral familiar”, que haga madurar las semillas, como esos matrimonios civiles caracterizados por la estabilidad, el afecto profundo, la responsabilidad con respeto a los hijos y que pueden conducir al vínculo sacramental. También porque con frecuencia las convivencias o las uniones de hecho son dictadas por exigencias prácticas, como la obtención de un trabajo fijo. 

Verdadera “casa paterna”, “antorcha en medio de la gente” – dijo el purpurado – la Iglesia, entonces, debe acompañar “con paciencia y delicadeza”, “con atención y cuidado a sus hijos más frágiles, aquellos marcados por el amor herido y perdido”, dándoles “confianza y esperanza”.

En cuanto al acceso al sacramento de la Eucaristía para los divorciados vueltos a casar, la Relación enumera las principales sugerencias que surgieron del Sínodo:

-mantener la disciplina actual;          
-poner en práctica una apertura mayor para casos particulares, insolubles sin nuevas injusticias y sufrimientos;  
-u optar por la vía “penitencial”.       

Permanece aún abierta la cuestión de la “comunión espiritual”, para la cual se pide mayor profundización teológica, así como también se pide mayor reflexión sobre los matrimonios mixtos y sobre los “problemas graves” ligados a la diversa disciplina nupcial de las Iglesias ortodoxas.            

En cuanto a las personas homosexuales, se subraya que tienen “dotes y cualidades que ofrecer a la comunidad cristiana”. Por lo tanto, se pide que la Iglesia sea “casa acogedora”, manteniendo el firme no a las uniones homosexuales y a aquellas presiones de organismos internacionales que ligan las ayudas financieras a la introducción de normativas inspiradas en la ideología del gender (ideología de género, en español),

Sin negar las problemáticas morales relacionadas a las uniones homosexuales se toma en conocimiento que hay casos en el que el mutuo apoyo hasta el sacrificio constituye un apoyo precioso para la vida de los partners (parejas, asociados). 

Además, la Iglesia tiene una atención especial hacia los niños que viven con parejas del mismo sexo, reafirmando que en primer lugar deben ponerse siempre las exigencias y los derechos de los pequeños.          

En fin, el Cardenal Erdö subrayó que el diálogo sinodal se ha desarrollado “con gran libertad y con un estilo de escucha recíproca”. Y recordó que las reflexiones propuestas hasta ahora no son decisiones ya tomadas: el camino, en efecto, proseguirá con el Sínodo general ordinario, también sobre el tema de la familia, programado para octubre del próximo año 2015.          

Texto completo de la Relatio post disceptationem           

III ASAMBLEA GENERAL EXTRAORDINARIA   
DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS          

RELATIO POST DISCEPTATIONEM 

Su Eminencia Cardenal Péter Erdő         
Relator General       


(Traducción no oficial)          

Introducción

I Parte
La escucha: el contexto y los desafíos de la familia 3         
El contexto socio-cultural 3  
La importancia de la vida afectiva 4
Los desafíos pastorales 4      

II Parte          
La mirada en Cristo: el Evangelio de la familia 5    
La mirada en Jesús y la gradualidad en la historia de la salvación 5           
La familia en el plan salvífico de Dios 5      
El discernimiento de los valores presentes en las familias heridas 
y en las situaciones irregulares 6       
Verdad y belleza de la familia y misericordia 6       

III Parte         
El encuentro: perspectivas pastorales 8        
Anunciar el Evangelio de la familia hoy, en los diversos contextos 8        
Guiar a los novios en el camino de preparación al matrimonio 9     
Acompañar los primeros años de la vida matrimonial 9      
Lo positivo en las uniones civiles y en las convivencias 10
Sanar las familias heridas (separados, divorciados no vueltos a casar,
divorciados vueltos a casar) 10         
Acoger a las personas homosexuales 12       
La trasmisión de la vida y el desafío de la disminución de la natalidad 13            
El desafío de la educación y el rol de la familia en la evangelización 13    

Conclusión 14

Introducción

71. En la vigilia de oración celebrada en la Plaza de San Pedro el sábado 4 de octubre de 2014 en preparación al Sínodo de la familia, el Papa Francisco ha evocado de manera simple y concreta la centralidad de la experiencia familiar en la vida de todos, expresándose así: «Cae ya la noche sobre nuestra asamblea. Es la hora en la cual gustoso se regresa a casa para reunirse en la misma mesa, en espesor de los afectos, del bien realizado y recibido, de los encuentros que calientan el corazón y lo hacen crecer, del vino bueno que anticipa en los días del hombre la fiesta sin ocaso. Es también la hora más pesada para quien se encuentra a “tú a tú” con su propia soledad, en el crepúsculo amargo de los sueños y de los proyectos rotos: cuantas personas arrastran sus jornadas en el callejón sin salida de la resignación, del abandono, también del rencor; en cuantas casas se ha terminado el vino de la alegría y, por consiguiente, el sabor – la sabiduría misma – de la vida [...] De unos y de otros esta noche somos sus voces con nuestra oración, una oración para todos».

72. Vientre de gozo y de prueba, de profundos afectos y de relaciones a veces heridas, la familia es verdaderamente “escuela de humanidad” («Familia schola quaedam uberioris humanitatis est»: Concilio Vaticano II, Constitución sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo, Gaudium et Spes, 52), de la cual se advierte fuertemente la necesidad. No obstante las diversas señales de crisis de la institución familiar en los diversos contextos de la “aldea global”, el deseo de familia permanece vivo, especialmente entre los jóvenes, y esto motiva la necesidad de que la Iglesia anuncie sin descanso y con profunda convicción el “Evangelio de la familia” que le ha sido confiado con la revelación del amor de Dios en Jesucristo.

73. Sobre la realidad de la familia, decisiva y preciosa, el Obispo de Roma ha invitado a reflexionar al Sínodo de los Obispos en la Asamblea General Extraordinaria de octubre 2014, para después profundizar la reflexión en la Asamblea General Ordinaria que se tendrá en octubre de 2015, además durante el entero año que trascurre entre los dos eventos sinodales. «Ya el convenire in unum alrededor del Obispo de Roma es un evento de gracia, en el cual la colegialidad episcopal se manifiesta en un camino de discernimiento espiritual y pastoral»: así el Papa Francisco ha descrito la experiencia sinodal, indicando las tareas en la doble escucha de los signos de Dios y de la historia de los hombres y en la consiguiente y única fidelidad que sigue.  

74. A la luz del mismo discurso hemos recogido los resultados de nuestras reflexiones y de nuestras conversaciones en las siguientes tres partes: la escucha, para mirar la realidad de la familia hoy, en la complejidad de sus luces y de sus sombras; la mirada fija en Cristo para repensar con renovada frescura y entusiasmo cuanto la revelación, transmitida en la fe de la Iglesia, nos dice sobre la belleza y sobre la dignidad de la familia; el encuentro con el Señor Jesús para discernir los caminos con los cuales renovar la Iglesia y la sociedad en su compromiso por la familia.            

PRIMERA PARTE
La escucha: el contexto y los desafíos de la familia         

El contexto socio-cultural   


75. El cambio antropológico y cultural actual; influye en todos los aspectos de la vida y necesita un enfoque analítico y diversificado, capaz de tomar las formas positivas de la libertad individual. Es señalado también el creciente peligro representado por un individualismo exasperado que desnaturaliza las relaciones familiares y termina por considerar a cada componente de la familia como una isla, haciendo prevalecer, en ciertos casos, la idea de un sujeto que se construye según sus propios deseos tomados como un absoluto.

76. La prueba más grande para las familias de nuestro tiempo a menudo es la soledad, que destruye y provoca una sensación general de impotencia con relación a la realidad socio-económica que muchas veces termina por aplastarlos. Esto se debe a la creciente precariedad laboral que es vivida tantas veces como una verdadera pesadilla, o por motivo de los impuestos demasiado pesados que, por cierto, no anima a los jóvenes al matrimonio.

77. Existen contextos culturales y religiosos que ponen desafíos particulares. En las sociedades africanas rige todavía la práctica de la poligamia y en algunos contextos tradicionales el hábito del “matrimonio por etapas”. En otros contextos persiste la práctica de los matrimonios combinados. En los países en los cuales la religión católica es minoría son numerosos los matrimonios mixtos con todas las dificultades que conlleva en orden a la configuración jurídica, la educación de los hijos y el recíproco respeto del punto de vista de la libertad religiosa, pero también con las grandes potencialidades del encuentro en la diversidad de la fe que estas historias de vida familiar presentan. En muchos contextos, y no sólo occidentales, se va difundiendo ampliamente la praxis de la convivencia antes del matrimonio o también de la convivencia no orientada a asumir la forma de un vínculo institucional. 

78. Son muchos los niños que nacen fuera del matrimonio, especialmente en algunos países, y muchos aquellos que después crecen con uno solo de los padres o en un contexto familiar extendido o reconstituido. El número de los divorciados es creciente y no es raro el caso de opciones determinadas únicamente por factores de orden económico. La condición de la mujer todavía tiene necesidad de ser defendida y promovida ya que se registran no pocas situaciones de violencia al interno de las familias. Los niños frecuentemente son objeto de disputas entre padres y los hijos son las verdaderas víctimas de las laceraciones familiares. También las sociedades afectadas por la violencia a causa de la guerra, del terrorismo o de la presencia de la criminalidad organizada, observan situaciones familiares deterioradas. Las migraciones además representan otro signo de los tiempos para afrontar y comprender, con toda la carga de consecuencias sobre la vida familiar. 

La importancia de la vida afectiva
79. Frente al cuadro social delineado se encuentra en los individuos una mayor necesidad de tener cuidado de su propia persona, de conocerse interiormente, de vivir mejor en sintonía con sus propias emociones y propios sentimientos, de buscar una cualidad relacional en la vida afectiva. Del mismo modo, se puede encontrar un deseo generalizado de la familia que acompaña la búsqueda de sí mismo. Pero, ¿Cómo cultivar y sostener esta tensión del cuidado de sí mismo y este deseo de familia? Aquí también existe un gran desafío para la Iglesia. El peligro individualista y el riesgo de vivir en clave egoísta son relevantes.

80. El mundo actual parece valorizar una afectividad sin límites de la cual se quieren explorar todos sus componentes, también aquellos más complejos. De hecho, la cuestión de la fragilidad afectiva es de gran actualidad: una afectividad narcisista, inestable y mutable que no ayuda siempre a los sujetos a alcanzar una mayor madurez. En este contexto, las parejas son a veces inciertas, dudosas y luchan por encontrar los modos para crecer. Muchos son aquellos que tienden a permanecer en las etapas primarias de la vida emocional y sexual. La crisis de la pareja desestabiliza la familia y puede llegar a través de las separaciones y los divorcios a producir serias consecuencias para los adultos, los hijos y la sociedad, debilitando al individuo y los lazos sociales. También la disminución demográfica no sólo determina una situación en la cual la sucesión de las generaciones no está asegurada, sino que corre el riesgo, con el pasar del tiempo, de llegar a un empobrecimiento económico y una pérdida de esperanza en el futuro.

Los desafíos pastorales       


81. En este contexto la Iglesia advierte la necesidad de dar una palabra de esperanza y de sentido. Es necesario partir de la convicción de que el hombre viene de Dios y que, por lo tanto, una reflexión capaz de proponer las grandes cuestiones sobre el significado del ser hombres, puede encontrar un terreno fértil en las expectativas más profundas de la humanidad. Los grandes valores del matrimonio y de la familia cristiana corresponden a la búsqueda que atraviesa la existencia humana también en un tiempo marcado por el individualismo y el hedonismo. Es necesario aceptar a las personas con su existencia concreta, saber sostener la búsqueda, alentar el deseo de Dios y la voluntad de sentirse plenamente parte de la Iglesia, incluso de quien ha experimentado el fracaso o se encuentra en las situaciones más desesperadas. Esto exige que la doctrina de la fe, que siempre se debe hacer conocer en sus contenidos fundamentales, vaya propuesta junto a la misericordia.

II PARTE     

La mirada en Cristo: el Evangelio de la familia  

La mirada en Jesús y la gradualidad en la historia de la salvación       


82. Con el fin de «verificar nuestro paso en el terreno de los desafíos contemporáneos, la condición decisiva es mantener fija la mirada en Jesucristo, detenerse en la contemplación y en la adoración de su rostro [...] De hecho, cada vez que regresamos a la fuente de la experiencia cristiana se abren nuevos caminos y posibilidades impensables» (Papa Francisco, Discurso del 4 octubre 2014). Jesús ha mirado a las mujeres y a los hombres que ha encontrado con amor y ternura, acompañando sus pasos con paciencia y misericordia, al anunciarles las exigencias del Reino de Dios.           

83. Desde el momento en que el orden de la creación es determinado por la orientación a Cristo, es necesario distinguir sin separar los diversos grados mediante los cuales Dios comunica a la humanidad la gracia de la alianza. En razón de la ley de la gradualidad (cf. Familiaris Consortio, 34), propia de la pedagogía divina, se trata de leer en términos de continuidad y novedad la alianza nupcial, en el orden de la creación y en el de la redención.

84. Jesús mismo, refiriéndose al plan original sobre la pareja humana, reafirma la unión indisoluble entre el hombre y la mujer, mientras comprende que «por la dureza de sus corazones Moisés les ha permitido repudiar a sus esposas, pero desde el principio no fue así» (Mt 19,8). De tal modo, Él muestra cómo la condescendencia divina acompaña siempre el camino humano, orientándolo hacia su principio, no sin antes pasar a través de la cruz.

La familia en el plan salvífico de Dios       


85. Porque, con el compromiso de la recíproca aceptación y con la gracia de Cristo los novios se prometen fidelidad y apertura a la vida, ellos reconocen como elementos constitutivos del matrimonio, los dones que Dios les ofrece a ellos, tomando en serio su mutuo empeño, en su nombre y frente a la Iglesia. Ahora, en la fe es posible asumir los bienes del matrimonio como compromiso mejor sostenido mediante la ayuda de la gracia del sacramento. Dios consagra el amor de los esposos y les confirma la indisolubilidad, ofreciéndoles la ayuda para vivir la fidelidad y abrirse a la vida. Por lo tanto, la mirada en la Iglesia no se dirige solamente a la pareja, sino a la familia.

86. Podemos distinguir tres etapas fundamentales en el plan divino sobre la familia: la familia de los orígenes, cuando Dios creador instituyó el matrimonio primordial entre Adán y Eva, como fundamento sólido de la familia: hombre y mujer los creó (cf. Gn 1,24-31; 2,4b); la familia histórica, herida por el pecado (cf. Gn 3) y la familia redimida por Cristo (cf. Ef 5,21-32), a imagen de la Santísima Trinidad, misterio del cual brota todo amor verdadero. La alianza nupcial, inaugurada con la creación y revelada en la historia entre Dios e Israel, llega a su plenitud con Cristo en la Iglesia.    

El discernimiento de los valores presentes en las familias heridas y en las situaciones irregulares 


87. En consideración del principio de gradualidad en el plan salvífico divino, nos preguntamos ¿Qué posibilidades tienen los cónyuges que viven el fracaso de su matrimonio? o ¿Cómo es posible ofrecerles a ellos la ayuda de Cristo por medio del ministerio de la Iglesia? A este propósito, una significativa clave hermenéutica proviene de las enseñanzas del Concilio Vaticano II, el cual, mientras afirma que «la única Iglesia de Cristo subsiste en la Iglesia católica», también reconoce que «fuera de su organismo se encuentran diversos elementos de santificación y de verdad, que, perteneciendo propiamente por don de Dios a la Iglesia de Cristo, impulsan hacia la unidad católica» (Lumen Gentium, 8). 

88. Bajo esta luz, son sobre todo reafirmados los valores y la consistencia propia del matrimonio natural. Algunos se preguntan si es posible que la plenitud sacramental del matrimonio no excluya la posibilidad de reconocer elementos positivos también en las formas imperfectas que se encuentran fuera de tal realidad nupcial, a ella de todos modos ordenada. La doctrina de los grados de comunión, formulada por el Concilio Vaticano II, confirma la visión de un modo articulado de participar en el Mysterium Ecclesiae por parte de los bautizados.     

89. En la misma perspectiva, que podríamos llamar inclusiva, el Concilio también abre el horizonte en el cual se aprecian los elementos positivos presentes en las otras religiones (cf. Nostra Aetate, 2) y culturas, no obstante sus límites y sus insuficiencias (cf. Redemptoris Missio, 55). De la mirada dirigida a la sabiduría humana presente en ella, de hecho, la Iglesia comprende como la familia viene considerada universalmente una forma necesaria y fecunda de convivencia humana. En este sentido, el orden de la creación, en el cual planta sus raíces la visión cristiana de la familia, se despliega a nivel histórico, en las diversas expresiones culturales y geográficas.         

90. Se hace por lo tanto necesario un discernimiento espiritual, acerca de las convivencias y de los matrimonios civiles y los divorciados vueltos a casar, compete a la Iglesia reconocer estas semillas del Verbo dispersas más allá de sus confines visibles y sacramentales. Siguiendo la amplia mirada de Cristo, cuya luz ilumina a todo hombre (cf. Gv 1,9; cf. Gaudium et Spes, 22), la Iglesia se dirige con respeto a aquellos que participan en su vida de modo incompleto e imperfecto, apreciando más los valores positivos que custodian, en vez de los límites y las faltas.

Verdad y belleza de la familia y misericordia      


91. El Evangelio de la familia, mientras resplandece gracias al testimonio de tantas familias que viven con coherencia la fidelidad al sacramento, con sus frutos maduros de auténtica santidad cotidiana, nutre además estas semillas que todavía esperan madurar, y debe sanar aquellos árboles que se han marchitado y piden no ser descuidados.

92. En este sentido, una nueva dimensión de la pastoral familiar actual, consiste en captar la realidad de los matrimonios civiles y, hechas las debidas diferencias, también de las convivencias. De hecho, cuando la unión alcanza una notable estabilidad a través de un vínculo público, está marcada por un afecto profundo, por una responsabilidad en relación a los hijos, con la capacidad de resistir a las pruebas, pueden ser vistos como un germen para acompañar el desarrollo hacia el sacramento del matrimonio. Muchas veces, en cambio, la convivencia se establece no en vista de un posible futuro matrimonio, sino sin alguna intención de establecer una relación institucional.  

93. De acuerdo a la mirada misericordiosa de Jesús, la Iglesia debe acompañar con atención y cuidado a sus hijos más frágiles, marcados por el amor herido y perdido, dándoles confianza y esperanza, como la luz del faro de un puerto o una antorcha llevada en medio de la gente para iluminar a aquellos que han perdido la dirección o se encuentran en medio de la tempestad.         

III PARTE   

El encuentro: perspectivas pastorales       

Anunciar el Evangelio de la familia hoy, en diversos contextos 


94. El diálogo sinodal ha permitido acordar algunas instancias pastorales más urgentes para confiarlas a su concretización en las Iglesias locales particulares, en comunión cum Petro et sub Petro.  

