El Don Preciosísimo de los Hijos

El encuentro se inicio con la oración del Espíritu Santo y la bella canción "El Espíritu de Dios esta en este lugar", para que el Señor nos iluminara con su presencia.

Los miembros del equipo básico, juzgan a la luz de la palabra de Dios que los hijos son un maravilloso regalo de nuestro Padre hace al hombre y mujer que se unen en matrimonio.

A lo cual cada familia reflexionan que los hijos son el mayor deseo de una pareja que se une en matrimonio, como su esencia a través de lo cual se trasciende la creación del ser humano.

La esposa como Vid Fecunda y los hijos como brote de olivo (Sal 128,3), son los retoños del arbol que crece junto a la fuente (Gen 42, 22), son la chispa que brota de la llama conyugal (Job 5.7), las saetas que lanza a la aventura de la vida el arco paterno (Sal 127, 4-5).

Al respecto cada miembro destacó como la mujer tiene un lugar fundamental por la fecundidad de la vida, el hombre como el protecto de la vida con amor conyugal, y cada hijo son la extensión y prolongación de la familia en el tiempo. Es de destacar que cada familia confluye en un pensamiento sistemico, nada debe ser excluyente en la familia y la sociedad.

Finalmente porque para cada pareja es importante reconocernos a imagen y semejanza de Dios, con la misma capacidad para transmitir la vida a otras personas, siendo "Co-creadores" de este poder divino.

Los miembros del equipo básico reafirman de manera integral que lo esencial en la vida de cada ser humano, es su capacidad para relacionarse con los demás y esto lo aprenden en la familia.

Destacando las cuatro relaciones fundamentales que se requieren para vivir plenamente desde la familia y la sociedad en general:

- La relación consigo mismo: al respecto se puede inferir que para cada miembro del equipo es esencial reconocerse a uni mismo para poder tener relaciones exitosas con los demás,

- La relación con los demás: es fundamental tratar a los demás como quieran que los traten los demás. No se puede esperar buenos tratos de la forma como te comportes ante los otros. En cada familia del MFC de la Parroquia Sagrada Familia se valora el hecho de la diferencia ó enfoque diferencial, orientando a cada miembro sobre la formación espiritual catolica ú otra creencia que manifieste el miembro de la familia. En algunas de las familias se encuentra diversidad de creencias pero no se pierde el sentido de las buenas relaciones.

- La relación con la naturaleza:  cada miembro efemecista del equipo básico destaca que la protección del medio ambiente es fundamental para mantener la creación humana, las familias deben ser ecologistas y defender los que Dios nos ha entregado para una buenas administración y producción.

- La relación con Dios: en este aspecto es claro que todas las familias tienen una relación con el Creador, pero la cual la trascienden a cada miembro de la familia.

Esta relación armonica solo es posible a través del amor que cada uno sienta por sigo mismo, por cada miembro de la familia y con todo los demás seres del mundo.

La Familia Anfitriona (Tejeda&Herrera), señala que la familia es donde se forja básicamente la estructura relacional de cada persona. Auque no es determinante dice el refrán que "infancia es destina". En ese conjunto de relaciones interpersonales se nos marca para toda la vida los valores que han de guiarnos a lo largo del proyecto de vida de cada miembro, tales como la seguridad afectiva y la fe en el amor.

Atendiendo la guia del libro, sobre como se da el amor de madre y padre a los hijos de forma descendiente y vertical, se expone que este no tiene limites. Por cada hijo trae consigo una condición especial al seno de la familia, esta diversidad manifiesta debe acogerse con todo el amor que debe caracterirzar a los padres.

Cada familia expuso como han llevado su amor a cada uno de sus hijos(as), para uno a través de momentos duros, donde aceptar la condición del hijo no refleje las duras batallas ni sacrificios al que se haya que tenido que enfrentar los padres, aceptan que esta condición es un reto impuesto para dar el amor sin importar condición, como lo hizo Dios al sacrificar su hijo por nosotros.

Cada miembro de las familias puso en contexto que los padres damos a nuestros hijos todo los que somos y tenemos, pero que también debemos aprender a recibir su amor filial, a través de su gratitud, su afecto y su respeto.

La expresión más maravillosa de un padre, es aceptar la gratitud y afecto de sus hijos, sin exigir de ellos más halla de lo que ellos no nos pueden dar. El padre sacrifica tiempo y muchas otras cosas, pero eso no debe ser causa para exigir al hijo más haya de nuestras pretensiones, ya que ellos saben expresar a su manera lo que hacemos por ellos.

Que mi hijo sea este profesional o este artistas, es el error en que incurren muchos padres, haciendo de los hijos solo una imitación de lo que realmente han podido ser, por no permitirles ser lo que Dios a dispuesto para ellos en su amor. Tratar de cambiar lo que ya esta disouesto por Dios, es inventar a un ser distinto que vino a cumplir un proposito o una misión en la tierra.

En este espacio de formación, recordamos desde la palabra de Dios dos pasajes fatales de las relaciones humanas: Cain mata a su hermano Abel y José es vendido por sus hermanos.

En un ambiente de reflexión y de juzgar, se tiene que en las familias caracterizada por relaciones fraternas tambien hay envidias, pleitos, burlas, falta de aceptación por el otro y lo más importante el reconocimiento. 

Para algunos padres son momentos importantes porque son oportunidades para aprender de estas circunstancias que no todos somos iguales ni pensamos igual, al interior de nuestras familias. Lo que origina divisiones y resentimientos entre algunos miembros que no entienden porque un padre prefiere a un hijo y a otro no, o reconoce a otro sus logros pero destaca en otro sus malos resultados como ejemplos.

Las parejas concluyen que no debe haber preferencias sino actos igualitarios para todos los miembros para que realmente haya aprendizaje en los miembros de la familia.

La pareja de José y Maria Isabe destacan que "Dios nos amo primero" (Juan 4,19) "y nos amo hasta el extremo" (Juan 13,1).

En este sentido los padres que quieren establecer relaciones con los hijos de comunicación y afecto deben cuidar los siguientes aspectos:

1) Aceptación incondicional.

A los hijos podemos elegir tenerlos o no. Pero no elegimos como van a ser. Cada uno nace y se hace de una manera misteriosa y peculiar.

2) Claridad.

El diálogo supone capacidad de comprensión y por lo tanto mansedumbre. No es orgulloso, ni hiriente, no ofensivo, ni imposición.

3) Escucha empática.

Se trata de entender lo que el otro dice y siente, es la parte más difícil del diálogo.