Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
el fuego de tu amor.
Envía, Señor, tu Espíritu,
y todas las cosas serán creadas
y se renovará la faz de la tierra.
Oh Dios, que has instruido los
corazones de tus fieles
con la luz del Espíritu Santo,
danos a saber rectamente la verdad
según tu mismo Espíritu
y gozar para siempre
de tus consuelos.
Po Jesucristo nuestro Señor.
Amen.
Señor,
haz de nuestro hogar
un sitio de amor.
Que no haya injuria
porque tú nos comprendes;
que no haya amargura
porque tú nos bendices;
que no haya egoismo
porque tú nos alientas;
que no haya soledad
porque estas con nosotros;
que cada mañana amanezca
un día más de entrega
y la noche nos encuentre
con más amor de esposos.
Haz, Señor,
de nuestros hijos,
lo que tú anhelas.
Ayúdanos a educarlos
en tu camino.
Que nos esforcemos
en el consuelo mutuo.
Que hagamos del amor
un motivo para amarte más
y cuando amanezca
el gran día de ir a tu encuentro,
nos concedas
encontrarnos unidos
para siempre en tí.