95. El anuncio del Evangelio de la familia constituye una urgencia para la nueva evangelización. La Iglesia debe realizarlo con ternura de madre y claridad de maestra (cf. Ef 4,15), en fidelidad a la kenosis misericordiosa de Cristo. La verdad se encarna en la fragilidad humana no para condenarla, sino para sanarla.       

96. Evangelizar es responsabilidad compartida de todo el pueblo de Dios, cada uno según su propio ministerio y carisma. Sin el testimonio alegre de los esposos y de las familias, el anuncio, aunque sea correcto, corre el riesgo de ser incomprendido o de ahogarse en el mar de palabras que caracteriza nuestra sociedad (cf. Novo Millennio Ineunte, 50). Los Padres sinodales han subrayado varias veces que las familias católicas están llamadas a ser en sí mismas los sujetos activos de toda la pastoral familiar.  

97. Será decisivo resaltar la primacía de la gracia, y la posibilidad que el Espíritu da en el sacramento. Se trata de hacer experimentar que el Evangelio de la familia sea alegría que «llena el corazón y la vida entera», porque en Cristo somos «liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento» (Evangelii Gaudium, 1). A la luz de la parábola del sembrador (cf. Mt 13, 3), nuestra tarea es de cooperar en la siembra: el resto es obra de Dios. Es necesario no olvidar que la Iglesia que predica sobre la familia es signo de contradicción.

98. Para esto se requiere una conversión misionera: es necesario no detenerse en un anuncio meramente teórico y desconectado de los problemas reales de las personas. Nunca hay que olvidar que la crisis de la fe ha comportado una crisis del matrimonio y de la familia, y como consecuencia, se ha interrumpido frecuentemente la transmisión de la fe de los padres a los hijos. Frente a una fe fuerte, la imposición de algunas perspectivas culturales que debilitan a la familia y al matrimonio no tienen ninguna incidencia.     

99. La conversión debe ser sobretodo aquella del lenguaje para que resulte efectivamente significativa. El anuncio debe hacer experimentar que el Evangelio de la familia como respuesta a las expectativas más profundas de la persona humana: a su dignidad y a la realización plena en la reciprocidad y en la comunión. No se trata solamente de presentar una normativa sino de proponer valores, respondiendo a la necesidad de estos, que se constata hoy también en los países más secularizados.        

100. La indispensable profundización bíblica-teológica va acompañada del diálogo, en todos los niveles. Muchos han insistido sobre un acercamiento más positivo con las riquezas contenidas también en las diversas experiencias religiosas, sin callar las dificultades. En las diversas realidades culturales son acogidas en primer lugar las posibilidades y a su luz rechazados los límites y las radicalizaciones.

101. El matrimonio cristiano no puede ser considerado sólo como una tradición cultural o una exigencia social, sino que debe ser una decisión vocacional asumida con una adecuada preparación en un itinerario de fe, con un discernimiento maduro. No se trata de poner dificultades y complicar los ciclos de formación, sino de ir en profundidad y de no contentarse con encuentros teóricos o con orientaciones generales. 

102. Ha sido concordante el reclamo de la necesidad de una conversión de toda la praxis pastoral en perspectiva familiar, superando las ópticas individualistas que todavía la caracterizan. Por esto, se ha insistido muchas veces en la renovación -bajo esta luz- de la formación de los presbíteros y de los otros agentes pastorales, a través de una implicación mayor de las mismas familias.   

103. A la vez, se ha subrayado la necesidad de una evangelización que denuncie con sinceridad los factores culturales, sociales y económicos; por ejemplo, el espacio excesivo dado a la lógica del mercado, que impiden una auténtica vida familiar, determinando discriminaciones, pobreza, exclusiones, violencia. Por eso, es necesario desarrollar un diálogo y una cooperación con las estructuras sociales, animar y sostener a los laicos que se comprometen en el ámbito cultural y socio-político.

Guiar a los novios en el camino de preparación al matrimonio 


104. La compleja realidad social y los desafíos que la familia está llamada hoy a enfrentar requieren un mayor compromiso de toda la comunidad cristiana para la preparación de los novios al matrimonio. Con respecto a esta necesidad, los Padres sinodales han acordado el subrayar la exigencia de una mayor simplificación de la entera comunidad privilegiando el testimonio de las mismas familias, así como un arraigamiento de la preparación al matrimonio en el camino de iniciación cristiana, subrayando la relación del matrimonio con los otros sacramentos. También se puso de relieve la necesidad de programas específicos para la preparación próxima al matrimonio, para que sean una verdadera experiencia de participación en la vida eclesial y se profundicen los diversos aspectos de la vida familiar.

Acompañar los primeros años de la vida matrimonial   


105. Los primeros años de matrimonio son un período vital y delicado, durante el cual las parejas crecen en la conciencia de los desafíos y del significado del matrimonio. De aquí la exigencia de un acompañamiento pastoral que vaya más allá de la celebración del sacramento. Es de gran importancia en esta pastoral la presencia de parejas con experiencia. La parroquia es considerada como el lugar ideal donde parejas expertas pueden ponerse a disposición de aquellas más jóvenes. Es necesario animar a las parejas con una actitud fundamentalmente de recepción al gran don de los hijos. Se subraya la importancia de la espiritualidad familiar y de la oración, alentando a las parejas a reunirse regularmente para promover el crecimiento de la vida espiritual y la solidaridad en las exigencias concretas de la vida. Liturgias significativas, prácticas devocionales y Eucarísticas celebradas en familia, han sido mencionadas como vitales para favorecer la evangelización a través de la familia.

Lo positivo en las uniones civiles y en las convivencias   


106. Una sensibilidad nueva de la pastoral actual, consiste en acoger la realidad positiva de los matrimonios civiles y, reconociendo las debidas diferencias entre las convivencias. Es necesario que en la propuesta eclesial, aún presentando con claridad el ideal, indiquemos también elementos constructivos en aquellas situaciones que no corresponden todavía o aún no a tal ideal.   

107. Ha estado también puesto en relieve que en muchos países hay un «número creciente de parejas que conviven ad experimentum, sin matrimonio ni canónico ni civil y sin ningún registro» (Instrumentum Laboris, 81). En África esto se lleva a cabo especialmente en el matrimonio tradicional, acordado entre familias y a menudo celebrado en diversas etapas. De frente a tales situaciones, la Iglesia está llamada a ser «siempre la casa abierta del Padre […]es la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas» (Evangelii Gaudium, 47) y a ir al encuentro de quien siente la necesidad de reemprender su camino de fe, aunque no sea posible celebrar el matrimonio canónico.            

108. También en Occidente está en continuo crecimiento el número de aquellos que, después de haber vivido juntos desde hace mucho tiempo, solicitan la celebración del matrimonio en la Iglesia. La simple convivencia es a menudo elegida a causa de la mentalidad general, contraria a las instituciones y a los compromisos definitivos, pero también por la expectativa de una seguridad existencial (trabajo y salario fijo). En otros países, las uniones “de hecho” son muy numerosas, no por motivo del rechazo de los valores cristianos sobre la familia y el matrimonio; sino sobre todo por el hecho de que casarse es un lujo, de modo que la miseria material empuja a vivir en uniones “de hecho”. También en tales uniones es posible acoger los valores familiares auténticos o al menos el deseo de ellos. Es necesario que el acompañamiento pastoral parta siempre de estos aspectos positivos.          

109. Todas estas situaciones deben ser abordadas de manera constructiva, buscando transformarlas en oportunidad de camino hacia la plenitud del matrimonio y de la familia a la luz del Evangelio. Se trata de acogerlas y acompañarlas con paciencia y delicadeza. Con esta finalidad, es importante el testimonio atractivo de auténticas familias cristianas, como sujetos de evangelización de la familia.   


Sanar las familias heridas (separados, divorciados no vueltos a casar, divorciados vueltos a casar).

110. En el Sínodo ha resonado la clara necesidad de opciones pastorales valientes. Reconfirmando con fuerza la fidelidad al Evangelio de la familia, los Padres sinodales, han advertido la urgencia de nuevos caminos pastorales, que partan de la efectiva realidad de las fragilidades familiares, reconociendo que estas, la mayoría de las veces, han sido “sufridas” más que elegidas en plena libertad. Se trata de situaciones diversas por factores ya sean personales o culturales y socio-económicos. No es sabio pensar en soluciones únicas o inspiradas en la lógica del “todo o nada”. El diálogo y el debate vividos en el Sínodo deberán continuar en las Iglesias locales, involucrando los diversos componentes, en manera de que las perspectivas que se han delineado puedan encontrar la plena madurez en el trabajo de la próxima Asamblea General Ordinaria. La guía del Espíritu, constantemente invocado, permitirá a todo el pueblo de Dios vivir la fidelidad al Evangelio de la familia como un misericordioso hacerse cargo de todas las situaciones de fragilidad.

111. Cada familia herida debe ser primero escuchada con respeto y amor haciéndose de ellas compañeros de camino como Cristo con los discípulos de Emmaus. Valen en manera particular para estas situaciones las palabras del Papa Francisco: «La Iglesia tendrá que iniciar a sus hermanos –sacerdotes, religiosos y laicos– en este “arte del acompañamiento”, para que todos aprendan siempre a quitarse las sandalias ante la tierra sagrada del otro (cf. Ex 3,5). Tenemos que darle a nuestro caminar el ritmo sanador de projimidad, con una mirada respetuosa y llena de compasión, pero que al mismo tiempo sane, libere y aliente a madurar en la vida cristiana» (Evangelii Gaudium, 169).           

112. Un tal discernimiento es indispensable para los separados y divorciados. Debe ser respetado sobretodo el sufrimiento de aquellos que han sufrido injustamente la separación y el divorcio. El perdón por la injusticia sufrida no es fácil, pero es un camino que la gracia hace posible. Del mismo modo, va siempre subrayado que es indispensable hacerse cargo de manera leal y constructiva de las consecuencias de la separación o del divorcio, en los hijos: ellos no pueden convertirse en un “objeto” de contienda y se deben buscar las formas mejores para que puedan superar el trauma de la división familiar y crecer en el modo más posible sereno. 

113. Diversos Padres han subrayado la necesidad de hacer más accesibles y ágiles los procedimientos para el reconocimiento de casos de nulidad. Entre las propuestas han sido indicadas la superación de la necesidad de la doble sentencia conforme; la posibilidad de determinar una vía administrativa bajo la responsabilidad del obispo diocesano; un proceso sumario para realizar en los casos de nulidad notoria. Según propuestas autorizadas, se debe considerar la posibilidad de dar relevancia a la fe de los novios en orden a la validez del sacramento del matrimonio. Hay que destacar que en todos los casos se trata de establecer la verdad sobre la validez del vínculo.    

114. Sobre la agilización del procedimiento de las causas matrimoniales, solicitado por muchos, además de la preparación de suficientes operadores, clérigos y laicos con dedicación prioritaria, se pide el aumento de la responsabilidad del obispo diocesano, el cual en su diócesis podría encargar a un sacerdote debidamente preparado que pueda gratuitamente aconsejar a las partes sobre la validez del matrimonio.   

115. Las personas divorciadas pero no vueltas a casar son invitadas a encontrar en la Eucaristía el alimento que los sostenga en su estado. La comunidad local y los pastores deben acompañar a estas personas con preocupación, sobre todo cuando hay hijos o es grave su situación de pobreza. 

116. También las situaciones de los divorciados y vueltos a casar requieren un discernimiento atento y un acompañamiento lleno de respeto, evitando cualquier lenguaje o actitud que les haga sentir discriminados. Hacerse cargo de ellos no supone para la comunidad cristiana un debilitamiento de la fe y del testimonio de la indisolubilidad matrimonial, sino que expresa su caridad con este cuidado.           

117. Con respecto a la posibilidad de acceder a los sacramentos de la Penitencia y de la Eucarística, algunos han argumentado a favor de la disciplina actual en virtud de su fundamento teológico, otros se han expresado por una mayor apertura a las condiciones bien precisas cuando se trata de situaciones que no pueden ser disueltas sin determinar nuevas injusticias y sufrimientos. Para algunos, el eventual acceso a los sacramentos debe ir precedido de un camino penitencial –bajo la responsabilidad del obispo diocesano-, y con un compromiso claro a favor de los hijos. Se trataría de una posibilidad no generalizada, fruto de un discernimiento actuado caso por caso, según una ley de la gradualidad, que tenga presente la distinción entre el estado de pecado, estado de gracia y circunstancias atenuantes.

118. Sugerir de limitarse a la sola “comunión espiritual” para no pocos Padres sinodales plantea algunas preguntas: ¿si es posible la comunión espiritual, por qué no es posible acceder a la sacramental? Por eso ha sido solicitada una mayor profundización teológica a partir de los vínculos entre el sacramento del matrimonio y Eucaristía en relación a la Iglesia-sacramento. Del mismo modo, debe ser profundizada la dimensión moral de la problemática, escuchando e iluminando la consciencia de los cónyuges. 

119. Los problemas en relación a los matrimonios mixtos han estado presentes a menudo en las intervenciones de los Padres sinodales. La diversidad de la disciplina matrimonial de las Iglesias ortodoxas plantea en algunos contextos graves problemas a los que se deben dar respuestas adecuadas en comunión con el Papa. Lo mismo vale para los matrimonios interreligiosos.

Acoger a las personas homosexuales         


120. Las personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana: ¿estamos en grado de recibir a estas personas, garantizándoles un espacio de fraternidad en nuestras comunidades? A menudo desean encontrar una Iglesia que sea casa acogedora para ellos. ¿Nuestras comunidades están en grado de serlo, aceptando y evaluando su orientación sexual, sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el matrimonio? 

121. La cuestión homosexual nos interpela a una reflexión seria sobre cómo elaborar caminos realísticos de crecimiento afectivo y de madurez humana y evangélica integrando la dimensión sexual: por lo tanto se presenta como un importante desafío educativo. La Iglesia, por otra parte, afirma que las uniones entre personas del mismo sexo no pueden ser equiparadas al matrimonio entre un hombre y una mujer. Tampoco es aceptable que se quieran ejercitar presiones sobre la actitud de los pastores o que organismos internacionales condicionen ayudas financieras a la introducción de normas inspiradas a la ideología gender.

122. Sin negar las problemáticas morales relacionadas con las uniones homosexuales, se toma en consideración que hay casos en que el apoyo mutuo, hasta el sacrificio, constituye un valioso soporte para la vida de las parejas. Además, la Iglesia tiene atención especial hacia los niños que viven con parejas del mismo sexo, reiterando que en primer lugar se deben poner siempre las exigencias y derechos de los pequeños.  

La trasmisión de la vida y el desafío de la disminución de la natalidad     

123. No es difícil constatar la difusión de una mentalidad que reduce la disminución de la generación de la vida a una variable del proyecto individual o de pareja. Los factores de orden económico ejercitan un peso a veces determinante contribuyendo a la fuerte caída de la natalidad que debilita el tejido social, compromete la relación entre las generaciones y hace que sea más incierta la mirada sobre el futuro. La apertura a la vida es exigencia intrínseca del amor conyugal.           

124. Probablemente también en este ámbito es necesario un lenguaje realista, que sepa comenzar por la escucha de las personas y que sepa dar razones de la belleza y de la verdad de una apertura incondicionada a la vida, como aquello de lo que el amor humano necesita para ser vivido en plenitud. Y sobre esta base se puede apoyar una enseñanza adecuada acerca de los métodos naturales, que permita vivir de manera armónica y consciente la comunicación entre los esposos, en todas sus dimensiones, junto a la responsabilidad generativa. En esta luz, se redescubre el mensaje de la Encíclica Humanae Vitae de Pablo VI, que subraya la necesidad de respetar la dignidad de la persona en la evaluación moral de los métodos de regulación de la natalidad.    

125. Por lo tanto, se debe ayudar a vivir la afectividad, también en el vínculo conyugal, como un camino de madurez, en la siempre más profunda aceptación del otro y en una donación siempre más plena. En este sentido, cabe destacar la necesidad de ofrecer caminos formativos que alimenten la vida conyugal y la importancia de un laicado que ofrezca un acompañamiento hecho de testimonio vivo. Indudablemente es de gran ayuda el ejemplo de un amor fiel y profundo hecho de ternura, respeto, capaz de crecer en el tiempo y que en su concreta apertura a la generación de la vida, hace la experiencia de un misterio que trasciende.

El desafío de la educación y el rol de la familia en la evangelización         

126. El desafío fundamental que encuentran las familias hoy es seguramente aquel educativo, que se convierte en más difícil y complejo por la realidad cultura de hoy. Se requiere tener en cuenta las exigencias y las expectativas de las familias capaces de testimoniar en la vida cotidiana, lugares de crecimiento, de transmisión concreta y esencial de las virtudes que dan forma a la existencia.   

127. La Iglesia puede desarrollar un papel importante de apoyo a las familias, comenzando por la iniciación cristiana, a través de comunidades acogedoras. A esta pide, hoy más que ayer, en las situaciones complejas como en las ordinarias, de sostener a los padres en su compromiso educativo, acompañando a los niños, adolescentes y jóvenes en su crecimiento a través de caminos personalizados capaces de introducir al sentido pleno de la vida y de suscitar elecciones y responsabilidad, vividas a la luz del Evangelio.          


Conclusión

 


128. Las reflexiones propuestas, fruto del diálogo sinodal llevado a cabo en gran libertad y en un estilo de escucha recíproca, buscan plantear cuestiones e indicar perspectivas que deberán ser maduradas y precisadas por las reflexiones de las Iglesias locales en el año que nos separa de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los obispos prevista para octubre de 2015. No se trata de decisiones tomadas, ni de perspectivas fáciles. Sin embargo, el camino colegial de los obispos y la implicación de todo el pueblo de Dios bajo la acción del Espíritu Santo, podrán guiarnos para encontrar vías de verdad y de misericordia para todos. Es la esperanza que desde al comienzo de nuestros trabajos el Papa Francisco nos ha dirigido invitándonos a la valentía de la fe y a la acogida humilde y honesta de la verdad en la caridad.

Arquidiócesis de Filadelfia pagará gastos de latinoamericanos para Encuentro Mundial de Familias

FILADELFIA, 13 Oct. 14 / 06:20 pm (ACI/EWTN Noticias).- La Arquidiócesis de Filadelfia (Estados Unidos) ha enviado una carta a los obispos de América Latina en la que señala que asumirá los gastos de dos parejas de esposos de cada país de la región para que participen del VIII Encuentro Mundial de las Familias que se realizará del 22 al 27 de septiembre de 2015.

En la misiva enviada a los prelados latinoamericanos, el Arzobispo de Filadelfia, Mons. Charles Chaput, invita a los obispos a participar en este importante evento y señala que la arquidiócesis que dirige “proveerá el transporte y el alojamiento de dos parejas de esposo y esposa de cada Conferencia Episcopal de América Latina y la región del Caribe”.

Tras señalar que el Arzobispo Carlos Aguiar Retes ha aceptado coordinar esta iniciativa junto con el personal del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), que preside, Mons. Chaput recuerda que el tema del Encuentro, decidido por el Papa Francisco, será “El amor es nuestra misión: la familia llena de vida”.

“Es mi esperanza que este encuentro nos infundirá un nuevo vigor al ayudar a las familias a enfrentar los desafíos que encuentran diariamente y al regocijarnos con ellas en la vocación a la que Dios las ha llamado”, añade.

Tras señalar que Filadelfia tiene una gran importancia para la vida y la Iglesia de Estados Unidos, el Arzobispo señala que la Iglesia local “está agradecida por esta bendición (el Encuentro Mundial de las Familias) que permitirá una profundización de la comprensión de las enseñanzas de Cristo y la Iglesia sobre el matrimonio y la familia y su papel esencial en la vida de la sociedad”.

 

“Rezo para que esto refuerce los lazos de solidaridad entre las iglesias locales de las Américas”, concluye el Prelado.

Tercera Congregación General

 

Ciudad del Vaticano, 7 octubre 2014(VIS).-Esta mañana durante la tercera congregación general ha proseguido la discusión. Los temas previstos, de acuerdo con el orden del Instrumentum Laboris, han sido : "Evangelio de la familia y ley natural" (Parte I, cap. 3) y "La familia y la vocación de la persona en Cristo" (Parte I, cap 4. ).

 

En la apertura de la Congregación se ha anunciado que el Consistorio ordinario, convocado por el Santo Padre para el lunes, 20 de octubre estará dedicado a la situación en el Oriente Medio, a la luz de los resultados de la reunión de algunos Representantes Pontificios y de los Superiores de los Dicasterios competentes celebrada en el Vaticano del 2 al 4 de octubre. El tema del Consistorio será presentado por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado. En el encuentro también participarán seis patriarcas orientales y el patriarca latino de Jerusalén, S.B. Fouad Twal.

 

El debate general ha continuado siguiendo los argumentos previstos. Se ha afirmado que era necesaria una mayor preparación para el matrimonio, para que éste no fuera sólo válido, sino también fructífero. La propuesta es la de no preocuparse solamente por los remedios para el fracaso de la unión conyugal, sino también por las condiciones que la hacen válida y fructífera. Lo que hay que transmitir es una visión del matrimonio no sólo como punto de llegada, sino como un camino hacia una meta más alta, un camino de crecimiento personal y de pareja, una fuerza y fuente de energía. La elección del matrimonio es una vocación verdadera y propia y como tal requiere fidelidad y coherencia para ser realmente un lugar de crecimiento y de salvaguardia de lo humano.

 

Para ello, hay que acompañar constantemente a los cónyuges en su itinerario de vida, a través de una pastoral familiar intensa y vigorosa. El camino de preparación para el sacramento del matrimonio debe ser, por lo tanto, largo, personalizado y también severo, sin miedo a que eventualmente disminuya el número de bodas celebradas en la Iglesia. De lo contrario, se corre el riesgo de obstruir los tribunales de justicia con los procesos matrimoniales.

 

Otro punto destacado en el Aula ha sido la influencia de los medios de comunicación, a veces intrusivos, cuando presentan ideologías contrarias a la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia. En esta perspectiva, se ha reiterado que además de proteger a los católicos, también hay que prepararlos mejor. La Iglesia debe ofrecer su enseñanza de forma más incisiva, presentando la doctrina no como una lista de prohibiciones, sino haciéndose más cercana a los fieles, como hacía Jesús. De esta manera, actuando con empatía y ternura, será posible reducir la brecha entre la doctrina y la práctica, entre las enseñanzas de la Iglesia y la vida familiar. Porque lo que necesitamos no es una elección entre la doctrina y la misericordia, sino la puesta en marcha de una pastoral iluminada, para animar sobre todo a las familias en dificultades, que a menudo tienen la sensación de que no pertenecen a la Iglesia.

 

Se ha reanudado el debate sobre el tema de las parejas con problemas, los divorciados que se han vuelto a casar. A ellos, se ha dicho, la Iglesia no debe presentar un juicio, sino una verdad, con una mirada comprensiva, porque la gente sigue la verdad y sigue a la Iglesia si ésta dice la verdad. La "medicina" de la misericordia da acogida, atención y apoyo. Sobre todo porque - se ha destacado- las familias que sufren no buscan soluciones pastorales rápidas, no quieren ser una mera cifra estadística, sino que sienten la necesidad de ser aconsejadas y de sentirse aceptadas y amadas. Se debe dar más espacio a la lógica sacramental que a la jurídica.

 

En cuanto al acercamiento a la Eucaristía de los divorciados que se han vuelto a casar, se ha reiterado que ese sacramento no es el sacramento de los perfectos, sino de aquellos que están en camino.

 

Al igual que ayer por la tarde la discusión se ha centrado también en la necesidad de renovar el lenguaje de la proclamación del Evangelio y de la transmisión de la doctrina. La Iglesia debe abrirse más al diálogo y escuchar con más frecuencia (y no sólo en casos excepcionales) las experiencias de las parejas casadas, porque sus luchas y sus fracasos no pueden ser ignorados; al contrario, pueden ser el fundamento de una teología real, verdadera. Y siempre a propósito del lenguaje, ha habido alguna que otra perplejidad acerca de la sugerencia – incluida en el Instrumentum Laboris - de profundizar en el concepto, de inspiración bíblica, de "orden de la creación" como posibilidad de releer de una manera más significativa la "ley natural". No es suficiente cambiar el vocabulario, se ha dicho, si luego no se consigue crear un puente de diálogo efectivo con los fieles. En este sentido, se ha afirmado que la vasta y difusamente sentida necesidad de cambio debe entenderse como conversión pastoral para que el anuncio del Evangelio sea más eficaz.

 

A continuación se han presentado tres dimensiones específicas de la familia: la vocación a la vida; la misionera, entendida como testimonio de Cristo a través de la unidad familiar; y la aceptación del otro, ya que la familia es la primera escuela de alteridad, el lugar donde se pueden aprender la paciencia y la lentitud, en contraste con el ajetreo y el bullicio del mundo moderno. También se ha puesto de relieve otra dimensión ulterior del núcleo familiar : la santidad, porque la familia educa a la santidad, es un icono de la Trinidad, Iglesia doméstica al servicio de la evangelización, futuro de la humanidad.

 

 

Otros puntos mencionados durante la Tercera Congregación General han sido la importancia de la catequesis para las familias, especialmente para los niños, y de la oración entre las paredes domésticas que da lugar a una verdadera y propia generación de la fe, transmitiéndola de padres a hijos. Por último, se ha subrayado la necesidad de un formación más profunda de los sacerdotes y catequistas.

Segunda Congregación General

 

Ciudad del Vaticano, 7 octubre 2014(VIS).-Con la segunda Congregación General que tuvo lugar ayer lunes por la tarde se ha abierto la discusión en la asamblea general extraordinaria del Sínodo de los Obispos. Los temas previstos, de acuerdo con el orden del Instrumentum Laboris, han sido : ''El designio de Dios acerca del matrimonio y la familia'' (Parte I, cap 1) y ''Conocimiento y Recepción de la Sagrada Escritura y los documentos de la Iglesia sobre matrimonio y familia ''(Parte I, cap. 2).

Partiendo de la premisa de que la familia es el núcleo de la sociedad humana, la cuna del amor gratuito y de que hablar de la familia y el matrimonio implica una educación a la fidelidad se ha reiterado que la familia debe ser protegida porque es el futuro de la humanidad.

En diversas intervenciones se ha abordado la necesidad de adaptar el lenguaje de la Iglesia para que la doctrina acerca de la familia, la vida y la sexualidad se entienda correctamente. Hay que entablar un diálogo con el mundo, siguiendo el ejemplo del Concilio Vaticano II , es decir con una apertura crítica pero sincera. Porque si la Iglesia no escucha al mundo, el mundo no escuchará a la Iglesia. Y el diálogo puede basarse en cuestiones importantes, como la igual dignidad de hombres y mujeres y el rechazo de la violencia.

El Evangelio no se explica, se demuestra - se ha afirmado en el Aula - y hay que involucrar sobre todo a los fieles laicos en el anuncio de la Buena Nueva, destacando su carisma misionero. La evangelización no debe ser una teoría despersonalizada, al contrario, tiene que llevar a que las mismas familias den, concretamente , testimonio de la belleza y de la verdad evangélicas.. El reto, se ha dicho, es pasar de una situación defensiva a una propositiva y activa, relanzando el patrimonio de la fe con un lenguaje nuevo, con esperanza, ardor y entusiasmo, dando testimonios convincentes, creando un puente entre el lenguaje de la Iglesia y el de la sociedad.

En este sentido, se ha puesto de relieve la preferencia por una catequesis ''bíblica'' en lugar de ''teológica-especulativa'', porque - a pesar de las apariencias – el egoísmo no satisface a las personas que buscan, en cambio, ideales. Y esto se debe también a que el ser humano aspira a la felicidad y el cristiano sabe que la felicidad es Cristo, pero ya no encuentra el lenguaje adecuado para decírselo al mundo. La Iglesia, sin embargo, debe ser ''magnética'', trabajar por “atracción”, con una actitud de amistad hacia el mundo.

Por cuanto se refiere a las parejas en dificultad, se ha insistido en la necesidad de que la Iglesia esté cerca de ellas con comprensión, perdón y misericordia. La misericordia - se ha dicho - es la primera prerrogativa de Dios, pero hay que considerarla en el contexto de la justicia, solamente así se respetará en su plenitud el designio divino.

El matrimonio es y sigue siendo un sacramento indisoluble; sin embargo, ya que la verdad es Cristo, una Persona, y no un conjunto de reglas, es importante mantener los principios, no obstante cambien las formas concretas de su actuación. En resumen, como decía Benedicto XVI: novedad en la continuidad: el Sínodo no cuestiona la doctrina, pero reflexiona sobre la pastoral, es decir sobre el discernimiento espiritual para la aplicación de la misma para enfrentar los retos de la familia contemporánea. En este sentido, la misericordia no elimina los mandamientos, sino que es su clave hermenéutica.

Por otra parte, se ha observado que incluso las situaciones imperfectas deben tratarse con respeto, por ejemplo, las uniones de hecho en que se convive con lealtad y amor, presentan elementos de santificación y de verdad. Lo esencial es, por tanto, considerar ante todo los elementos positivos, para que el Sínodo infunda valor y esperanza también a las formas imperfectas de familia, que pueden ser valoradas según el principio de gradualidad . Hay que amar realmente a las familias necesitadas.

En el contexto de una sociedad en la que prevalece una especie de ''ego-latría'', que conduce a la “desfamiliarización’’, se detecta una pérdida del sentido de la alianza entre el hombre (y la mujer) y Dios. El anuncio de la belleza de la familia, por lo tanto, no debería ser un esteticismo, la presentación de un mero ideal para imitar; al contrario debería explicar la importancia del compromiso definitivo fundado en la Alianza de los cónyuges con Dios.

Otro punto esencial ha sido el rechazo del clericalismo: A veces parece que la Iglesia se preocupe más del poder que del servicio y por eso no inspira los corazones de los seres humanos. . Es necesario, entonces, volver a imitar a Cristo, volver a encontrar la humildad: la reforma de la Iglesia debe comenzar por la reforma del clero, porque si los fieles ven que sus pastores imitan a Cristo, volverán a acercarse a la Iglesia, que pasará solamente de evangelizar a ser ‘’evangelizadora’’.

También se ha abordado la cuestión del valor esencial de la sexualidad dentro del matrimonio, Efectivamente, se habla tanto, críticamente, de la sexualidad fuera del matrimonio que la sexualidad conyugal parece casi la concesión a una imperfección. El Sínodo ha mencionado - brevemente - la necesidad de mejorar la formación de los sacerdotes, de políticas en favor de la familia y del relanzamiento de la transmisión de la fe en la familia.

Durante la hora de la discusión libre, -18,00 a 19,00- también ha habido dos propuestas: que el Sínodo enviase un mensaje de aliento y estima a las familias en Irak, amenazadas de exterminio por el fanatismo islámico y obligadas a huir para no renunciar a su fe. La propuesta fue sometida a votación y aprobada por mayoría.

 

La segunda propuesta se refería a la necesidad de incluir en la reflexión al clero casado de las Iglesias Orientales, que a menudo vive también ‘’crisis familiares’’, que pueden desembocar en la solicitud de divorcio. 

Relator del Sínodo de la Familia: “Todos sabemos que el Matrimonio sacramental es indisoluble”

 

ROMA, 06 Oct. 14 / 06:25 am (ACI/EWTN Noticias).- El Cardenal Peter Erdo, relator general del Sínodo Extraordinario dedicado a los “Desafíos pastorales de la familia en el contexto de la Nueva Evangelización”, que se celebrará en el Vaticano del 5 al 19 de octubre, recordó que el matrimonio sacramental nunca podrá disolverse por voluntad de los propios contrayentes.

Fundándose en los contenidos del Instrumentum laboris, fruto también de las respuestas dadas en el cuestionario elaborado por la Secretaría del Sínodo, el Cardenal Erdo afirmó en una entrevista concedida a la revista italiana Rossoporpora y publicada el 2 de octubre que “podemos retener que la mayoría de los católicos del mundo sabe que el Matrimonio sacramental es indisoluble por voluntad de los propios contrayentes. No es una relación en el tiempo, no se puede disolver”.

“En relación a esto hay un gran acuerdo, no por motivos teológicos abstractos, sino bíblicos y de Catequismo de la Iglesia”, añadió.

Durante el Sínodo de la Familia, la tarea del Cardenal Erdo será moderar y recoger las aportaciones que surgirán del debate entre los padres sinodales, para cuyo desarrollo, invita a “ser fieles al método usado durante el Concilio Ecuménico Vaticano II, con argumentos teológicos grandes y profundos cuyos resultados se ofrecieron a la vida de la Iglesia”.

“Debemos comunicarnos con los hombres y mujeres de hoy porque los valores del Evangelio no sólo se acepten, sino que sean atractivos, capaces de hacer nuestra vida feliz. El gran desafío es éste”, subrayó.

El Cardenal Erdo tiene 62 años, ha sido Arzobispo de Esztergom-Budapest y primado de Hungría. Desde 2006 es Presidente de la Conferencia Episcopal Europea.

En referencia a la polémica desatada sobre la administración del Sacramento de la Comunión a los divorciados vueltos a casar, -propuesta por el Cardenal alemán Walter Kasper para el Sínodo-, el Cardenal Erdo explicó que “éste no es el tema central del debate”.

En la Iglesia Católica, las personas divorciadas vueltas a casar tienen un acceso diferente al Sacramento de la Comunión con respecto al resto de fieles, solo puede darse de modo espiritual. El motivo es que durante el matrimonio los cónyuges hacen un pacto con Dios, y Dios hace un pacto con ellos, creándose un sacramento indisoluble, dentro del cual no tiene sentido alguno una segunda unión.

En esta línea y según los datos obtenidos del Cuestionario enviado a las conferencias episcopales para la elaboración del Instrumentum Laboris del Sínodo en referencia a todos los ámbitos de la familia, el Cardenal Erdo explicó que “en la mayoría de los países, tales divorciados no piden nada”.

“En muchos países –explicó-, es rarísimo que los divorciados vueltos a casar quieran volver a la comunión. Muchos divorciados celebraron su primer matrimonio en la iglesia, pero luego no se preocuparon de frecuentarla. Y por tanto, para ellos, la cuestión de la readmisión a los Sacramentos no es algo importante, ni les supone un problema. En algunas regiones incluso, los divorciados vueltos a casar no saben siquiera que no pueden acercarse a ciertos sacramentos”.

Para el Cardenal Erdo, el debate desatado acerca de este Sacramento y las personas en segunda unión, encuentra su explicación en “personas de 40 años o más empiezan a conocer verdaderamente la fe, quizá a través de los amigos”.

“Son personas bautizadas, que celebraron su primer matrimonio en la iglesia, y después, desde el punto de vista católico se quedaron parados ahí. Nunca fueron realmente practicantes. Divorciados y vueltos a casar, después de un recorrido de acercamiento a la fe, comienza a comprender que su situación matrimonial no es compatible con el redescubrimiento de la fe”, señaló.

Desde el punto de vista pastoral, el Purpurado indicó que esta es una oportunidad para explicar el verdadero valor del matrimonio, reflexionar sobre el pasado, y sobre los motivos del desafío matrimonial. “Puede darse que, profundizando en su historia, se descubran motivos reconocidos por la Iglesia como elementos potenciales de declaración de nulidad del primer matrimonio. Si fuera así, la sucesiva sentencia eclesial de nulidad del primer matrimonio no será solo un acto oficial, formal para poder considerar válida la segunda unión, sino una verdadera y propia liberación psicológica y pastoral”, afirmó.

Para el Cardenal Erdo, el principal enemigo de la familia es la tendencia actual de convivir sin estar casados. Se trata de “un problema global que estadísticamente es el más relevante de todas las cuestiones”. “La gente ya no se casa. En Hungría, más del 50 por ciento de las parejas, de cualquier edad, convive sin forma alguna de institución, ni religiosa ni civil”.

“El matrimonio y la familia no son solamente una realidad espiritual, si no que tienen una incidencia en la sociedad: por tanto, queriendo o no, asumen un papel institucional importante”, remarcó.

 

Por último, el Cardenal Erdo indicó que la competencia del Sínodo será hablar del matrimonio en el contexto de la evangelización, “un tema muy importante, comprobado por la realidad de los hechos”. “En muchos continentes las familias se han convertido en el núcleo operativo parroquial, hacen el trabajo caritativo y el anuncio entre los no creyentes”, concluyó.

Cardenal Baldisseri explica cómo será el Sínodo de la Familia

VATICANO, 03 Oct. 14 / 12:17 pm (ACI).- El Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos ha ilustrado esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede la forma, los detalles y diversos aspectos de interés del Sínodo de los Obispos sobre la Familia que el Papa Francisco inaugurará con una Misa el domingo 5 de octubre en San Pedro.

A continuación ha hablado de las características del próximo Sínodo que demuestran la voluntad del Santo Padre de ''emprender un camino sinodal innovador y original, que se articula en dos partes, la primera con esta asamblea extraordinaria: ''Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización'' y la segunda con la asamblea ordinaria de 2015, que tendrá por objeto: ''La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo".

Refiriéndose a la fase de preparación, el Cardenal Baldisseri ha señalado que durante ella, ''resonó la voz de todo el pueblo de Dios'' desde los obispos a los fieles laicos que a través del cuestionario adjunto al Documento preparatorio remitido a las Conferencias Episcopales, expresaron sus opiniones en materia.

''El elevado número de respuestas se debe, por un lado, al tema del Sínodo, que afecta a la vida de las comunidades, las familias y los individuos, y también refleja la preocupación pastoral que los obispos siempre han tenido para con la familia. Por otro lado, la amplitud del material recibido es ciertamente índice de la apertura y la libertad con la que se llevó a cabo la consulta. Esta amplia libertad de expresión también caracteriza a la asamblea sinodal, que sin duda se llevará a cabo en un clima de respeto para cada posición, de caridad mutua y de espíritu constructivo''.

Sobre la metodología, el Purpurado indicó que se ha solicitado a todos los participantes que envíe el tema sobre el que tienen la intención de intervenir, respetando el orden temático. Con eso se ha preparado un documento que permite organizar mejor las intervenciones.

En segundo lugar, durante el debate en el Aula del Sínodo, que tendrá lugar en la primera semana a partir de la segunda congregación general, se seguirá el orden temático del Instrumentum laboris (previo al Sínodo) y cada congregación general se abrirá con el anuncio del tema por el presidente delegado de turno, seguida de la intervención de un matrimonio de auditores, que ofrecerán a los Padres sinodales su testimonio de la vida familiar, contribuyendo así a enriquecer el debate sobre la acción pastoral.

En tercer lugar, la ''Relatio post disceptationem'' al final de la primera semana será la base para los trabajos de la segunda semana en los llamados ''círculos menores", cuando los participantes preparen el Documento final denominado 'Relatio Synodi'' que se entregará al Santo Padre.

Las novedades atañen también a la relación con los medios de comunicación. Cada día habrá una sesión informativa en la Oficina de Prensa de la Santa Sede en colaboración con los encargados de prensa y con la participación de algunos Padres sinodales. El boletín de la Oficina de Prensa contendrá la información del día y estará activa la cuenta de twitter para transmitir en tiempo real la síntesis de las noticias más importantes.

''El trabajo de los padres sinodales –ha concluido– estará acompañado por las oraciones del pueblo de Dios. En Roma, en la capilla de la Salus Populi Romani de la Basílica de Santa María la Mayor, todos los días a las seis de la tarde un obispo o un cardenal celebrará misa por la familia”.

“Y es muy significativa la presencia de las reliquias de los beatos esposos Zélie y Louis Martin, y de su hija, Santa Teresita del Niño Jesús, y la del beato matrimonio Luigi y Maria Beltrame Quattrocchi. En todo el mundo, y especialmente en los santuarios dedicados a la Sagrada Familia, así como en los monasterios, comunidades religiosas, diócesis y parroquias se rezará por el Sínodo''.

El Cardenal ha recordado que entre los 191 Padres sinodales hay 61 cardenales 1 cardenal patriarca, 7 patriarcas, 1 arzobispo mayor, 67 arzobispos metropolitanos 47 obispos, 1 obispo auxiliar, 1 sacerdote prelado y 6 religiosos. A ellos se unen como invitados 16 expertos, 38 auditores y auditoras y 8 delegados fraternos.

 

También ha destacado que con motivo de esta asamblea centrada en la familia, se ha prestado una especial atención a las parejas casadas, a los padres y madres y a los cabezas de familia, que suman en total 13 parejas.

Este domingo 5 de octubre se inicia el Sínodo de la Familia

LIMA, 03 Oct. 14 / 05:20 pm (ACI).- Con una Misa solemne que presidirá el Papa Francisco en el Vaticano, este domingo 5 de octubre se inicia el Sínodo Extraordinario sobre la Familia en el que participarán diversos representantes de la Iglesia de todo el mundo.

Para poder seguir paso a paso este importante evento eclesial, ACI Prensa ha preparado un completo especial en el que se podrán leer las noticias, la lista de los participantes, la oración por el Sínodo y la biografía del Papa Pablo VI, que será beatificado el 19 de octubre cuando el Sínodo concluya.

En una conferencia de prensa realizada este viernes en el Vaticano, el Cardenal Lorenzo Baldisseri explicó que entre los padres sinodales hay 61 cardenales 1 cardenal patriarca, 7 patriarcas, 1 arzobispo mayor, 67 arzobispos metropolitanos 47 obispos, 1 obispo auxiliar, 1 sacerdote prelado y 6 religiosos. A ellos se unen como invitados 16 expertos, 38 auditores y auditoras y 8 delegados fraternos.

También ha destacado que con motivo de esta asamblea centrada en la familia, se ha prestado una especial atención a las parejas casadas, a los padres y madres y a los cabezas de familia, que suman en total 13 parejas.

 

Para acceder al especial de ACI Prensa, ingrese a: https://www.aciprensa.com/sinodo2014/

Mons. Paglia asevera que el problema de fondo que afecta a la familia es el individualismo

 

 

Monseñor Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, ha señalado en una entrevista en Radio Vaticano, que el problema de fondo que afecta a la familia es el individualismo. Mons. Paglia asegura que nos encontramos frente a un cambio radical de civilización, donde se ha descompuesto el trinomio matrimonio-familia-vida. Y denuncia que hoy «el individuo se exalta hasta tal punto que pliega todas las instituciones a sí mismo, incluida la familia»

(Catholic.net/InfoCatólica) El prelado indica que «el Señor dice a la creación: no está bien que el hombre esté solo. Hoy nosotros vivimos bajo la convicción opuesta que descompone este tríptico: está bien que el hombre esté solo, o mejor: está bien que cada uno piense en sí mismo».

 

Además, advierte que deberíamos poner una atención extraordinaria sobre este punto y «la Iglesia tiene la tarea de decir a la sociedad contemporánea que la unión entre hombre y mujer, la generación que la sigue, es un patrimonio de la humanidad que no puede ser tocado, de lo contrario supondría la descomposición de la sociedad misma».

 

Preocupación del Papa

 

Comentando las ocasiones en las que el papa Francisco ha hablado sobre la familia durante su pontificado, el presidente del dicasterio subraya que «es evidente su preocupación por las dificultades que las familias están viviendo: el problema del trabajo, el problema de los hijos, el problema del desempleo, el problema de la pobreza». Y también de las «tantas familias que se han roto, que están heridas, que luchan por recomponerse».

 

De este modo, señala el prelado, «he entendido inmediatamente que más que una especie de debate de salón sobre cuestiones teóricas, sería necesario iniciar una especia de lucha cuerpo a cuerpo con las familias concretas».

 

Individualismo, el gran desafío

 

Finalmente, al hacer un análisis de los desafíos que la Iglesia debe enfrentar, Mons. Paglia destaca que el primero es el individualismo. Porque, ha explicado que «el individuo hoy se exalta hasta tal punto que pliega todas las instituciones a sí mismo, incluida la familia». Por eso advierte que «si esto se convierte en regla, todo se hace posible, todo se desmenuza. Toda unión estable se convierte en demasiado pesada».

 

 

El desafío del individualismo, ha asegurado, es espiritual, cultural, antropológico, y resolviendo y cuidando esto, después llega el cuidado para todo lo demás. Al concluir, recuerda que si «todo puede ser familia, nada es familia y lo que queda es solo el yo. En el altar del yo se sacrifica todo: familia, afectos, incluso la propia vida».

El Papa encarga al cardenal Martínez Sistach inaugurar el Sínodo extraordinario sobre la familia

 

 

El Papa Francisco ha encargado al cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, abrir el sínodo extraordinario de obispos que se celebrará del 5 al 19 de octubre en el Vaticano, según ha informado el Arzobispado en un comunicado. El Pontífice también ha encargado al cardenal catalán dirigir la homilía de la Misa de inauguración.

(Agencias/InfoCatólica) El secretario general del Sínodo, el cardenal Lorenzo Baldisseri, presentó hoy en el Vaticano las principales novedades de cómo se desarrollará la asamblea y cómo el Vaticano informará de ello, pero destacó queno habrá tipo alguno de decisiones hasta 2016.

El cardenal italiana ha explicado que se afrontarán asuntos urgentes respecto del momento actual de la familia, pero tras el Sínodo no habrá lista final de «las proposiciones de los padres sinodales»,que se presentaban al papa para redactar el documento final.

Se votará un documento común

 

En su lugar se votará un documento común que servirá de guía para el próximo Sínodo ordinario del mismo tema, que se celebrará en octubre de 2015, y tras el que llegarán las conclusiones del Papa en su exhortación postsinodal.

Para hacer más ágil y ordenada la asamblea, las intervenciones de los ponentes se agruparán en temasque se expondrán durante toda la primera semana, todos ellos a puerta cerrada y no serán publicadas «para garantizar la total libertad», explicó Baldisseri.

El Papa estará en todas las sesiones

 

Estarán presentes 114 presidentes de Conferencias Episcopales, 13 jefes de Iglesias Católicas Orientales, 25 jefes de Dicasterios de la Curia Romana, 9 miembros del Consejo Ordinario de Secretaría, el secretario general y el subsecretario.

Además asistirán 3 religiosos elegidos por la Unión de Superiores Generales, 26 miembros de nombramiento pontificio y 8 delegados fraternos, representantes de comunidades no cristianas, entre otros.

El número de personas participantes en la Asamblea Sinodal es de 253 y el papa Francisco estará presente durante toda la duración de las sesiones.

Otra de las novedades será la presencia de entre los 38 auditores, que no tienen derecho al voto, de 13 matrimonios, que abrirán cada sesión con su discurso en el que contarán su experiencia.

Entre ellos, explicó Baldisseri, habrá una pareja cuyos miembros pertenecen a diferentes religiones, otro de los temas que tendrán que abordar en el Sínodo.

No habrá testimonios de divorciados vueltos a casar

 

Baldisseri confirmó que no habrá testimonios de divorciados que se han vuelto a casar, uno de los argumentos más controvertidos que se afrontarán durante la Asamblea, aunque el obispo matizó que es uno de tantos y pidió a los medios «que no se monopolice el Sínodo con temas estrictamente occidentales».

El Sínodo, aseguró Baldisseri, tratará desafíos sobre la familia «también importantes y urgentes como la pobreza, la inmigración, la poligamia, o los abusos y violencias».

Polémica sobre los que viven en adulterio

 

Ante los diferentes cruces de declaraciones y publicaciones de textos que varios obispos han realizado en los últimos días, sobre todo sobre el tema de dar los sacramentos a los católicos divorciados que se han vuelto a casar, Baldisseri afirmó que esto es «responsabilidad de cada uno».

El prelado lanzó una petición para que el Sínodo se desarrolle en un clima sereno y leal y los participantes no expresen su posición como «única o exclusiva» y «se respeten todas las posiciones».

Será, sin duda, un Sínodo mediático, ya que se informará cada día de los contenidos de los que se hablan en las diferentes sesiones y durante la segunda semana la oficina de prensa del Vaticano organizará ruedas de prensa cada día con varios obispos.

 

Además, por primera vez, durante toda la duración del Sínodo se publicarán informaciones sobre los debates en la red social Twitter.

Tres maneras de trabajar el perdón en familia: me perdono, me perdonas y te perdono

El Evangelio de Mateo nos trae la gran respuesta que Jesús le dio a Pedro cuando éste le pregunta cuántas veces se debe perdonar al hermano, ya que la ley de los judíos daba una cantidad limitada de tres veces. Pedro, queriendo ser mucho más generoso, lo multiplicó por dos y le agregó uno más, creyendo que la respuesta de siete veces iba a ser la misma del Maestro.

Cuál sería la sorpresa de Pedro al escuchar de Jesús que debemos de perdonar hasta setenta veces siete, es decir: SIEMPRE. Por ello le cuenta la parábola del rey que ajustó cuentas con sus empleados, perdonando a uno de ellos todo lo que le debía; pero éste, al no hacer lo mismo con uno de sus compañeros, fue llamado nuevamente por el rey para ser recriminado por lo que no hizo: PERDONAR, y fue llevado a la cárcel para que pagara todo lo que debía. (Leer Mateo 18: 21-35)          

Padres, la manera de enseñar a la familia el tema del perdón es a través de nuestro ejemplo; es decir, por medio del testimonio que nosotros demos interna (me perdono) y externamente (me perdonas y te perdono) en el hogar. Estas tres maneras de perdonar van de la mano, puesto que uno da de acuerdo lo que tiene en el corazón.        

Para ello, los invitamos que analicen su vida personal a través de una serie de preguntas que les ayudarán a evaluar su relación con el perdón:    

Preguntas clave en una familia        
Me perdono
: ¿Haz cometido errores en tu vida? ¿Cuáles? ¿Sigues repitiendo esos errores? ¿Quisieras cambiar esos errores por oportunidades? ¿Quieres perdonarte? ¿Te comprometes a no volverlos hacer?         

Me perdonas: ¿Haz ofendido a alguien con tu actitud o con tus acciones? ¿Le has pedido perdón? ¿Quisieras pedirle perdón nuevamente o por primera vez a él o ella? ¿Te comprometes a cambiar esa actitud o manera de ser que no te deja crecer como persona?

Te perdono: ¿Te han pedido perdón? ¿Cuál fue tu reacción? ¿Perdonaste de verdad? ¿Quieres perdonarlo de verdad? ¿Estás dispuesto a decirle a él o ella que los perdonaste de corazón?

Padres, éstas tres maneras de trabajar el perdón, pueden ayudarnos a crear fuertes lazos de amistad en la comunidad y amor en la familia. Recuerden que el perdón no solamente se enseña sino que también se practica, y que mejor que desde el hogar.

Lo interesante del perdón es que es setenta veces siete, es decir: SIEMPRE; no siete veces como supuso Pedro, o tres como creían los judíos. Todavía estamos a tiempo, ¡comencemos ya!

Para más información visite la página:
www.iglesiasdomesticas.com

 

 

Cardenal Müller: «Solo Cristo permite cargar la cruz de la infidelidad o del fracaso matrimonial»

A pocos días del inicio del Sínodo extraordinario sobre la Familia, convocado por el Papa Francisco, el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Gerhard Ludwig Müller, señaló que solo Cristo y su amor pueden hacer más llevadera la cruz de la infidelidad o del fracaso matrimonial. 

Al presidir ayer la Santa Misa en la Catedral de Córdoba (España), ciudad a donde ha llegado para dictar un curso sobre San Juan de Ávila, el Cardenal Gerhard Müller señaló que “podemos hablar mucho de Dios y, en el fondo, hacerlo sin fe. Podemos ‘deconstruir’ el Evangelio y la Tradición y rehacerlos a gusto del mundo actual, ‘facilitando’ sus exigencias y ‘acomodándolos’ a un hombre postmoderno frágil, superficial e inmaduro”.

“Si así fuera, si fuéramos privados de la ocasión de confrontar nuestras vidas con la Palabra divina, perderíamos también la ocasión de gozar la auténtica felicidad que trae Cristo, quien no viene a evitarnos las cruces de la vida, sino a hacer nuestro yugo más llevadero y a animarnos a hacer siempre la voluntad de Dios”.         

La compañía del Señor, dijo, “la encontramos en un camino que conduce a la Pascua y no en un cristianismo de ‘rebajas’ y sin exigencias”.    

Solo Cristo y su amor son los únicos que pueden hacer más llevadera la Cruz de la enfermedad, de la pérdida del trabajo, de la soledad y viudedad, de la infidelidad o del fracaso matrimonial”.

Por otra parte, en su ponencia realizada este lunes 29 de septiembre, titulada “La presencia y la misión de la Iglesia en una sociedad pluralista”, con ocasión del Curso de formación sobre San Juan de Ávila, el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe destacó la importancia de la defensa de la vida, la familia y la libertad religiosa.

“La familia debe ser firmemente defendida como el lugar y el ámbito donde cada hombre se llena de amor y crece como hombre en el que el esfuerzo, en su disposición al sacrificio”, dijo.

El Cardenal Müller subrayó además que “la dualidad entre hombre y mujer es necesaria para la constitución de un matrimonio y una familia, y ningún niño puede ser privado de su derecho natural a tener un padre y una madre”.           

Citando la Encíclica Centessimus Annus de San Juan Pablo II, el Cardenal subrayó la defensa del “derecho a la vida, del que forma parte integrante el derecho del hijo a crecer bajo el corazón de la madre”.   

La autoridad vaticana subrayó que “la promoción cristiana de los derechos del hombre es clara en lo que respecta a la información y a la construcción de una conciencia colectiva, en todo lo referido a las cuestiones de la inviolabilidad de la vida humana, tratando de influir sobre las regulaciones o leyes encaminadas a la defensa de la vida”.

Además, señaló, “la Iglesia representa la dignidad indispensable de cada hombre, como fundamento de toda vida en común de personas que tienen distintas creencias”.

“Sobre la base de la Ley natural, la Iglesia, en estrecha unión con otros grupos sociales, debe enfrentarse al Estado o a una determinada ideología totalitaria que quiera suprimir o eliminar la religión o la libertad de conciencia, tal y como el Concilio Vaticano II ha dejado claro en su Declaración sobre la libertad religiosa Dignitatis Humanae”, dijo.

El texto completo de la homilía y la conferencia del Cardenal Gerhard Müller puede leerlo pinchando 
AQUÍ

Donde está Dios allí está el amor verdadero, dice matrimonio que participará en Sínodo de la Familia

Hermelinda y Arturo Sá Zamperline

RIO DE JANEIRO, 29 Sep. 14 / 08:09 am (ACI/EWTN Noticias).- “Apertura a la vida y responsabilidad educativa” es el tema que será presentado por el matrimonio brasileño conformado por Arturo y Hermelinda de Sá Zamperline, en el próximo Sínodo de la Familia que se realizará en el Vaticano del 5 al 19 de octubre.

Este matrimonio que lleva 41 años de casados dirige en Brasil, en San José de Campos en el estado de Sao Paulo, el movimiento de Equipo de Nuestra Señora (ENS) y, junto a otros 13 matrimonios han sido invitados como auditores al Sínodo, es decir que podrán intervenir pero no tendrán derecho a voto.

En declaraciones a ACI Digital, agencia en portugués del grupo ACI, estos laicos brasileños dijeron estar “muy ansioso. En el momento en el que recibimos la noticia fue una sorpresa por ser un evento tan importante. Estamos agradecidos por esta gran bendición. Es un honor y al mismo tiempo una gran responsabilidad”.

“Hemos recibido mucho material de lectura y estamos estudiante bastante. Fuimos escogidos para, a lo largo del evento, hablar durante exactamente cuatro minutos sobre los desafíos pastorales y el respeto de la apertura a la vida. La intervención debe reflejar nuestra vivencia de familia cristiana así como nuestra experiencia pastoral”, explicó Hermelinda.

“Estamos llamados a testimoniar el amor, el perdón y la alabanza a Dios. Debemos tener una vida coherente con la fe que profesamos. Debemos ser muy agradecidos a Dios, tener una vida de oración y participar frecuentemente en la Eucaristía. Y esto debe hacerse con convicción y alegría, no puede ser una carga”, aseguró.

Para esta pareja de esposos brasileños, la relación de casados “es de tres: nosotros y Dios, porque donde Él está, allí se encuentra la caridad, allí se encuentra el verdadero amor”.

Los esposos recordaron además que “antes éramos católicos de misa de domingo y a medida que fuimos entendiendo el valor del sacramento del matrimonio en nuestra vida se dio un despertar”.

Ese cambio definitivo se dio cuando vivían en Río de Janeiro: “nuestros hijos estudiaban en el Colegio Santo Inácio, en Botafogo, y nos invitaron a participar de un encuentro de Padres con Cristo, promovido por el colegio. En ese evento sentimos que una llama se volvió a encender, creció nuestro amor por Jesús y la voluntad de colocar a Dios de una forma mayor en nuestra relación”.

Sobre el “secreto” para un matrimonio feliz, Zamperline dijo que “cuando la pareja reza junta y dialoga la relación se hace más viva. (…) Podemos superar los desafíos con más facilidad cuando sabemos que Dios está en lo mejor de nosotros”.

 

 

Nombramiento de los miembros de la Comisión especial para la reforma del proceso matrimonial canónico

 

La Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer hoy al presidente y los miembros de la Comisión especial de estudio para la reforma del proceso matrimonial canónico, un organismo instituido por el Papa Francisco del pasado 27 de agosto.

Te puede interesar:

·         El matrimonio en Cristo, José María Iraburu

(ACI/InfoCatólica) El comunicado señala que «los trabajos de la Comisión especial comenzarán cuanto antes y tendrán como marco preparar una propuesta de reforma del proceso matrimonial, buscando simplificar sus procedimientos, haciéndolo más sencillo y salvaguardando el principio de indisolubilidad del matrimonio».

La Comisión será presidida por Mons. Pio Vito Pinto, Decano del Tribunal de la Rota Romana, y estará compuesta por los siguientes miembros: Cardenal Francesco Coccopalmerio, Presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos; Mons. Luis Francisco Ladaria Ferrer, Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe; y Mons. Dimitrios Salachas, Exarca Apostólico para los greco católicos de rito bizantino.

Serán también miembros de esta Comisión los monseñores Maurice MonierLeo Xavier Michael Arokiaraj y Alejandro W. Bunge, Prelados auditores de la Rota Romana; P. Nikolaus Schöch, Promotor de Justicia Sustituto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica; P. Konštanc Miroslav Adam, Rector Magnífico de la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino (Angelicum); P. Jorge Horta Espinoza, Decano de la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad Antonianum; y el profesor Paolo Moneta, docente de Derecho Canónico en la Universidad de Pisa.

Recuperado en: http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=21982

 

 

Arzobispo de Singapur: Pastoral familiar para vencer la secularización

 

Singapur (Sábado, 20-09-2014, Gaudium Press) Una evaluación sobre los desafíos de la Iglesia en Singapur fue hecha por el Arzobispo William Goh, quien explicó a agencia Fides cómo la familia está en el centro del interés pastoral. "Para vencer el desafío de la secularización, a la que la sociedad en Singapur se enfrenta", comentó el prelado, "hemos decidido restituir la centralidad a la familia"

 

Mons. William Goh, Arzobispo de Singapur, explicó cómo la pastoral familiar debe ser puesta en el centro de los esfuerzos para frenar la secularización. Foto: Arquidiócesis de Singapur.

Este esfuerzo por promover la pastoral familiar se evidencia en las actividades pastorales de la Arquidiócesis. Además de las jornadas de oración y otros eventos espirituales, se destacan en la programación diversos talleres de formación para padres de familia, conferencias sobre temas de interés para las familias y encuentros para matrimonios. "En este proceso, es fundamental dar centralidad a la familia", explicó el Arzobispo. "En la diócesis hay diferentes realidades de movimientos y asociaciones dedicadas al amor familiar: las hemos reunido bajo una sola coordinación para armonizar la pastoral y la evangelización. El camino de la fe en la familia es decisivo para el futuro de la Iglesia".

 

 

"Singapur es un país post-moderno industrializado, donde la secularización se siente mucho", describió Mons. Goh. "Sin embargo hay que decir, que estamos en un país asiático, y los asiáticos son personas de por sí espirituales. Hoy en día, nuestra prioridad es renovar la fe, construyendo una Iglesia fundada sobre el Evangelio y que sea misionera". Esta renovación se busca a través de un nuevo impulso a la evangelización, para la cual es necesario "fortalecer el clero y apostar por la formación de los laicos".

Los abuelos, evangelizadores de la familia

 

Les presentamos hoy la primera parte de una experiencia correlacionada con el mundo de los ancianos, esta nace del deseo de concientizarlos de su misión tan fundamental al interior del núcleo familiar.

 

Presentación de los promotores de la experiencia

Gary Aitchison, 79 años, diacono permanente. Hasta el 2000, año de su jubilación, fue profesor en el College of Business de la Universidad del Estado de Iowa.

 

Kay Aitchison, 78 años. Hasta el 2001 ocupó el cargo de directora ejecutiva del Christian Family Movement. La familia de la pareja Aitchison está formada por cinco hijos, cuatro nueras, y 14 nietos.


La experiencia

Un curso para aprender a ser evangelizadores de los nietos. Es este proyecto el que ha sido llevado a cabo por un matrimonio estadounidense, Gary y Kay Aitchison, del Christian Family Movement. “El programa – nos cuenta la pareja- ha sido creado para apoyar las relaciones entre familiares y para revalorizar a la tercera edad dentro de las dependencias domésticas. En los últimos tiempos nos hemos dado cuenta de que el tiempo común pasado en familia va disminuyendo cada vez más, erosionado por las ocupaciones y hobbies individuales que no permiten comunicarse y compartir momentos”. Una situación de alejamiento que tiene repercusiones negativas incluso en lo que toca a la transmisión de la fe. De hecho por la falta de tiempo en común con los familiares muchos niños ya no reciben una formación de fe adecuada. 'Cómo podríamos vendarnos los ojos ante este problema, cada vez más difundido? “Nosotros pensamos – explica Gary Aitchison- que los abuelos son las personas idóneas para colmar este vacío producido por las dinámicas de la sociedad actual. Abuelos, muy a menudo con una fe bien arraigada, que además de desear de todo corazón el bienestar de sus nietos cuentan con mucho tiempo libre para dedicárselo.

 

El proyecto “Los abuelos: aprender a ser agentes de evangelización”, iniciado en el 1989 bajo el auspicio del Christian Family Movement, consiste en tener varios encuentros de dialogo con pequeños grupos (ocho o diez abuelos) dónde estos toman conciencia de sus capacidades. Concretamente se trata de un total de seis reuniones, una al mes, organizadas rotativamente en una de las casas de los participantes, con duración de una hora y media o dos horas. Durante estos encuentros se estudia lo que significa ser abuelo, su rol en la familia y sus aptitudes para el servicio. El primer encuentro profundiza la vocación del abuelo y el discernimiento de la llamada de Dios en la vida familiar contemporánea. La segunda reunión dibuja la figura de los abuelos bajo el perfil afectivo, son modelos –para los nietos- del mismo amor de Dios. El tercero aborda el tema de “los abuelos como educadores”, ya que estos pueden poner a disposición de sus nietos los conocimientos y capacidades adquiridas durante la vida. La cuarta reunión se centra en los abuelos como testigos de fe, mostrando cómo estos pueden rezar por y con los nietos, contándoles las vidas de los santos y leyéndoles historias bíblicas. En el quinto encuentro los abuelos descubren su papel de “historiadores de la familia”, memoria viviente capaz de unir con el recuerdo una generación a la otra. La última reunión tiene como objetivo mostrar a los abuelos el potencial de su sabiduría, lo que les permite llegar a ser para los más jóvenes un modelo de virtud y valores, enseñándoles el arte de saber envejecer, con fe y amor hacia el futuro.

 

 

Recuperado en: http://www.familiam.org/famiglia_esp/iglesia/00008721_Los_abuelos__evangelizadores_de_la_familia.html

14 matrimonios darán su testimonio a los 191 prelados y padres sinodales del Sínodo de la Familia

 

Para asegurar que el debate del próximo Sínodo de la Familia sea realista, el Papa ha nombrado un total de catorce matrimonios de todo el mundo entre los auditores y expertos, según la lista publicada ayer por el Vaticano.    

Aunque la metodología del Sínodo de Obispos limita el voto a los 191 prelados y padres sinodales, la presencia de catorce matrimonios y de numerosos laicos casados entre los otros 62 participantes con voz pero sin voto asegura una riqueza de experiencia sin precedentes en estas reuniones.      

El interés del Papa por un estudio exhaustivo de los problemas de la familia a nivel global se manifiesta en la convocatoria de dos sínodos en años sucesivos. El que se celebrará del 5 al 19 de septiembre es un Sínodo Especial, formado por los 114 presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo, incluido el arzobispo Ricardo Blázquez por la de España. Su objetivo es «desbrozar» los temas con vistas a un año de reflexión preparatorio del segundo encuentro, que contará con más participantes.

 

 

Recuperado de: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=37550

Constituyen Federación Europea en Defensa de la Vida y la Dignidad Humana

 

MADRID, 08 Sep. 14 / 09:05 pm (ACI/EWTN Noticias).- Ciudadanos de 28 países de la Unión Europea, integrantes de 25 organizaciones defensoras de la vida y la dignidad humana, constituyeron la Federación Europea en Defensa de la Vida y la Dignidad Humana “One of Us”.

Entre las instituciones que suman los esfuerzos de la recién nacida Federación, figuran la española Derecho a Vivir y la plataforma internacional CitizenGO.

Según indicaron en un comunicado publicado en su sitio web el 6 de septiembre, este es un “paso adelante” que se ha logrado realizar “gracias al  camino que han recorrido juntos ciudadanos de los 28 países de la Unión Europea que han llevado a cabo la iniciativa popular europea más exitosa de todas las presentadas ante este organismo y que duplicó el número de firmas exigidas por la Comisión Europea”.

Esa iniciativa legislativa popular, titulada también “One of Us”, recordaron, “que ahora ha tomado la recién formada Federación, pedía el respeto a la vida humana en todos los ámbitos en los que la Unión Europea tiene competencias y que no se emplearan fondos públicos para actividades que la destruyeran o atacaran su dignidad”.

“El titánico esfuerzo no sirvió sólo para sacar adelante el laborioso proceso, sino que ha sido el punto de partida para una Federación que quiere asumir los urgentes retos que Europa tiene en el ámbito de la defensa de la vida humana y su dignidad”.

La Federación es apolítica y no confesional, precisaron, al tiempo que señalaron que sus objetivos, sin fines de lucro, incluyen “el reconocimiento incondicional de la dignidad inherente e inalienable de todo ser humano como fuente de todas las libertades y derechos humanos”.

Su segundo objetivo, apuntaron, es el de buscar “el desarrollo de una Cultura de la Vida en Europa, a través de la promoción de y el apoyo a actividades que impliquen la protección de la vida humana, particularmente en sus estadios más vulnerables de desarrollo (concepción y gestación, infancia, maternidad, enfermedad, ancianidad y final de la vida)”.

Para más información, pueden ingresar a: http://www.oneofus.eu/es/

 

 

Comunes en protestantes, peligrosas también para católicos

 

6 excusas débiles -pero no infrecuentes- que usan las parejas cristianas para romper su matrimonio

 

En el fragor de los problemas y los sentimientos, el divorcio puede parecer la única solución, pero vale la pena pensar en alternativas... y no en malas excusas 

  

Actualizado 27 agosto 2014   

       

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ReL    

 

Tomemos un café y hablemos de matrimonio", titulo de la iniciativa pionera 

 

Están separados o fueron abandonados, pero siguen respetando su matrimonio: la pastoral de Palermo 

 

 La clave para acoger a los divorciados en la Iglesia: oración en grupos y paciencia  

 

 En el juzgado, cerrando su divorcio, ella vio «que él estaba enamorado de Jesús», y así se salvaron 

 

J. Lee Grady, antiguo editor y actual columnista de prestigio de la revista norteamerica “Charisma” (protestante carismática), ha escrito una enumeración de “excusas débiles” que dan los cristianos al divorciarse o separarse. 

 

 Hay que tener en cuenta que el divorcio tiene en Estados Unidos una tradición mucho más antigua que en España, que las iglesias protestantes no creen en el matrimonio como sacramento y permiten el divorcio por causas “justificadas” (varían de unas a otras) y que han pasado ya más de 40 años desde que Ronald Reagan firmara la primera ley de “divorcio sin culpa”, que facilitaba las rupturas sin causa necesaria (a Reagan le presionó para aprobar esta ley el congresista James A. Hayes, cuya mujer quería divorciarse acusándole de “crueldad” y necesitaba evitarlo acogiéndose a una ley de divorcio “sin causa”; Reagan se arrepentiría de abrir esa puerta, como se explica aquí). 

 

La doctrina católica insiste en que el matrimonio (natural o sacramental) es una unión indisoluble que hace el mismo Dios, no hay fuerza que pueda romperlo (excepto la muerte) y la separación es aceptable solo en casos graves (evitar violencia, riesgo para los hijos, etc…), con la posibilidad, a veces contra toda esperanza humana –no divina-, de reconstruir o sanar la relación. 

 

 J. Lee Grady, como protestante, ha creado su propia doctrina de “causas aceptables de divorcio” (en su opinión son cuatro: adulterio sin arrepentimiento, la violencia física, la crueldad o el control emocional y la “incompatibilidad espiritual”). 

 

Pero ahora J.Lee Grady denuncia que fuera de estos casos se están dando muchas rupturas, a veces bajo excusas débiles y falsamente espiritualistas, que minan las familias cristianas actuales. 

 

 Aunque estas excusas son especialmente dañinas en ambientes cristianos protestantes, también los católicos en momentos difíciles pueden verse tentados a utilizarlas y dañados por ellas.

 

1. “Para empezar, nunca deberíamos habernos casado”

Para Grady, recurrir a esta frase es una huida del presente, de la realidad, y evitar madurar, abrir la puerta a una inmadurez de por vida. “Una vez eliges casarte debes admitir las responsabilidades de la vida adulta, debes crecer y aceptar las consecuencias de tus hechos”, afirma.

 

2. “Nuestras familias no se soportan, no se llevan bien”

 “Supe hace poco del caso de un joven que llevaba dos años casado y había embarazado a su mujer y decidió dejar el matrimonio porque a sus padres nunca les había gustado su elección de esposa. Eso es ridículo. Un matrimonio no es entre familias, sino una relación única entre un hombre y una mujer. Génesis 2:24 explica que el hombre “dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer”. Las parejas casadas que permiten a los padres controlar su matrimonio van hacia el desastre”, escribe Grady.

 

3. “Nos hemos ido distanciando”

 “Esta frase es una indicación de que vuestra conexión con el cónyuge está más basada en sentimientos románticos esponjosos que en un compromiso y alianza sólidos. A Satán le encanta dividir, y usará sospechas, desconfianzas, ira, acidez y palabras abusivas para crear un ambiente tóxico en tu casa. No deis esta oportunidad al demonio (ver Efesios 4,27) escuchando sus mentiras. Jesús puede reconectar lo que habéis dejado distanciarse”.

 

4. “Discutimos demasiado”

 “Esta es una excusa tonta. Muchos matrimonios en la Biblia discutían con frecuencia, incluyendo a Abraham y Sara, nuestros padres en la fe. De hecho, discutir es más sano que enterrar las emociones, siempre que puedas resolver el conflicto y dejar que la ira se vaya rápido. Si tú y tu cónyuge discutís constantemente, podría ser un signo de que no gestionáis bien el estrés, o que uno o los dos necesitáis nuevas habilidades comunicativas. Encontrar un nuevo cónyuge no te servirá de nada si el problema está en ti”.

 

5. “Ir a asesoramiento y terapia no nos ha servido”

 “Yo creo con firmeza en la asesoría y terapia matrimonial, y las parejas con problemas deberían acudir a ella siempre antes de hablar de separarse. Pero si tu matrimonio ha tenido dificultades durante años, tres sesiones de una hora no lo arreglarán de la noche a la mañana. Los consejeros matrimoniales no son magos. Tenéis que ser pacientes. Si vuestro matrimonio está en un caos, hará falta tiempo para arreglarlo. Sólo limpiar los escombros antes de empezar a reconstruir ya puede costar meses”.

 

6. “Dios me dijo que me fuera y me casara con otra persona” 

 “Un ministro de California se divorció de su esposa y se casó con otra mujer en apenas una semana porque ‘Dios lo dijo’. Es triste que echen la culpa a Dios de tal necedad. Si alguna vez crees que Dios te pide algo que claramente contradice la Biblia, estás bajo la influencia de un espíritu engañoso. Sé humilde, por favor, y pide ayuda inmediatamente”, comenta Grady.

 

 

“Si tienes problemas en el matrimonio y piensas que el divorcio es tu única opción, páralo todo y respira hondo. Ve despacio. Antes de empezar a correr con tu hatillo y de buscar excusas para tu huida, pide a Dios que te dé su consejo, y busca ayuda de amigos”, añade Grady.

Desde el 4 y hasta el 9 de agosto más de 350 personas participan del Primer Congreso Latinoamericano de Agentes de Pastoral Familiar  (CELAM): el COLPAFA I que se realiza en Panamá.

 

Este Congreso es organizado por el Departamento de Familia, Vida y Juventud del CELAM y la arquidiócesis de Panamá, quienes con el apoyo y la participación del Consejo Pontificio para la Familia, el Pontificio Instituto Juan Pablo II, y la Red de Institutos Universitarios Latinoamericanos de Familia, REDIFAM, desarrollarán temas tan importantes para la Familia como lo son:

·         Familia y Educación

·         Familia y Comunicación

·         Familia y Vida (Políticas públicas)

·         Familia y Economía

·         Familia y Evangelización

 

Acompañan como ponentes:

·         Monseñor João Carlos Petrini, obispo de Camacari, Brasil, y presidente de la Comisión Episcopal de la Pastoral para la Vida y la Familia

·         Monseñor Vincenzo Paglia, presidente de Pontificio Consejo para la Familia

·         Monseñor Santiago Silva Retamales, secretario general del CELAM y quien estará a cargo del retiro espiritual

 

El Papa Francisco resaltó en el mensaje que envió con motivo del COLPAFA, dos características de la familia: la estabilidad y la fecundidad.

“Las relaciones basadas en el amor fiel, hasta la muerte, como el matrimonio, la paternidad, la filiación o la hermandad, se aprenden y se viven en el núcleo familiar. (…) Además, el amor familiar es fecundo y no solo porque engendra nuevas vidas sino porque amplía el horizonte de la existencia, genera un mundo nuevo; nos hace creer, contra toda desesperanza y derrotismo, que una convivencia basada en el respeto y en la confianza es posible”, expresa el Papa en la carta que reproducimos completa al final de esta nota.

Este Congreso tiene un valor de orden histórico para la vida de la Iglesia global: América Latina y el Caribe es el único continente que emprende en comunión con el próximo Sínodo extraordinario de octubre de 2014 en Roma, un congreso en el mismo sentido y con el mismo espíritu.  

El padre David Cosca, miembro de presbiterio local, en conferencia de prensa, se expresó sobre la importancia del tema: la división de la familia, que requiere urgente atención: “Si la familia está dividida, entonces también habrá segmentación en las otras esferas de la sociedad”, afirmó.

En tanto que el obispo de Santa Rosa (La Pampa, Argentina) y Presidente del Departamento de Familia, Vida y Juventud del CELAM, monseñor Raúl Martín sostuvo que “si la familia está en crisis, el mundo también está en crisis”.

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A continuación compartimos el texto completo de la intervención de Mons.  Vincenzo Paglia, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia: 

Saludo introductorio  de  S. E. Mons. Vincenzo Paglia, Presidente del Pontificio Consejo para la Familia

En el Primer Congreso Latinoamericano y del Caribe de Agentes de Pastoral Familiar

Ciudad de Panamá, 4 de agosto de 2014 

Queridos amigos

Es un verdadero placer dirigirme a ustedes, en este Primer Congreso Latinoamericano y del Caribe de Agentes de Pastoral Familiar, porque se trata de una meta que se logra y de un punto de partida dentro del vigoroso camino misionero que América Latina y el Caribe está viviendo.

Hace tres años, en marzo de 2011, varios de ustedes participaron en Bogotá, en una importante reunión presidida por mi predecesor, el Cardenal Ennio Antonelli, y por el entonces responsable del Departamento de Familia, Vida y Juventud del CELAM, el ahora Cardenal, Monseñor Leopoldo José Brenes Solórzano, para reflexionar a la luz de Aparecida, sobre el camino de renovación de la pastoral familiar frente a la situación actual del matrimonio y la familia en este querido Continente. Una de las conclusiones de aquél Cuarto Encuentro de Obispos Responsables de Familia y Vida de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe, fue precisamente la necesidad de convocar un Congreso en el que se continuara delineando la identidad de la pastoral familiar latinoamericana, con la participación no sólo de los señores obispos responsables de las comisiones episcopales, sino también de los agentes de pastoral familiar. Y ahora aquí estamos reunidos, caminando juntos ¡Que alegría!

Permítanme saludar particularmente al Excelentísimo Señor Arzobispo de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa; al Presidente del Departamento de Familia, Vida y Juventud del CELAM, Monseñor Raúl Martín, al Señor Nuncio Apostólico en Panamá, Monseñor Andrés Carrascosa (y a la Sra. Lorena Castillo, primera dama de la República que nos honra con su asistencia). Saludo también con agradecimiento a quienes han trabajado en la preparación de este evento, a Su Excelencia Monseñor Santiago Silva Retamales, Secretario General del CELAM, a los obispos coordinadores de las regiones, a don Antonio José Velázquez, Secretario del Departamento, a los amigos de la Red IFAM y a cuantos han prestado su valiosa colaboración en las distintas comisiones.

         Providencialmente este Congreso se desarrolla en la vigilia de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo sobre Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización. Como saben, se trata de la primera etapa de un camino sinodal que prevé otro momento, el de la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que se desarrollará en octubre del 2015, sobre el tema Jesucristo revela el Evangelio de la familia. No me extiendo sobre este novedoso planteamiento -por otra parte bien conocido en América Latina- que le ha querido dar el Papa Francisco, sino para subrayar que el Santo Padre desea que el tema sea afrontado de manera amplia y participativa. Él personalmente ha querido iniciar la reflexión a través de un debate de dos días en el Consistorio de los Cardenales en febrero de este año. Después ha querido que se escuchase el punto de vista de todas las Conferencias Episcopales y de un amplio número de otras instituciones y fieles sobre el tema del matrimonio y la familia a través de un cuestionario. El Instrumentum laboris que la Seceretaría del Sínodo ha presentado hace algunas semanas refleja fielmente una amplia síntesis de las respuestas. Los resultados de los trabajos de la Asamblea Extraordinaria – en la que participarán solamente los presidentes de las Conferencias Episcopales y algunos otros expertos- se deberán examinar nuevamente, a lo largo del 2015, por las Conferencias Episcopales para ser finalmente examinadas en la Asamblea General Ordinaria de octubre de 2015.

         Me parece importante subrayar que el Papa Francisco no quiere una reflexión puramente teórica. Él desea que se mire a la realidad de la vida de las familias en la actualidad, la situación en la que se encuentran en los diferentes Continentes, para participar de las alegrías y de las angustias, de las esperanzas y de los miedos que ellas viven. Y es desde aquí, más que desde una definición teórica, que se debe partir para focalizar las líneas de respuesta para ayudar a nuestras familias a encontrar la fuerza que el Señor les ha confiado. No hay duda de que nos encontramos frente a un grande y delicadísimo desafío para la Iglesia y para la Sociedad Civil. Por esto es indispensable un gran entusiasmo y una gran audacia. En una palabra, un gran amor por nuestras familias.

         Nuestro Primer Congreso Latinoamericano y del Caribe de Agentes de Pastoral Familiar, adquiere un valor particularmente significativo. Ciertamente para toda América Latina, pero también para la Iglesia en los demás Continentes, porque ofrece a todos contenidos y un método para la reflexión.

         Queridos amigos, no estamos aquí para nosotros mismos, para reforzar nuestras organizaciones y afinar nuestros proyectos, para evaluar nuestros programas y elaborar nuevas estrategias. Cosas todas estas necesarias. Estamos viviendo un “kairós”, un momento particular de la vida de la Iglesia y del mundo. El Papa  Francisco nos pide una nueva profecía. Él ha intuido que es la hora de la familia, que es la hora de la comunión y no de la soledad, de la solidaridad y no del individualismo. Que es la hora de la Iglesia como familia llamada a ayudar a los pueblos, frecuentemente lacerados por los conflictos, a entenderse como una gran familia. Nuestro trabajo para lanzar una renovada pastoral de la familia es un gran acto de amor a la Iglesia y al mundo. ¡Buen trabajo a todos!

 

Consultado en: http://www.celam.org/noticelam/detalle.php?id=OTU5

Divorciados casados de nuevo, Eucaristía y Penitencia   


En la inauguración del nuevo año judicial del tribunal eclesiástico regional de Umbria, el pasado 27 de marzo, el cardenal Velasio De Paolis, presidente emérito de la Prefectura de los Asuntos Económicos de la Santa Sede, habló en la sesión de apertura, de “los divorciados casados de nuevo y los sacramentos de la eucaristía y de la penitencia”. Tomando como punto de partida la situación de crisis de la familia y de la sociedad hizo hincapié en la necesidad de encontrar la dirección correcta, reflexionando del mismo modo sobre la naturaleza y la historia de la Iglesia, analizando algunas pautas del magisterio y de la disciplina para participar a los sacramentos, también hizo referencia a las orientaciones expresadas por el cardenal Walter Kasper.

 

El cardenal De Paolis escribe así: “La problemática de los divorciados casados de nuevo se presenta como una situación irregular, en tanto que las personas interesadas se encuentran unidas por un vínculo matrimonial no reconocido por la Iglesia, resulta pues inadmisible su reconocimiento ya que las correspondientes partes implicadas están ya vinculadas por una unión matrimonial que no puede ser disuelta. La irregularidad consiste por tanto en este nuevo vínculo. Por consiguiente la convivencia que llevan a cabo las personas interesadas se declara contraria a la moral católica, particularmente porque la moral sexual de la doctrina católica declara que solamente es lícito el acto conyugal entre esposos legítimos en el ámbito matrimonial. Esta situación revela otra irregularidad, el acceso al sacramento de la Eucaristía al alcance de todo aquel que es consciente de no haber cometido ningún pecado grave, y al sacramento de la penitencia o de la confesión sacramental que no se encuentra disponible salvo para aquellos que sienten arrepentimiento de su pecado y ponen su empeño en no cometerlo más”.

 

Para el presidente emérito de la Prefectura de los Asuntos Económicos de la Santa Sede “ queda así confirmada de modo irreversible la doctrina tradicional que además de ser una doctrina corroborada desde hace siglos, tiene unas bases sólidas en lo que concierne moral y espiritualidad cristiana. [...]

 

Más allá de las diversas situaciones en las que se encuentran los divorciados casados de nuevo , en todas las situaciones se haya siempre el mismo problema: una convivencia ilícita more uxorio entre dos personas que no están unidas por un verdadero vínculo matrimonial. El matrimonio civil, de hecho, no es un vínculo matrimonial; según las leyes de la Iglesia no tiene tampoco ni la aparencia de un matrimonio, tanto es así que la Iglesia habla de matrimonio atentado. De cara a esta situación no se logra ver cómo el divorciado podría recibir la absolución sacramental y acceder a la Eucaristía”.

 

 

Consultado en: http://www.familiam.org/pls/pcpf/V3_S2EW_CONSULTAZIONE.mostra_pagina?id_pagina=8561&rifi=guest&rifp=guest

Libro sobre "el verdadero Evangelio de la Familia" es publicado en Madrid.

15 de Julio de 2014 

 

Madrid (Martes, 15-07-2014, Gaudium Press) La conocida Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) ha publicado un libro que desde esta semana se encuentra en las librerías católicas de España. Bajo el sugestivo título "El verdadero Evangelio de la familia - Perspectivas para el debate Sinodal", dos profesores del Pontificio Instituto Juan Pablo II de Roma, desean con su trabajo "contribuir al debate abierto ante la convocatoria del Sínodo de la Familia"

Los autores son el español Juan José Pérez-Soba, sacerdote y profesor invitado de la Universidad Eclesiástica de Madrid y el profesor alemán Stephan Kampowski que imparte en Roma la materia de Antropología Filosófica.            

En doscientas páginas abordan en cinco capítulos el anuncio del Evangelio de la Familia en una cultura pansexualista; la verdad del sacramento esponsal: donde la misericordia y la fidelidad se encuentran; la experiencia de la primera Iglesia: fidelidad al evangelio de la familia; una vida entregada en el tiempo: la reconstrucción del sujeto moral y una pastoral de la misericordia; vivir la verdad en la caridad.         

Al final y después de la conclusión los autores colocan un interesante apéndice con treinta preguntas clave sobre los sínodos de la familia".           

Afirma el Cardenal Arzobispo de Madrid, D. Antonio María Rouco Varela, que prologa la obra que "dentro del camino sinodal sobre la familia que ha abierto el Papa Francisco, los autores han acogido su invitación a una discusión abierta. Así, el presente volumen asume la tarea de presentar una propuesta en el sentido de iluminar esta misión eclesial con el verdadero evangelio de la familia. En particular se sitúa en diálogo crítico a la ponencia presentada por el Cardenal Walter Kasper en el pasado consistorio de febrero de 2014". De este modo -continua el Cardenal Rouco Varela- el libro quiere ser, sobre todo, una contribución positiva que indica una actitud pastoral misericordiosa que se inspira en el magisterio y el testimonio de San Juan Pablo II que el Papa Franscisco ha presentado a toda la Iglesia como "el Papa de la Familia".  

Para el Arzobispo de Madrid, "este libro se sitúa en la línea de apertura al diálogo que desea el papa Francisco para que el Sínodo de la Familia por él convocado se enriquezca con una profunda visión eclesial".

Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el enlace http://es.gaudiumpress.org/content/60823-Libro-sobre--el-verdadero-Evangelio-de-la-Familia--es-publicado-en-Madrid#ixzz37aln6rc5 
Se autoriza su publicación desde que cite la fuente. 

Sembrar la paz... Catequesis para la Familia.

Madrid, 12 de julio de 2014 (Zenit.org) Redacción | 144 hits

 

Como padres, tíos o abuelos hay ocasiones en que se nos hace difícil u omitimos participar en los conflictos de nuestros niños. Sembrar es una acción que mira al horizonte, que aún no esta terminada, que coincide con esa palabra que propone el Papa Francisco “Hacia...”, hacia una catequesis afectiva, con el nombre de cada uno, cercana, que fortalezca los vínculos.

“La Paz sea con vosotros” (Jn 20, 19), era un saludo familiar que daba Jesús a sus apóstoles. Estamos llamados a ello, a sembrar cada día con Esperanza, más que en la solución inmediata de los problemas.

Cuando los hermanos tienen diferencias o pelean, unas cuántas veces al día, intervienen infinidad de factores y para cada familia estos en diferente orden. Por ejemplo, las edades de los niños, sus particularidades, el clima y situación del hogar, los amigos o ausencia de ellos, influencias de los medios de comunicación, la capacidad y voluntad mediadora de los adultos, los valores y el tiempo.

“El tiempo...” ¿Qué tiempo? Pensemos en una situación que distancia a los hermanos. Ya sea por que se han quitado algo o les parece injusta nuestra actuación. La cosa es que la relación esta fragmentada y sus corazones también. Podríamos ofrecer ir a un lugar bonito y que las distracciones o el timbre que suena para salir a recreo se encargue de diluir el tema. Podríamos decir que tenemos que salir, ir a trabajar o pasar por alto el problema. Y podemos asumir que hay un conflicto que nos invita solamente a sembrar, no es para ahogarse en ese momento, sino para vivirlo con tiempo de horizonte, de sembrar apertura y recociliación en la convivencia a largo plazo. Que mantengamos la serenidad del saludo de Jesús a sus deconcertados y a veces inquietos apóstoles.

Orientaciones pueden haber muchas: sentarse con ellos, con creatividad, enseñarles a escucharse, respetarse, saber que son diferentes, que cada uno por su nombre es un tesoro y que nadie sobra, que también pueden hacerse el bien corrigiéndose mutuamente, que darse un abrazo al despedirse es trascender el momento.

Podemos transformar la realidad trabajando en nuestras familias por la semilla de la paz.

Carmen Francisco M.

 

http://www.zenit.org/es/articles/sembrar-la-paz

El cardenal Balidisseri habla de los contenidos de la próxima asamblea extraordinaria del Sínodo sobre la familia-Patrimonio de la humanidad

2014-07-10 L’Osservatore Romano

 

Es como si se hubiera delineado la imagen tipo de la familia, con todas sus luces y todas sus sombras, preparada para ser retocada de modo tal que pueda entrar por derecho entre los tesoros que se deben defender a nivel universal, como patrimonio de la humanidad. 

 

Es el contenido del Instrumentum laboris, el documento que los padres sinodales utilizarán en la próxima asamblea extraordinaria de octubre. Les toca a ellos vislumbrar las luces y las sombras, las figuras poco nítidas, las imperfecciones, los retoques por hacer. Les toca a ellos enfocar las luces sobre las problemáticas actuales, sin dejarse condicionar por la presión mediática al privilegiar algunos aspectos en relación a otros. El trabajo que les espera es significativo, las expectativas también, porque la Iglesia, pero incluso las demás religiones, los Estados y las sociedades esperan respuestas sobre el tema de la familia. De estas situaciones habla el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los obispos, en esta entrevista a nuestro periódico.

 

El Papa Francisco destacó, en más de una ocasión, el riesgo de que la opinión pública sea orientada a considerar el Sínodo como un debate sobre los divorciados y los vueltos a casar. ¿Qué se puede hacer para volver a conducir todo hacia la óptica justa?

 

Estoy seguro de que la publicación del Instrumentum laboris favorecerá la justa ubicación del tema al cual usted hacía referencia. De la lectura del texto se intuye, en efecto, que la asamblea especial del próximo mes de octubre tratará sobre la familia en su complejidad y urgencia, afrontando todos los temas referidos a ella, enunciados en el documento, en el que confluyen las respuestas a las 38 preguntas del cuestionario distribuido en su momento a los episcopados y a las instituciones de derecho. Quisiera recordar que el documento está formado por tres partes, con sus respectivos capítulos, divididos en 159 números, de los cuales sólo pocos se refieren al tema del cual usted habla. La progresiva atención a la inmensidad de la temática familiar que se desarrolla orgánicamente en el documento aportará comprensión y claridad para todos y disminuirá la tendencia, también a nivel mediático, a privilegiar algunos respecto a los demás. Sobre todo, se debe tener presente que los diversos temas están estrechamente relacionados unos con otros, y para un sano y correcto entendimiento, estudio y eventualmente punto de resolución se deben considerar en su conjunto y en la misma medida.

Federación Internacional de Familias Católicas

 

Asociación internacional que busca facilitar la comunicación y el encuentro de todas las familias católicas e instituciones católicas dedicadas a la promoción de la familia.

 

Qué es la Federación Internacional de Familias católicas.

Es una asociación internacional que busca facilitar la comunicación y el encuentro de todas aquellas familias católicas e instituciones católicas dedicadas a la promoción de la familia, con el objetivo de darnos apoyo mutuo en el aspecto espiritual, moral y social y unir nuestras fuerzas en un momento histórico en el que la familia está siendo objeto de grandes agresiones culturales, ideológicas, sociales y políticas y en el que los valores fundamentales de la familia católica, están siendo relativizados y atacados de manera frontal.

¿Qué busca?

·Informar. Ofrecer un punto de referencia para todos los padres de familia e instituciones católicas dedicadas a la familia, en el que encuentren contenidos e información en completa consonancia y fidelidad al Magisterio de la Iglesia Católica.

·Formar. Promover actividades formativas para padres de familia, matrimonios e instituciones católicas dedicadas a la familia, en las que se difundan y promuevan los mensajes del Papa a las familias, las enseñanzas de Catecismo de la Iglesia católica referentes a la vida familiar y todos los documentos que publique el Consejo Pontificio para la Familia y demás organismos eclesiales dedicados a la promoción y fortalecimiento de los valores familiares.

·Difundir. Hacer llegar a nuestros miembros artículos y documentos de actualidad para que estén informados de los criterios cristianos acerca de los temas más candentes y para brindarles consejos acerca de cómo manejar las situaciones familiares de una manera exitosa.

·Asesorar. Brindar un servicio de consultoría familiar gratuito, formado por asesores familiares expertos que puedan ayudar a los miembros en momentos de crisis, duda o debilidad.

·Unir y fortalecer. Ser un lugar de comunicación y diálogo entre los diversos miembros para orar unos por otros, apoyarse, aconsejarse, consolarse, fortalecerse y enriquecerse mutuamente.

·Respaldar. Dar presencia y nombre a nuestros miembros, que contarán con la seguridad de tener una Institución internacional que los respalde y apoye en sus pensamientos y acciones en la sociedad.

Diez razones para unirse

1. Contar con el apoyo y acompañamiento de un grupo de familias con intereses y preocupaciones similares, al que se puede recurrir en momentos de duda y dificultad.

2. Poder acceder a la asesoría gratuita de consultores familiares expertos y la asesoría espiritual de sacerdotes fieles al Magisterio y al Papa.

3. Contar con información actual y oportuna en temas importantes como la educación de los hijos, la comunicación dentro del matrimonio, las relaciones intrafamiliares, etc.

4. Contar con un espacio de comunicación dentro de los foros de Catholic.net, en el que se pueden expresar y comentar con los otros miembros, los temas más importantes para la vida y crecimiento de la familia.

5. Contar con un espacio personal de publicación del propio pensamiento y de los temas y noticias que más nos interesan acerca de la familia y de los eventos que deseamos promover, dentro de los blogs de Catholic.net

6. Posibilidad de asistir a los cursos que organice la Federación en los distintos lugares del mundo.

7. Posibilidad de asistir a una Renovación Matrimonial anual y a unos Ejercicios Espirituales anuales.

8. Contar con el servicio de la Red de oración para que unidos recemos por las dificultades de nuestras familias.

9. Posibilidad de comunicarse y unir fuerzas con otras familias e instituciones familiares alrededor del mundo.

10. Posibilidad de representar los intereses de la Federación, utilizando su nombre en las acciones o publicaciones personales, que tengan como objetivo la difusión de los valores cristianos, el bienestar de la familia y la defensa de sus derechos.

¿Quiénes pueden ser miembros?

Cualquier matrimonio, padre de familia, institución o persona:

· Que esté preocupada por los ataques que está recibiendo la familia de parte de las leyes y los medios de comunicación y quiera protegerse y defenderse. 

· Que quiera sentirse acompañado y apoyado por otras familias que quieren vivir también de acuerdo con las enseñanzas de Cristo.

· Que tenga dudas acerca de cómo debe pensar cristianamente acerca de algunos temas familiares y quiera formarse e informarse.

· Que quiera orar por otras familias y contar con un grupo de oración para su propia familia.

· Que quiera contar con la asesoría espiritual y familiar gratuita de un sacerdote o de un consultor familiar acorde al Magisterio de la Iglesia.

· Que esté interesada en promover los valores cristianos dentro de las familias. 
¿Cómo afiliarse?

La afiliación a la federación es gratuita. 

Se deberá llenar el formato adjunto y enviarlo. Nuestro Consejo lo analizará y les haremos llegar vía e-mail el certificado de aprobación.


Sólo serán publicadas en el portal los datos marcados con (*). El resto de la información es confidencial y sólo servirá como referencia para nuestro Consejo.

 

Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net 

 

 

Episcopado colombiano desarrolla manual "¿Cómo crear un Comité Parroquial Pro-vida?"

13 de Junio de 2014

 

 

Bogotá (Viernes, 13-06-2014, Gaudium Press) Con el propósito de animar a los laicos para que sean portadores del mensaje en defensa de la vida y de la dignidad de cada ser humano, el Departamento de Promoción y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) ha desarrollado un manual que explica paso a paso cómo crear un Comité Parroquial Pro-Vida.

El documento, que está siendo distribuido por las diócesis de Colombia, hace parte de la Campaña "Fecundar Vida" que el organismo eclesial puso en marcha en 2013 con el objeto de sensibilizar y formar sobre la realidad del aborto, sus consecuencias psicológicas, biológicas y sociales, y animar a las acciones concretas a favor de la vida.

Entre esas acciones la iniciativa busca alentar la conformación de los comités pro-vida en las parroquias para que impulsen jornadas parroquiales a favor de la vida, contribuyan con la formación de los fieles en la defensa de la vida humana, generen proyectos para prevenir el aborto y acompañen a la mujer en riesgo de abortar y que ha abortado.

De esta manera, el manual indica tres pasos que son necesarios para la conformación del comité parroquial: primero, contactar al párroco; segundo, conseguir personas que se unan al comité; y tercero, organizar el comité parroquial.

"El comité pro-vida está conformado por un grupo de personas que están dispuestas a formarse y a actuar en defensa de la vida humana", destaca el manual.

Una de las maneras de impulsar el comité, tal como propone el documento, es la realización de una campaña "Fecundar Vida" en la parroquia. Ésta consiste en cinco jornadas a favor de la vida, con una duración aproximada de una semana, alrededor de una solemnidad mariana; como el 15 de agosto en la Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María; el 7 de octubre cuando la Iglesia conmemora a Nuestra Señora del Rosario; o en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre, entre otras fechas.

Ya durante las jornadas se ofrecerá formación a través de conferencias sobre el aborto, sus consecuencias, se animará a la conformación del propio comité pro-vida y se impulsarán otras acciones como las redes a favor de la vida, los ministerios de rescate frente a las clínicas de aborto, o la Pastoral de Acogida de las madres en situación de riesgo frente al aborto, invitando a los fieles para que aporten insumos para bebé o apadrinen cetros de apoyo a la mujer.

Noticia relacionada: 
"Fecundar Vida": Iglesia colombiana pone en marcha campaña en defensa de la vida

Con información del Departamento de Promoción y Defensa de la Vida de la CEC. 

 



Contenido publicado en es.gaudiumpress.org, en el enlace http://es.gaudiumpress.org/content/59804-Episcopado-colombiano-desarrolla-manual---iquest-Como-crear-un-Comite-Parroquial-Pro-vida--#ixzz34ZUOojZ7 
Se autoriza su publicación desde que cite la fuente. 

El demonio quiere destruir a la familia porque allí crece Jesús, dice el Papa Francisco.

ROMA, 02 Jun. 14 / 04:38 pm (ACI).- El Papa Francisco señaló ayer que el demonio busca destruir a las familias porque es allí donde Jesús crece, en medio del amor de los cónyuges y en la vida de los hijos.

 

Así lo indicó el Santo Padre durante el encuentro que sostuvo con 52 mil miembros del movimiento de Renovación Carismática en el Estadio Olímpico de Roma, luego de escuchar el testimonio de una madre de familia.

 

La madre, acompañada de su esposo y sus tres hijos, le dijo al Papa que “todos los días necesitamos de la fuerza que viene de lo alto, que es capaz de sostenernos y que nos ayuda a superar los ataques del mal (...) Confírmenos en la fe y pida para todas las familias de este estadio, del mundo y sobre todo las que están en dificultad, las gracias que esperamos. Nosotros le prometemos nuestra oración”.

 

Al pedido de la madre, el Papa Francisco contestó con un cariñoso saludo a cada uno de los miembros de la familia y con unas breves pero profundas palabras en las que destacó que “las familias son la Iglesia doméstica, donde Jesús crece”.

 

“Crece en el amor de los cónyuges, crece en la vida de los hijos. Y por esto el enemigo ataca tanto a la familia. El demonio no la quiere. Busca destruirla, busca que el amor no esté allí”.

 

El Santo Padre resaltó que “las familias son estas iglesias domésticas. Los esposos son pecadores, como todos, pero quieren ir adelante en la fe, en su fecundidad, en los hijos y en la fe de los hijos”.

 

 

“El Señor bendiga a la familia, la haga fuerte, en esta crisis en la que el diablo quiere destruirla”, concluyó.

Justicia y misericordia de la mano en la pastoral matrimonial

Jornada de estudio en Roma, en la Facultad de Derecho Canónico de la U. Pontificia de la Santa Cruz

 Roma, 22 de mayo de 2014 (Zenit.orgRocío Lancho García | 179 hits

 

La justicia y la misericordia son dos caras de la misma moneda en el derecho matrimonial de la Iglesia que evitan el "laxismo" y el "rigorismo" en la pastoral matrimonial. Es una de las ideas surgidas hoy en la jornada de estudio organizada por la Facultad de Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma, en la que varios profesores de distintas facultades de derecho han podido hablar sobre la pastoral matrimonial. La jornada se ha organizado con ocasión del próximo Sínodo de los Obispos sobre la familia que se celebrará en octubre en el Vaticano.

Muy a menudo --ha explicado el profesor Carlos José Errázuriz-- misericordia y derecho son percibidas como "radicalmente antitéticas", como dos mundos separados que siguen lógicas opuestas: "el amor benigno, flexible y compasivo de una parte, y un sistema de normas rígidas que ignora las exigencias personales más íntimas de la otra". Sin embargo, ha destacado, entre estos dos virtudes hay un "tejido profundamente armónico: es necesario descubrir el impulso a la justicia que está encerrado en la verdadera misericordia cristiana". No existe misericordia sin justicia.

En esta misma línea ha proseguido el profesor Denis Biju-Duval, presidente del Instituto Pastoral 'Redemptor hominis'. Así, ha expresado que "una misericordia que fuera el pretexto al rechazo de convertirse no sería ni justa, ni misericordiosa; ni tampoco una conversión considerada como un presupuesto puramente humano para beneficiarse de la misericordia". Se trata más bien de "derivaciones" que sufre la pastoral, hechas de "falsa bonad" de una lado y "moralismo" del otro.

De este modo, una manifestación concreta de justicia y misericordia evidenciada por Eduardo Baura, profesor de derecho canónico a la Santa Cruz, consiste en el no limitarse "a la aplicación automática de la ley general", sino de tener cuidado de las exigencias personales, "siempre en el respeto de los derechos de los fieles directamente interesados y de los de la comunidad cristiana".

Pero se observa que, existe el riesgo de confundir misericordia con un sentimentalismo que lleva a no afrontar hasta el fondo los problemas, a no eliminar los males, porque eso sería costoso, o a quitarlos causando otros peores. En definitiva, "el eslogan sentimentalista produce fácilmente resultado porque no se busca la verdad sino el sentimiento inmediato".

Al abordar el tema de la pastoral de los fieles divorciados y vueltos a casar civilmente, el profesor Miguel Ángel Ortiz ha recordado que "es necesario distinguir la responsabilidad moral por las opciones del pasado de la institución actual". En el caso concreto de la admisión a la comunión eucarística, lo que la hace incompatible no son las culpas pasadas sino "la voluntad actual de vivir en contradicción" con el significado comunional del matrimonio y de la eucaristía. Al respecto, "la Iglesia debe tener una actitud misericordiosa, que ayude a acoger la misericordia de Dios, consciente que el primer acto de esa misericordia es decirnos la verdad y vivir según la verdad".

Un aspecto particular de la misericordia ha sido expuesta por el profesor Benedict Ndubueze Ejeh, que ha reflexionado sobre el carácter preventivo de la misericordia en ámbito matrimonial. La misericordia va ejercitada ya en la fase en la que los cónyuges piden la admisión al matrimonio. "Por el bien de los cónyuges, de la familia y de la sociedad civil y eclesiástica, la misericordia no es, y no debe ser, solamente curativa. Es mucho más importante que la misericordia en ámbito matrimonial sea de carácter preventivo".

Del mismo modo, durante la jornada se han abordado algunos temas que deberán ser afrontado en el próximo Sínodo sobre la familia, donde han intervenido también los profesores Paolo Bianchi, del y Nikolaus Schöch. El discernimiento de la verdad sobre el proyecto vocacional de los esposos, el apoyo positivo a las familias "para que realicen la misión de la Iglesia", la cercanía en la prueba y en la eventual búsqueda de reconciliación, la búsqueda de la verdad en el proceso de nulidad matrimonial, el testimonio creíble de fidelidad al Evangelio del matrimonio indisoluble.

La imagen de Dios es la pareja matrimonial.

Esta es la imagen con la que el Papa, este miércoles 2 de abril, concluyó el ciclo de catequesis dedicadas a los sacramentos.

 

“La imagen de Dios es la pareja matrimonial. La imagen de Dios con nosotros está allí, está representada en esta alianza entre el hombre y la mujer. Lo ha dicho el Papa -que con la audiencia de hoy ha concluido el ciclo de catequesis dedicado a los sacramentos-, al hablar sobre el sacramento del matrimonio que “nos conduce al corazón del designio de Dios, que es un designio de alianza, de comunión”. “La imagen de Dios es la pareja de esposos” ha afirmado el Papa al abrir la catequesis que fue improvisada casi en su totalidad: “No solamente el varón, el hombre, no sólo la mujer, sino los dos”. Al inicio del libro del Génesis, el primer libro de la Biblia, como coronación del relato de la creación –recordó el Papa-, se dice: “Dios creó el hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer… Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos llegarán a ser una sola carne”. “Somos creados para amar, como reflejo de Dios y de su amor” comentó el Papa: “Y en la unión conyugal el hombre y la mujer realizan esta vocación en el signo de la reciprocidad y de la comunión de vida plena y definitiva”.

 

 

“El matrimonio es icono del amor de Dios”. Lo ha afirmado el Papa, que en la catequesis de la audiencia general de hoy ha explicado que “cuando un hombre y una mujer celebran el sacramento del matrimonio, Dios, por así decir, se ‘refleja’ en ellos, imprime en ellos los propios lineamientos y el carácter indeleble de su amor”. “La Biblia es fuerte, dice “una sola carne”, ha recordado el Papa: “Así de intima es la unión del hombre y de la mujer en el matrimonio, y es justamente este el misterio del matrimonio: el amor de Dios que se refleja en el matrimonio, en la pareja que decide vivir juntos. Por esto el hombre deja su casa, la casa de sus padres, y va a vivir con su mujer y se une tan fuertemente a ella que se transforman en una sola carne”. Más adelante, el Santo Padre ha citado la Carta a los Efesios para explicar que “el matrimonio responde a una vocación específica y debe ser considerado como una consagración”. “El matrimonio es una consagración, el hombre y la mujer están consagrados por este amor” ha subrayado el Papa, quien ha agregado que “los esposos por la fuerza del Sacramento, están investidos por una verdadera y propia misión, de modo que puedan hacer visible, a partir de las cosas simples, comunes, el amor con el que Cristo ama a su Iglesia”.

 

Las familias y Juan Pablo II

Numerosos testimonios de afecto y de estima en un vídeo exclusivo realizado por el PCF.

 

Un vídeo que recoge los testimonios originales y exclusivos de las familias que han tenido la suerte de conocer a Juan Pablo II, compartiendo juntos momentos inolvidables. Esto es lo que el PCF presenta por primera vez en absoluto al público: una narración hecha de amistad y admiración que reúne las declaraciones y las anécdotas realizadas durante la Fiesta del 30° aniversario del Pontificio Consejo para la Familia.

 

 

Link del video-testimonio de Anouk Meyer

Juan XXIII y la familia.

Un pequeño marco de relectura del magisterio del Santo Papa Roncalli.

 

Pese a que la familia no se encuentra entre los principales temas del magisterio del Juan XXIII son muchos los textos en los que el neo santo plantea este argumento.

 

El tema de la familia se halla sobretodo en dos encíclicas. En el II capítulo de la Ad Petri Cathedram (1959), el Papa Juan XXIII desea que la paz, la unidad y la concordia sean construidas cada día por todos los miembros de la familia: padre, madre e hijos. En cambio, en los números 180-185 de la Mater et Magistra, Roncalli trata el tema de la transmisión y del respeto a la vida, formulándolo con una reflexión sobre la educación en la familia y sobre el positivo uso de las modernas tecnologías.

El nuevo santo incluso ha siempre dedicado un mensaje particular con motivo de la fiesta de la Santa Familia. En 1959, reconoce en la familia uno de los pilares fundamentales de la sociedad y dedica un pasaje central a las familias numerosas, pobres y con dificultades. En 1960, señala a la Sagrada Familia de Nazaret como modelo de todas las familias humanas.En 1961, recuerda las dificultades en las que se encuentran las familias y llama a los responsables de la cosa pública a prestar una mayor atención sobre este sujeto social. Finalmente, en el mensaje de 1962, invita a todos a imitar a los Reyes Magos y a seguir la luz de la familia de Nazaret.

 

También es preciso señalar dos discursos en los que el Papa Juan XXIII ha planteado el tema de la condición femenina: un discurso al Centro Italiano Femenino de 1959 y laaudiencia general del 7/12/1959.

No a las leyes inicuas de Europa   
 
 
Rechazada la Relación Estrela. El Presidente de las Asociaciones Familiares de Europa había escrito a los parlamentarios de Estrasburgo para defender la dignidad humana.

El polémico Proyecto Estrela sobre salud y derechos sexuales y reproductivos – que preveía, entre otras cosas, el aborto como método de control de la natalidad – ha sido rechazado en el Parlamento Europeo, el martes 10 de diciembre de 2013. El Presidente de la Federación de las Asociaciones Familiares Católicas en Europa (FAFCE), Antoine Renard, viernes 6 de diciembre, había enviado una carta a los parlamentarios europeos, adjuntando un Manifiesto de las “10 razones para votar a favor de la dignidad humana y de los derechos fundamentales de la Unión Europea”. La carta, previa a la presentación de la Relación Estrela, del 10 de diciembre, ha expresado «la indignación de los católicos por la lectura del documento». La Relación – dice Renard − «representa sólo los intereses de los lobbies» y «no es digna de la Unión Europea y de sus ciudadanos», además de estar «en contradicción con las legislaciones internacionales, europeas y nacionales».
 
La FAFCE comenta así el éxito del voto de los europarlamentarios: «Es una victoria de los ciudadanos de la Unión Europea».
Misericordia y derechos en el matrimonio  
 
Jornada de estudio a la luz de los desafíos pastorales, el 22 del mayo, en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz
 
En vista del próximo Sínodo de los obispos, la Pontificia Universidad de la Santa Cruz propone, el 22 de mayo, una jornada de estudio sobre el tema “Misericordia y derecho en el matrimonio”. El objetivo – explican los organizadores- es estimular la reflexión sobre la relevancia de la misericordia en el derecho matrimonial canónico, teniendo en cuenta los actuales desafíos pastorales que conciernen a la familia.

 

Después del saludo del rector Carlos José Errázuriz, serán examinados cuatro aspectos de la praxis de la Iglesia en esta materia: la admisión a las nupcias, el acompañamiento de las familias, especialmente de aquellas en crisis, los procesos de nulidad matrimonial y la pastoral de los fieles divorciados casados en segundas nupcias. Denis Biju-Duval, presidente del Instituto Pastoral “Redemptor hominis” de la Pontificia Universidad Lateranense hablará sobre “Jesucristo justo y misericordioso”; seguirá el tema “Misericordia, oikonomía y derecho en el sistema matrimonial canónico” que será desarrollado por Eduardo Baura de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz; mientras que la ponencia sobre “Admisión a las nupcias” estará a cargo de Benedict Ejeh de la Facultad de Derecho canónico San Pío X de Venecia. La conferencia sobre el “Acompañamiento de las familias, especialmente en situaciones de crisis” será desarrollada por Paolo Bianchi, vicario judicial del Tribunal eclesiástico de la región Lombarda, mientras que la ponencia titulada “Justicia y misericordia en el proceso de nulidad matrimonial. 'Dos principios incompatibles?” estará a cargo de Nikolaus Schöch, promotor de justicia ante el Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica. Clausura la jornada la conferencia de Miguel Á. Ortiz, docente de Derecho matrimonial canónico en la Universidad de la Santa Cruz.

Las Finalidades del Sacramento del Matrimonio

 
 
9 de Abril de 2014
 
 

Redacción (Miércoles, 09-04-2014, Gaudium Press) "Id y multiplicaos", dice el Señor. La sagrada institución de la familia fue fundada directamente por Dios como la primera de las instituciones. Establecido fue, por el propio Creador, su "estatuto", en el cual encontramos su razón de ser, o mejor, su finalidad.

 

Esta finalidad promulgada por el propio Señor, está íntimamente concernida en la unión matrimonial. Esta "micro" sociedad en el Antiguo Testamento siempre fue considerada por el pueblo electo como una verdadera alianza, símbolo de la Alianza de Dios con el pueblo. Con el advenimiento de Nuestro Señor Jesucristo, ella pasó a gozar del privilegio inestimable de ser un verdadero sacramento.

 

Considerándola como alianza o como sacramento, su finalidad permanece intacta, pues tanto en la raíz de su institución, como en su elevación a sacramento, su fin no fue alterado por Aquel que la creó. No depende, por lo tanto, de la voluntad de aquellos que contraen el vínculo.[1] Además de una finalidad bien precisa, el matrimonio comporta también dos propiedades esenciales, que la tradición teológica llama de bona matrimonii, o tria matrimonii bona. Que son: a) bonum prolis; b) bonum fidei c) bonum sacramenti. El primero en utilizar este término fue San Agustín.[2]

 

Una de las tres partes constitutivas, según esta terminología, es relativa al fin de matrimonio: bonum prolis, que no es la única finalidad de esta unión como veremos más adelante.

 

Según el CIC de 1983, el matrimonio está constituido de dos fines complementarios o integrados[3], "el bien de los cónyuges y la generación y educación de la prole"[4]. En lo que diverge radicalmente del código de 1917, que distingue la generación y educación de la prole como fin primario, y el bien de los cónyuges y la ayuda mutua como fin secundario.

 

Contra esta concepción de fin primario y fin secundario muchas fueron las controversias surgidas a lo largo de los tiempos. Por eso, el tema fue profundamente discutido durante las sesiones del CVII. En síntesis, los principales puntos de la conclusión de los Padres Conciliares, expresados en la Gaudium et Spes, fueron:

 

1) La generación, educación de la prole, el bien mutuo de los cónyuges, el amor conyugal, etc. no son considerados apenas como "valores", sino como el fin del matrimonio;

2) En estos "valores", considerados como fin, no se hace ninguna distinción entre fin primario y fin secundario;

3) El amor conyugal no estuvo nunca tan exaltado como ahora, en ningún documento de la Iglesia. Entretanto, el CVII recuerda de manera clara y explícita que el amor conyugal es ordenado a la generación y educación de la prole.[5]

 

Es conveniente tratar aquí al respecto del orden en el cual estos dos inseparables fines están puestos en el nuevo código, pero antes de eso queremos resaltar la distinción que hace la escolástica entre "fin intrínseco y objetivo - finis operis -y fin extrínseco y subjetivo - finis operantis.

 

El primero, finis operis, es el fin de la propia naturaleza que esta unión contiene y que no depende de la voluntad de los contrayentes, o sea, aquello que encontramos en el código, "el bien de los cónyuges es la generación y educación de la prole". El segundo, finis operantis, es el motivo por el cual dos personas se unen en matrimonio. Por ejemplo, las cualidades físicas, morales, sociales, etc. de los que se casan. Este depende de la voluntad de los que se casan y es, por eso mismo, siempre subjetivo. Es en sí enteramente lícito, desde que nunca vaya contra el fin intrínseco.[6]

 

Grandes fueron también los desacuerdos que suscitó el orden en la cual se encuentra en el nuevo código los dos fines, inseparables, del matrimonio. Muchos querían que el orden fuese inversa, o sea, que la generación y educación de la prole estuviese colocada antes del bien de los cónyuges.

 

Según el P. Fernando Castaño, no hay ninguna necesidad de un u otro orden, pero que así como está en el código actual corresponde a la orden natural de las cosas. Primero las personas se conocen, pasan a quererse bien, deciden casarse y después generan a los hijos. Naturalmente, el verdadero amor conyugal debe siempre estar "abierto a la vida", y encuentra su perfección en la generación de los hijos. Y así, el bien de los cónyuges se transforma en familia, esto es, en "amor maduro y fecundo".[7]

 

Se debe entender, concluye P. Fernando Castaño, lo que está contenido en el canon 1055 §1 no como dos fines divorciados o subordinados uno al otro, sino como inseparables y uno ordenado al otro.[8]

 

Como opinión personal manifestamos: Si bien el fin del matrimonio es que sea un acto de amor entre los cónyuges y la consecuente generación y educación de la prole, debe estar siempre bajo el influjo del amor de Dios, de la protección celeste y del auxilio de la gracia. Sin tener eso en vista, siendo el hombre concebido en el pecado original, toda esta doctrina será impracticable.

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Sagrada Familia
________________________________________
[1] Cf. CASTAÑO, Fernando. Il sacramento del matrimonio. Roma, 1992. p. 59
[2] "Haec omnia bona sunt, propter quae nuptiae bonae sunt: proles, fides, sacramentum". AGUSTINUS, De bono coniugali, c. 24 § 32 PL 40. 394 D. Apud: Castaño, Op. Cit., p. 60.
[3] Cf. Castaño, Op. Cit., p. 63.
[4] "Bonum coniugum e generatio et educatio prolis" Cân. 1055 §1.
[5] Cf. Castaño, Op. Cit., p. 66-67.
[6] Cf. Castaño, Op. Cit., p. 63.
[7] Cf. Castaño, Op. Cit., p. 70-71.
[8] Cf. Castaño, Op. Cit., p. 72-73.



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Sínodo sobre la Familia

2014-2015: El camino sinodal sobre la familia

 

La familia vista como un abrazo ideal, entre el Sínodo extraordinario de octubre 2014 y el Sínodo general del 2015. Un recorrido original que ve implicados e interpelados a todos los componentes eclesiales y más aún. En la elección de la familia, con sus desafíos inéditos y grandes recursos, la Iglesia respira a pleno pulmón, por sí misma y por toda la humanidad.

 

El evangelio de la familia es la buena noticia del amor divino que es proclamada a todos los que viven esta fundamental experiencia humana personal, de pareja y de comunión abierta al don de los hijos, que es la comunidad familiar. El magisterio de la Iglesia sobre el matrimonio es presentado y ofrecido de forma comunicativa y eficaz, para que toque los corazones y los transforme según la voluntad de Dios manifestada en Cristo Jesús.

 

DEPARTAMENTO DE FAMILIA, VIDA Y JUVENTUD

Aspectos de la Familia en la posmodernidad que reclaman la atención de la Pastoral Familiar

       

La Familia es uno de los tesoros más importantes de los pueblos latinoamericanos y caribeños, y es patrimonio de la humanidad entera. En nuestros países, una parte importante de la población está afectada por difíciles condiciones de vida que amenazan directamente la institución familiar. En nuestra condición de discípulos y misioneros de Jesucristo, estamos llamados a trabajar para que esta situación sea transformada, y la familia asuma su ser y su misión en el ámbito de la sociedad y de la Iglesia. (Aparecida 432)

 

Hoy día observamos como en la posmodernidad la sociedad ha ido viviendo acelerados cambios en estructuras sociales, familiares, económicas, tecnológicas y científicas las cuales conllevan al individualismo, a la indiferencia y a una mentalidad de consumismo y de desecho, promoviendo un estilo de vida que debilita la comunión entre las personas y fragiliza los vínculos familiares. Ante esto el Papa Francisco en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium, nos dice que "la fragilidad de los vínculos familiares se vuelve especialmente grave porque se trata de la célula básica de la sociedad, el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros, y donde los padres transmiten la fe a sus hijos. El matrimonio tiende a ser visto como una mera forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier manera y modificarse de acuerdo con la sensibilidad de cada uno". (EG # 66)

 

Vemos como estos cambios influyen en cada persona, especialmente en el hombre y la mujer de hoy día, quienes reciben como solución a sus problemas cotidianos propuestas seductoras que en diversas medidas comprometen la verdad y la dignidad de la persona humana, que es un individuo en relación con el otro, el yo con el tú, es decir el nosotros, donde se ve afectado el matrimonio y la familia.

 

A pesar de estos cambios, es importante tener muy claro que la familia es fundamental y es el tesoro más importante de nuestros pueblos (cfr Doc. Aparecida 432), es donde se reconoce el valor de cada uno de sus integrantes, así como también la responsabilidad que tienen los cónyuges entre si y como padres de familia en educar a sus hijos en los valores humanos, morales y cristianos.

 

La Posmodernidad se ha vuelto una manera de resolver los problemas que sufre el ser humano quien anda en la constante búsqueda del conocimiento y de la información, llevándolo así a obtener el poder con apoyo de la ciencia y de la tecnología, la cual le ha ido llevando a un verdadero progreso tal vez en aquellos aspectos en los que busca una respuesta total y satisfactoria como individuo, pero conllevándolo muchas a veces a disociarse de los roles sociales y familiares, fomentando cambios en la estructura social y familiar y generando nuevas formas o estilos de convivencias sociales y familiares. Todo esto debido a un comportamiento individualista, el cual le eleva únicamente a alcanzar sus intereses y deseos individuales por encima de la colectividad enmarcándolo todo en un contexto de "libertades" enfatizando en el permisivismo, donde se ofrezcan posibilidades de elección, singularidad, destrucción de valores únicos, el escepticismo moral, el relativismo cultural..., Es decir todo vale, todo se puede alcanzar, si esto me permite mi realización personal y bienestar individual. Ante esto no preguntamos ¿qué papel tiene aquí la familia, cuando la familia es una comunidad de relaciones, de vida y amor?

 

En la posmodernidad encontramos que:

 

  • La familia ha perdido el protagonismo afectando las dinámicas familiares. Impera el individualismo, sus integrantes no asumen sus roles.
  • Cada uno de los individuos elige el estilo de vida que quiere adoptar y el hombre construye la familia que desea movido por su propia verdad y moral.
  • Existe una errónea concepción de la autonomía de los cónyuges entre sí.
  • Graves ambigüedades acerca de la autoridad en las relaciones padres e hijos.
  • Observamos un mayor número de divorcios y abortos.
  • Una mentalidad anticoncepcional y recurrencia a la esterilización.
  • Nos encontramos con diferentes tipos de familias: familias que viven en unión libre, familias conformadas sin hijos o inclusive familias con un padre o una sola madre o aquella familia que se une a través del matrimonio, familias que han adoptado hijos, familias extensas... y así podemos observar que en cada una de estas familias y las dinámicas son diferentes en donde la modernidad ha ido afectando, llevando a las familias a un estado de crisis en donde no hay modelos únicos de familias.
  • Llama la atención como se ha incrementado en la vida conyugal el no tener hijos o distanciar lo más que se pueda la concepción de los hijos, debido a que en ocasiones lo ven como una gran responsabilidad, y como los cónyuges no siempre comparten el mismo proyecto de vida, en ocasiones cada uno de uno ellos piensa en sus propios proyectos, en busca de alcanzar su propia plenitud en lo personal y laboral, la cual tal vez no sea la plenitud familiar y por eso se llega a invadir la conciencia de la responsabilidad que los llevaría a procrear y estar abiertos a la vida.
  • Crisis en la trasmisión de los valores humanos, morales y cristianos.
  • El Vacío espiritual, el hombre ha sacado a Dios de sus vidas y por eso vive en una insatisfacción.
  • El aumento de las enfermedades de transmisión sexual.
  • La permisividad en la sociedad en cuanto al consumo del alcohol, droga y la prostitución del hombre y la mujer.
  • El desempleo y la búsqueda de nuevas oportunidades de trabajo muchas veces conllevan al abandono y a la desintegración familiar.
  • Políticas familiares insuficientes y equivocadas.
  • Han surgido nuevos conceptos de uniones las cuales quieren sustituir al matrimonio entre un hombre y una mujer.
  • Nos encontramos con una mentalidad de desecho lo que no me funciona para mi realización personal simplemente la desecho y sustituyo: esta mentalidad se hace presente en la vida conyugal, familiar y laboral.

 

¿QUÉ HACER?: 

 

Dado que la familia es el valor más querido por nuestros pueblos, creemos que debe asumirse la preocupación por ella como uno de los ejes transversales de toda la acción evangelizadora de la Iglesia. En toda Diócesis se requiere una pastoral familiar "intensa y vigorosa" para proclamar el evangelio de la familia, promover la cultura de la vida, y trabajar para que los derechos de las familias sean reconocidos y respetados. (Doc. Aparecida 435).

 

 

  • Evangelizar con audacia y alegría: "No me avergüenzo del Evangelio, que es poder de Dios para la salvación de todo el que cree" (Rom 1,16).
  • Alentar y promover a la familia como lugar de la experiencia de comunión que sane, promueva y afiance los vínculos interpersonales.
  • Dar razón de nuestra esperanza ante un ambiente cultural que ignora la verdad de Dios y que, en consecuencia, busca justificar las obras que proceden de sus desviados deseos.
  • Evangelizar con el testimonio de vida y con la sana doctrina: el Evangelio del matrimonio y la familia.
  • Educar en el amor y la sexualidad ante la "revolución sexual" que ha separado la sexualidad del matrimonio, de la procreación y del amor.La esperanza que nos salva. Dios puede sanar el corazón del hombre pecador "Por eso doblo mis rodillas ante el Padre, de quien toma su nombre toda familia en los cielos y la tierra" (Ef 3,14-15).
  • Formar Nuevos evangelizadores para una pastoral familiar integral y progresiva, que promueva la transformación misionera de la Iglesia.
  • Una pastoral familiar, con una dimensión esencial de toda la evangelización. Es una tarea de toda la Iglesia hasta el punto de que se debe considerar una dimensión esencial de toda la evangelización.
  • Desde el cimiento de la iniciación cristiana, como proceso de formación integral del sujeto, educar para que la persona descubra la vocación esencial al amor para amar.
  • Fomentar una pastoral familiar que sea "la acción evangelizadora que realiza la Iglesia, orientada por sus pastores, en la familia y con la familia como conjunto, acompañándola en todas las etapas y situaciones de su camino".
  • Mayor atención a la promoción de la dignidad de la mujer, procreación responsable y educación de los hijos.
  • Desarrollo de la ayuda recíproca entre familias tanto espiritual como material.
  • Mayor conocimiento de la misión eclesial propia de la familia.
  • Ante la imposición de un modelo individualista, promover y reconocer el valor y la importancia de la solidaridad familiar.
  • Que los padres sean catequistas de sus hijos, que la parroquia acoja como madres y maestra a la familia.
  • Fomentar la participación de la familia en la parroquia.
  • Comprender que la familia es el eje transversal de la evangelización. Que la familia sea objeto y sujeto de la evangelización.
  • Llevar procesos de evangelización.
  • Promover la santidad matrimonial.
  • Tener claro que es la pastoral familiar.

 

IDEAL:

 

  • Fortalecer el Secretariado Diocesano y Parroquial de Pastoral familiar
  • Sensibilizar y comprometer de una manera integral y orgánica a las otras pastorales, los movimientos y asociaciones matrimoniales y familiares a favor de la familia.
  • Conformar grupos con parejas que hagan vida en la parroquia.
  • Renovar la preparación al Matrimonio en cada una de sus etapas: remota, próxima, inmediata y el acompañamiento en la vida matrimonial y familia.
  • Promover e impulsar la educación integral de los miembros de la familia, en especial de aquellos miembros que están en situaciones difíciles.
  • Promover programas de formación, atención y acompañamiento para la paternidad y maternidad responsables.
  • Efectuar experiencias de oración (retiros) para tener un encuentro con el Señor a través de la palabra de Dios.
  • Párroco: homilías, actividades, motivaciones: temas de familia y matrimonio.
  • Uso de los medios de comunicación.
  • Que los equipos de pastoral familiar estén coordinados por el sacerdote o una pareja con asesoría sacerdotal.Fomentar que la pareja realice proyectos de vida matrimonial y familiar.
  • Ofrecer una adecuada formación sobre la pastoral familiar a sacerdotes, seminaristas y laicado.
  • Idear itinerarios de iniciación cristiana donde se forme sobre le valor de la familia y del matrimonio.

 

MISIÓN:

 

  • Formación de los agentes que acompañen a las familias.
  • Fomentar permanentemente reflexiones sobre el valor de la vida, el matrimonio la familia.
  • Acompañamiento de atención integral a la familia, en especial a aquellas que se encuentran en situaciones difíciles.
  • Coordinación de planes pastorales que reconozcan y acompañen a las familias y sus diversas situaciones que inciden en ella y les afectan en su ser familia. 

 

CONCLUSIÓN: 

 

URGE UNA VERDADERA PREOCUPACIÓN DE PARTE DE LOS OBISPOS Y PARROCOS PARA QUE PRIVILEGIEN LOS PROGRAMAS PASTORALES PARA LOS MATRIMONIOS Y LAS FAMILIAS.

 

URGEN PROGRAMAS DINÁMICOS Y CREATIVOS

 

URGEN ANIMADORES QUE, ADEMÁS DE SU BUENA VOLUNTAD, ESTEN BIEN PREPARADOS PARA ORIENTAR Y ACOMPAÑAR A LAS FAMILIAS Y MATRIMONIOS 

 

Pbro. Lic. Antonio José Velázquez Delgado.

Apreciados miembros Efemecistas y familias, les invito a dejar su aporte a este mensaje, del Pbro. Lic. Antonio José Velázquez Delgado.

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Familia custódiese el Creado   

También en streaming el día de estudio de sábado 29 marzo

 

“Familia, custódiese el creado!” Es el tema del dia de estudio organizado por el Pontificio Consejo para la Familia y por la asociación Greenaccord onlus que te tendrá sábado 29 de marzo en la sala San Pio X (via della Conciliazione, 5). El saludo de monseñor Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, y del presidente Greenaccord, Alfonso Caureruccio, abrirán la prima sección de los trabajos, al cual intervendrá Ambrosius, metropolita ortodoxo de Helsinki, con una lectio magistralis sobre “La dimensión de la sobriedad en la relación con el creado”. El economista Luigino Bruni hará una relación sobre “La vulnerabilidad de la familia de frente al consumismo”, el director del Earth Institute de la Columbia University, Jeffrey Sachs, sobre “Etica económica, ambiente y desarrollo humano” y Felix Finkbeiner, fundador del movimiento internacional se los jóvenes “Plant for the planet”, sobre las nuevas generaciones como esperanza para el futuro. Sobre la agricultura como elección de vida para las jóvenes familias hablaran Mario Bosco, presidente de Emprezas Jovenes Coldiretti Piemonte.

 

Durante la sesión de la tarde tomaran la palabra padre Guido Innocenzo Gargano, monje camaldulense de San Gregorio al Celio, para una lectio sobre “sobriedad y renuncia para una vida más rica y en armonía con el creado”, Gary Gardner, investigador del Worldwatch Institute, sobre “El cambiamiento que viene desde el bajo: el rol de la familia, Leonardo Becchetti, economista de la universidad de Tor Vergata, sobre “una economía responsable en escala humana”.

 

Para la conclusión, el testigo de algunas familias napolitanas que han participado al proyecto “La Tierra es tu casa” que Greenaccord junto con la Diócesis de Nápoles hizo para favorecer la adopción de estilos de vida sostenibles, y de una familia proveniente de la “Tierra de los Fuegos”.

 

Las conclusiones del evento serán encargadas al Cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sinodo de los obispos.


La conferencia será disponible en streaming en : http://www.livestream.com/greencanal.

Si quieres pertenecer al Movimiento Familiar Cristiano de la Diocesis de Santa Marta, escribenos en los espacios en blanco.

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